El gato de Troya en Monagas

El estado Monagas ha sido una de las regiones de Venezuela donde la política criolla ha hecho florecer las más variadas especies y han dado también fruto los más insólitos pactos, cuyos protagonistas han sido una fauna de flamantes dirigentes, la mayoría con apodos reconocidos. (El Gato y El Burro)

Con la excepción del “caudillo” Alfaro Ucero, a quien por cierto sus propios hijos traicionaron y arrojaron al ostracismo, en las puertas encadenadas del defenestrado partido Acción Democrática. En Monagas crecieron bajo su sombra nuevos líderes, quienes subsisten en el espacio político como mutantes, ahora cobijados desde la llegada de Chávez en el proceso de la Revolución Bolivariana.

Bajo la influencia del Comandante y con la bendición todopoderosa de Diosdado Cabello, en las pasadas elecciones de gobernadores, triunfó en Monagas una lideresa de raíces orientales y con un conocimiento profundo de estas tierras, bañadas por un Delta mejor conocido como “Tierra de Gracia”. Nos referimos a Yelitza Santaella.

Desde su llegada, la líder del Psuv y del GPP tomó en serio las banderas de una gestión de calle; incluso, mucho antes de que iniciara por el país su recorrido el Presidente Nicolás Maduro. La gobernadora Santaella agarró el toro por los cachos y ahora se prepara para una victoria aplastante con los futuros Alcaldes de la Revolución Bolivariana.

No obstante, como dice el refrán, “no todo lo que brilla es oro” y en Monagas el campo político parece estar minado y carga como herencia a una fauna de políticos, quienes pululan alrededor del poder con las más variadas mañas y con un tejido de redes e intereses, sembrados por el capitalismo de la IV República.

Si bien, el ambiente pareciera lucir favorable para la causa roja, rojita, en las próximas elecciones municipales del 8 de diciembre; también pudiéramos afirmar que en Monagas “la procesión va por dentro”, parodiando a “El Gabo” García Márquez.

En este sentido, cobran fuerza las “casandras” quienes nos remontan a la época de Homero, célebre filósofo griego, quien nos dejó profundas enseñanzas en su Odisea, en la cual aparecen profecías de catástrofes inminentes; sobretodo, mientras los troyanos dormían.

Es muy probable, a pesar de las contradicciones internas en las fuerzas de la Revolución, que prive la sensatez; aunque sea coyunturalmente, para que luego, quizá a corto plazo, se desaten los demonios por las cuotas de poder.

El terreno, el cual está acostumbrado a pisar la gobernadora Santaella, luce muy anegadizo y no precisamente por aguas turbulentas. Es por ello, que no está demás pasearnos por la Odisea de Homero, porque aquí lo que se vislumbra es un “Gato de Troya”.

A lo lejos, en el escenario político monaguense, podríamos ver salir de ese gato rodante a sesudos intelectuales, amamantados por la fauna del poder en Monagas, desde siempre. Ahora, como mansos corderitos desfilan en la sombra, para continuar con su festín de contratos y esperar la orden, para una emboscada a través de un control remoto desde Costa Rica.

Al final los troyanos, luego de “sostener un terrible combate, esperan alcanzar la Victoria, por el favor de la magnánima Atenea”.

¡Amanecerá y veremos!


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Marco Tulio Arellano

Jubilado en Pdvsa

 arellanomt@hotmail.com      @Homugria

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