Siempre hemos oído decir que en el Táchira está la frontera más viva de América Latina; expresión que demuestra o representa el gran movimiento que por cientos de años se produce en nuestros cercanos pueblos fronterizos hermanados por luchas y situaciones que nos han hecho casi un solo pueblo.
Esta relación tan cercana y dependencia unos de los otros en cualquier sentido que se mueva la balanza de valores de nuestras monedas trae algunos inconvenientes cuando nuestros gobernantes no encuentran la brújula para resolver un gran problema en que se ha convertido el contrabando de extracción de productos subsidiados y de combustibles dado el diferencial de precios al otro lado de nuestra frontera.
No se ha podido encontrar la fórmula para evitar este mal que daña a unos y otros , dado que el c0ontrabando desabastece y ocupa mercados de productos que se producen allende caminos en Colombia.
Todo lo que se ha hecho no lo ha podido evitar y esto ha traído algunos inconvenientes como el sucedido a un amigo que el sábado pasado viajaba a Cúcuta a adquirir un repuesto para su vehículo.
Luego de una interminable e inexplicable cola de vehículos en Peracal sitio adonde se mudó la frontera nuestra, desde hace años es el sitio de verificación de documentos en ambos sentidos, siendo aún territorio del Municipio Bolívar en el Estado Táchira, dejando a la aduana de san Antonio como un control secundario solo para ingreso y salida de mercancías en volúmenes. Y estando en otra fila de vehículos un guardia nacional, les obliga a salirse de la cola y desviar su rumbo hacia el destacamento de frontera situado a una calle de la Ave Bolívar. El motivo, verificación de gasolina, así se lo hicieron saber al preguntar el motivo. Un Empleado se acerca y pide le abran el sitio de carga de combustible para introducir una manguera y extraer combustibles con la explicación de que Ningún vehículo puede salir del país para Cúcuta con un tanque lleno de gasolina, si se lleva en esas condiciones ele extraen la mitad dejando su carro con medio tanque; combustible que va a una gandola estacionada y que se va llenando con todos los aportes de vehículos que son llevados al azar a este sitio.
Preguntando las razones, ante este atropello no hubo quien explicara por qué ante la presunción de que Ud. con un tanque lleno de combustible va a vender parte de ese combustible en Colombia. Nunca se había visto que una presunción fuera delito y de ser así se puede presumir que ellos la extraen para venderla, lo que es bueno para la pava es bueno para el pavo y nadie explica adonde va esta gasolina re colectada.
Pareciera que esta práctica ha generado molestias con razón cuando se atropellan los derechos de libre circulación, y cuando no existe ninguna ley ni decreto que impida que su vehículo este lleno de combustible al dejar el territorio Venezolano.
Se podría pensar en mecanismos que dieran resultados, para controlar la salida de gasolina para Cúcuta pero de esta manera lo que se crea es animadversión hacia un cuerpo que de por sí está cuestionado, en su actividad fronteriza. Se ha oído alguna vez que hay miembros de este cuerpo que poseen vehículos solo destinados a realizar el contra bando de combustible hacia Cúcuta, algo que habría que investigar y probar para poder asegurar y proceder a la denuncia.
Sería interesante oír opiniones de los jefes que han ordenado esta medida anti-constitucional y molesta que solo daña la relación pueblo-fuerza armada al notarse la discriminación y el atropello.
Hay que controlar, pero sin atropellar los derechos y con justicia establecer los mecanismos que nos permitan que prive la razón y la verdad.-
Quizá esa gran cantidad de combustible aparece como gasolina decomisada en la frontera mientras en Cúcuta hay cada día más vendedores ambulantes de los combustibles que sale del País y por las alcabalas de frontera.
NO SE DEBE SER DEBIL, SI SE QUIERE SER LIBRE
