Puerto Ordaz, 30 de marzo de 2014

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Como cevegista que soy, me asombra lo que está pasando con las empresas llamadas básicas. Van palo abajo. De seguir así, no tardará mucho tiempo sin que toquen fondo. ¿Qué será lo que pasa con la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) y sus empresas filiales? Durante los 14 años de mandato de nuestro Comandante eterno, no se atendió, como se merecen, a estas empresas. Siempre se improvisó con sus autoridades. Muchos paracaidistas fueron nombrados presidente de la CVG. Funcionarios sin liderazgo, sin conexión con la región, sin conocimientos técnicos y sin experiencia para dirigir una Corporación de tanta importancia, no sólo para la región, sino para el país. Estos paracaidistas, llegaban se llenaban y se iban (Se incluye a los ministros de la Industrias Básicas).

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El chavismo siempre ha ganado en el estado Bolívar. Nuestro partido está bien organizado y es patria o muerte. Lo que equivale a decir que es un importante bastión revolucionario. ¿Entonces, por qué ese ensañamiento con esta región? ¿Por qué castigar a estas empresas? Quisiera que algunos de los burócratas del gobierno  que lidera Nicolás Maduro, me dijera en mis narices lo que piensan hacer con las empresas, que tanto pusieron de ejemplo, en la IV y en la V, como la verdadera alternativa no petrolera. Si siguen así la alternativa no petrolera la van a convertir, en la alternativa para la pobreza. No se puede creer lo que han hecho en Guayana. A mí, como a miles y miles de guayaneses, nos duele está tierra preñada de riquezas naturales, pero golpeada por la desidia, por la mediocridad y vivapepismo.

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¿Qué ha pasado con las empresas expropiadas, o nacionalizadas? Tomemos dos ejemplos: Sidor y Orinoco Iron. La primera fue una empresa emblemática en el desarrollo y crecimiento de Guayana. Desde su fundación en 1953. Hoy en día, Sidor, después de haber sido nacionalizada, vive, perennemente, en un caos. Entre paros y paros, dificultades para la producción, etcétera, se mueve hacia el foso. Mientras que Orinoco Iron, era una empresa que estaba solvente tanto en su producción, como en los dividendos para sus dueños, y el bienestar de sus trabajadores, antes de su expropiación. Hoy en día, está por el suelo. Tiene dos meses parada. Óigase bien, dos meses sin producir, parada totalmente. Es la realidad.

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Señor Presidente, Nicolás Maduro, a nadie, que no sean los guayaneses, le duele esta vaina. Los guayaneses estamos altamente preocupados por lo que pasa con la CVG y sus empresas. Recientemente, usted anunció por tuiter que había nombrado a José David Cabello como ministro de las Industrias Básicas, en sustitución del Mayor General, Barrientos, hombre de suma confianza de Hugo Chávez, quien tenía en el cargo apenas dos meses, aproximadamente. ¿Qué pasó allí? ¿Por qué cambian a este funcionario, que no tuvo tiempo para hacer lo que han hechos sus antecesores. José David Cabello que, viene del Seniat, es hermano de Diosdado Cabello. Después quieren que la gente no piense mal. 

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Señor Presidente Maduro, le envío este SOS Guayana, cansado de ver tanta injusticia con esta región. Le aseguro señor Presidente, por mi señora madre, ya muerta, que me he quedado corto en presentar este escenario. Venga a Guayana, y quédese los días que sean necesario, y proceda a ser lo que hicieron los Cancilleres de UNASUR: entrevístese con todos los sectores de esta región y obtendrá una visión exacta del caos y el desastre de la CVG y sus empresas. Hay tiempo, señor Presidente, de evitar un estallido social en Guayana. Sería muy lamentable que esto sucediera, cuando muchas personas han venido alertando sobre lo que acontece en la llamada tierra de las oportunidades, la tierra de los brazos abiertos para recibir a venezolanos y  a extranjeros. Por último, Señor Presidente, ¿dónde está el realero que se ha destinado para las empresas de Guayana? Una boloña asignó el Gigante Hugo Chávez para las empresas. Usted, también ha mandado un bojote de real. Pregunto: ¿Dónde está ese dinero? Usted tiene los mecanismos para averiguarlo. Le aseguro que se va a llevar tremenda sorpresa. Por favor, ¡Salve, lo que queda! ¡Abajo la corrupción en Guayana! ¡Viva la revolución! ¡Abajo el arribismo!¡Se cansa uno! ¡Volveré!