Luego de cuatro meses de su triunfo electoral en el estado Monagas, en los hombros del “Comandante Eterno” Hugo Chávez Frías y del apoyo del presidente de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello; la gobernadora Yelitza Santaella ha entrado de lleno a su tarea de gobernar en la calle, a través del encuentro permanente con las comunidades y con todos los municipios del estado oriental.
A pesar de no haber realizado en el pasado un trabajo político en Monagas; su olfato y su experiencia, la han llevado a desmontar el terreno minado dejado por su antecesor “El Gato” Briceño; quien sólo dejó el pelero y las minas sembradas, las cuales, poco a poco, desactiva la gobernadora.
No sólo el nido de los “gatúbelos” tendrá que desaparecer la lideresa, sino también los vestigios de los adecos; quienes subsisten con profundas raíces y negocios en esta tierra de gracia, bien a través de negocios montados en muchos años o empresas camufladas, las cuales manejan la mayoría de los contratos de obras de servicios e infraestructura, combinadas con las diferentes direcciones y alcaldías de la región.
Paralelamente, la gobernadora; de quien no dudamos su capacidad de maniobra y su coraje político, tendrá que depurar y colocar en su sitio a mucho infiltrado vestido de rojo, quienes en las primeras de cambio, entraron a formar parte en sus cuadros de gobierno. Muchos de ellos con los vicios aprendidos en la vieja escuela adeca del “caudillo”, o de quienes ahora se confiesan como “los aparentes” rivales del “gato de Caicara”.
Esta fauna - esperamos ya la conozca la Señora Gobernadora - es muy astuta y ha saltado de talanquera en talanquera, desde las filas verdes a las blancas, de las color naranja a las azules o amarillas (colores muy de moda en los últimos años) y por último a las rojo rojito del “Comandante Eterno”.
No tenemos ninguna duda que el mapa de vuelo de la mandataria regional está muy bien demarcado y de que su entorno está blindado, como podría indicarle su comprobada experiencia política, pero debe estar ojo avizor. En Monagas las malas costumbres de los políticos son de vieja data y sus rivalidades y apetencias al poder, es por todos conocida.
El Programa de la Patria fue expuesto con claridad quizá mucho antes que en las demás gobernaciones del país. Sus perfiles están bien delineados y no dejan duda del rumbo a seguir, incluidos los cinco grandes objetivos históricos que no debemos olvidar: la Independencia Nacional, el socialismo bolivariano del siglo XXI, Venezuela país potencia, nueva Geopolítica Internacional y preservar la vida del planeta y salvar la especie humana.
En Monagas la Revolución está garantizada; pero por si acaso, el camino debe ser despejado en todos los sentidos por los expertos en minas quienes con sus brújulas deben acompañar a la gobernadora Yelitza Santaella alineados al Gobierno Nacional, liderado por “el hijo de Chávez”, el nuevo Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros...
¡Independencia y Patria Socialista!
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