Triunfó la revolución en el Táchira con el Cap. Vielma Mora y la nefasta gestión de César “pillo” Vivas se pasea campante y cínica por las calles de nuestra amada tierra, de hecho se da el tupé de dar lecciones de moral y conducción honesta de las riendas del estado, son los primeros en criticar las iniciativas que audazmente el nuevo gobierno intenta llevar adelante. En nuestra entidad, lo digo solo por cultura política autóctona, cuando un chavista cae en desgracia producto de las conspiraciones que sus mismos compatriotas le han montado, nuestros ilustres cuadros entran en frenesí y ya consumadas sus conspiraciones internas por echarlos de los espacios que antes ocupaban, no descansan hasta verlos totalmente ensombrecidos y no representen un peligro para sus intereses o los de su grupo; pero contra el clan fascista que fue magistralmente derrotado, no he visto la misma actitud, salvo excepciones, se ha guardado un silencio criminal e incomprensible que raya en la complicidad o el temor a las fieras que estos fascistas representan.
Cuatro años de atropellos, sandeces, incompetencia, lloradera, ineficiencia y un sinfín de etcéteras que caracterizaron a la gestión de la derecha en todas sus instancias de gobierno o direcciones en el estado Táchira, nos obliga a exigir justicia sin clemencia para ésta élite gansteril que quiso retrotraernos a las épocas superadas en la conducción de nuestra entidad; pensaron que era tan fácil como “pelar mandarinas” y salirse con las suyas, no obstante, si no hay sanción o denuncia en las instancias pertinentes de manera oportuna y apegada a la ley, será otra frustración para nuestro pueblo y en esto nuestro nuevo gobierno tiene la palabra principal, así como nuestros cuadros de dirección, para seguir alertando y denunciando públicamente, de tal manera que esto no quede impune. Se requiere de la misma sagacidad que se usa cuando se ataca a otro compatriota chavista, para seguir golpeando sin piedad a los criminales que gobernaron nuestra entidad durante 4 años.
La justicia implacable, la denuncia en las instancias pertinentes de parte del nuevo gobierno, la agitación de nuestros cuadros políticos y la vigilancia revolucionaria del pueblo, logrará que estos criminales paguen el daño causado al erario público regional; y no está de más decir, nosotros ni por error debemos cometer los mismos “pecados mortales” que estos en mala hora dirigentes, cometieron contra la cosa pública tachirense.