Al calor del agite electoral se han estado tensando las pasiones en Mérida, y desde el bando de Florencio Porras se han intensificado los ataques a Sant Roz.
Florencio Porras salió dando declaraciones por la Televisora Andina de Mérida, TAM, asegurando que demandaría a Sant Roz porque éste había dicho que él (Porras) había sido contratado por una universidad colombiana, y que por lo tanto se debían presentar las pruebas de tal aseveración.
No debería ser ofensa alguna para nadie el que una universidad (colombiana o no) contrate a alguien; otra cosa sería que se hubiese dicho que él había sido contratado por las mafias de secuestradores, por los narcotraficantes o por los paramilitares. ¿Pero por una universidad?
Porras aclara que estuvo en Colombia no contratado, sino haciendo una maestría.
Lo que ha corrido como pólvora y se ha ventilado en distintas reuniones políticas y públicas en Mérida es el hecho de que él pasó una larga temporada en una universidad de Colombia, y que bien vale la pregunta: ¿qué hacía ese señor, que se hace llamar Centauro del 4-F, pasando una larga temporada en la Nueva Granada, plataforma de centenares de acciones criminales y conspirativas contra la patria?
Y lo más arrecho todavía, ¿por qué sí se dice ser ultra-chavista, que ama profundamente al Comandante, cómo es que de su boca jamás salió una sola condena contra el maldito Uribe y toda su canalla, los que estuvieron a punto de lanzar un ataque contra la patria de Bolívar? ¿Sobre todo y precisamente si se encontraba en ese funesto territorio neogranadino, hoy tan buscado refugio para los apátridas como para los mismos mayameros?
Ese es realmente el punto, no si usted estuvo contratado o no, que es lo que menos importa. Estuvo un buen tiempo allá y punto.
La cuestión esencial y que usted no aborda es lo de carácter político.
¿Que dijo el Centauro Porras cuando 1 de marzo de 2008, en la provincia amazónica de Sucumbíos (Ecuador), a dos kilómetros de la frontera con el departamento del Putumayo, fue bombardeado el campamento guerrillero en el que mataron a Raúl Reyes, junto con otras 26 personas?
¿Qué dijiste de eso Porras, si andas por allí usando a Chávez para promocionar tu campaña?
Debiste haber dicho algo que te saliera de tu corazón patriota y bolivariano que nada tiene que ver con el hijo de puta Santander, si es que como dices amas tanto al Comandante.
Eso es el punto que todo el mundo comenta en los entornos chavistas, ¿por qué estaba por allá tan fresco, como si nada de eso te incumbiese, siendo tan revolucionario y tan bolivariano como lo pregonas ahora?
¿Qué dijiste ante las sólidas bolas de nuestro Comandante, que el 2 de marzo del 2008, un día después del bombardeo al campamento de Raul Reyes, en Ecuador, acusó al gobierno colombiano de haber violado la soberanía ecuatoriana, por lo que ordenó el envío de tanques hacia la frontera con Colombia y solicitó el retiro de todo el personal de la embajada en Bogotá, incluyendo al embajador Pável Rondón, en solidaridad con Ecuador?
¿Qué dijiste de eso, señor Centauro? ¿Te buscaste una lanza para replicar por la dignidad de la patria ultrajada en la tierra gloriosa que le debe tanto a Sucre?
Eso es lo que mueve tanto a sospecha, y que en los medios chavistas ha corrido como pólvora, y que tanta gente comenta, señor Centauro.
Seguramente usted señor Centauro, en el 2009 ya se encontraba en la Nueva Granada cuando Álvaro Uribe denunció públicamente que las Farc adquirieron lanzacohetes AT-4 del Ejército venezolano que fueron encontrados en un campamento de John 40, comandante del frente 43 de las Farc y hombre de confianza del Mono Jojoy. En esa época la tensión se disparó peligrosamente entre Bogotá y Caracas, pero un mes antes el presidente Uribe autorizó a EE.UU. utilizar cinco bases aéreas colombianas para trasladar sus operaciones de Manta.
Qué arrecho es este Centauro que se calló tan olímpicamente esta afrenta a todo el continente americano, el que los malditos gringos se afincaran a través de Uribe, para amenazar a la patria de Bolívar con cinco bases militares.
¿Qué dijo usted cuando Chávez denunció que detrás de Uribe estaba actuando la extrema derecha imperial para armar una guerra en la región?
¿Por qué callaste, como le ordenaba a sus arrodillados súbditos el rey de España?
¿Por qué?
Ese es el quid de la cuestión, señor Centauro y que tanto llama la atención de su estancia en el territorio del canalla Santander.
¿Se habían roto las relaciones con Colombia y usted seguía allá?
¡Qué hombre, tan digo de llamarse centauro!
Se retiró de Bogotá al embajador Gustavo Márquez por tantas desmezuradas agresiones del Gobierno colombiano, y usted, bien gracias: ¡ESTUDIANDO! ¿Condenó USTED la instalación de las bases militares de E.U. en Colombia, o eso a usted ni le iba ni le venía?
Que usted no haya dicho ni una sola palabra cuando el degenerado Uribe lanzaba mentiras, bajezas e infinitas suciedades contra la patria de Bolívar es MUY, PERO MUY SOSPECHOSO.
Se congelaron las relaciones económicas, se sustituyeron las importaciones desde Colombia, y usted señor Porras siguió más fresco que una lechuga, y ahora le parece insólito que le hagan una y mil preguntas.
¿No y que es usted un centauro?
Por cierto hay un horrible error en la sexta estrofa del himno nacional de Colombia en la que dice que "los Centauros descienden a los Llanos", cuando eso históricamente no sucedió. Lo correcto, es que ellos ascendieron de los Llanos Orientales al Puente de Boyacá. Y por otro lado, eso debe herirle porque usted no vino tampoco de los llanos, sino del centro del país, y le debería dar pena utilizar ese calificativo.
¿Y qué tal señor Centauro cuando Chávez le contestó a Uribe que le faltaron cojones para meterse con Venezuela? Yo juro que eso a usted le molestó mucho porque a usted no le gusta ofender a los contrarios. Usted es tan respetuoso de la urbanidad de Carreño, que se molestaba cuando Chávez llamaba a Capriles El Majunche.
Miles y miles de preguntas quedarían en el aire, que lo colocan a usted severamente en el banquillo de los acusados por haber escogido para su estancia un territorio como la Nueva Granada, y en tiempos que era sumamente difícil que pudiera para allá coger un hombre profundamente comprometido con los ideales de Chávez, con la revolución bolivariana. Usted se fue para allá y nadie le dijo nada. Yo sé que si yo hubiera cogido para allá para pasarme un tiempo, de seguro que me hubieran metido un tiro.
Ese es el quid del asunto, insistimos, señor Centauro.
Acepto el desafió y elevemos el tono de la condena a los cielos, que debe ser muy bueno que se sepa toda la verdad.
jsantroz@gmail.com