Una de las tradiciones religiosas más arraigadas en el occidente venezolano es sin duda alguna la devoción manifiesta hacia el Santo Cristo de La Grita, en el estado Táchira.
Desde el año 1610, en la aldea Tadea, se dio el milagro y desde aquel entonces la leyenda religiosa se ha mantenido de generación en generación; hasta tal punto, que su peregrinación, la cual se efectúa todos los 6 de agosto de cada año ha ido creciendo tanto en la presencia de devotos como en el número de las plegarias y milagros.
Con la llegada del Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, al frente del gobierno bolivariano y fiel devoto del “Santo Cristo de la Montaña”, como él muy bien lo bautizo, lo llevó a la construcción por parte del Gobierno Nacional de un Santuario; hecho que se concretó en el actual mandato del Presidente Nicolás Maduro.
Si bien, su construcción todavía espera las señales como las que caracterizan un verdadero templo: la construcción de una cruz y un campanario, estos son los símbolos que los identifica. Por ahora, su función quedó establecida por la feligresía y por la Iglesia Católica más como un lugar de concentración y de actos litúrgicos todos los 6 de agosto, fecha central del Santo Patrono de los griteños, que como el lugar de su reposo permanente.
Mientras tanto, por decisión de la Iglesia y sus devotos, la presencia y custodia de la imagen sagrada, construida por Fray Francisco y los ángeles (según relato de Emilio Constantino Guerrero), permanece todos los demás días del año en la Basílica del Espíritu Santo; templo donde siempre ha permanecido, a lo largo de los años.
En el pasado mes de agosto asistimos, como fieles devotos, a las festividades religiosas y actos litúrgicos dirigidos por el Obispo del Táchira Mario Moronta.
Por los diversos caminos y carreteras conseguimos a millares de peregrinos que desde las poblaciones vecinas y desde la ciudad de San Cristóbal, acuden a pagarle favores y milagros al “Santo Cristo de la Montaña”.
Ha sido una tradición para los cristianos de la Iglesia Católica expresar su agradecimiento a los santos venerándolos a través de las imágenes, como en el caso del Santo Cristo de La Grita y llevarles un milagrito o reliquia construida con metales preciosos, como la plata y el oro.
En el caso de La Grita, a través de los años, se acumularon muchos milagros de estos metales preciosos que eran depositados en una caja de madera existente en la capilla del Santo Cristo. Por iniciativa de una Cofradía la cual existe en la “Atenas del Táchira”, alrededor del patrono, se decidió construir una corona con los metales y piedras preciosas para la sagrada imagen.
Los metales fueron fundidos y la corona del Santo Cristo fue construida. Es oportuno, para bien de los feligreses y devotos, que la joya la cual no sabemos si fue bendecida por algún prelado, se exhiba todos los 6 de agosto en algún lugar del Santuario, desde luego con su debida protección.
Es justicia que los sueños y peticiones de los peregrinos allí expresadas, puedan ver y observar la corona, porque es su patrimonio religioso. Aunque sea los 6 de agosto, la corona del Santo Cristo debe salir de la bóveda del banco, donde se mantiene en custodia, para ser exhibida y observada por los fieles creyentes.
Los griteños y peregrinos esperan por conocer y observar el fruto de sus promesas, ahora reunidos en la Corona del Santo Cristo de La Grita…La iglesia del Táchira y la Cofradía tiene la palabra..¡Amén !