Valencia mi ciudad en alto contraste...

Estas cosas de Valencia la de Venezuela y los que caminamos por ella y antes camine por Caracas y veo su centro transformado y camino en la noche por las calles del centro y solo la entrada del metro que da al capitolio se encuentra descuidada, lo demás está limpio, recuperado o en proceso de recuperación carteleras culturales magnificas, guías muy atentos en el Teatro Principal y me entero que alguno cines como el Cristo Rey y el Catia fueron recuperados y lo celebro y lo aplaudo, claro también veo un “LAPIZ GIGANTE” en la Plaza el Venezolano un poste enorme con punta “ una cosa horrible” que algún funcionario dirá que solo Rodin podría haber hecho algo mejor. Si un Lápiz a dos colores Rojo y Negro realizado durante la administración de Farruco, me aguanto las ganas para no vomitar.

Y entonces me gusta Caracas la insurgente, la dicharachera, la alegre, la de la gente que habla como bailando merengue hoy limpia, bonita con galerías de arte en sus edificios gubernamentales. Con sus edificios municipales rebosantes de arte y belleza. Entonces imagino a mi ciudad mucho mas pequeña y me ganan las ganas y las preguntas, será que he sido demasiado severo con la misma, será que no he deseado ver o hermoso, lo recuperado, lo mejorado, lo pintado, lo lleno de brillo y paso por el CAVAM y veo una muestra de mi amigo Saul Fernandez (Museo de artes Vivas Alexis Mujica) y celebro junto a Saul y lo abrazo y lo aplaudo su obra hermosa, viva, colorida que exalta a los seres humanos y el espacio está limpio, recuperado, hermoso.

Y camino frente al Cavan y esta la Plaza Bolívar y en su piso están las grietas y huecos en el “granito” mal vaciado al parecer, las jardineras sin pasto y la Plaza Bolívar rodeada por vendedores ambulantes y vasos de plástico, y ventas de perros calientes, suciedad una “recuperación” que la saco de una gripe y la mando a terapia intensiva, Alcaparra y sus chicuelos cumplieron su máxima “mientras mas obras, mas sobras” y me lamento. Pero el camino continúa y la Plaza Bolívar es entonces un lugar sucio, triste, mezcla de lupanar y mercado ambulante.

Y marcho por esas calles hacia el PUENTE MORILLO y ya estoy cerca lo imagino recuperado la “inversión fue grande” y lo veo si ese Puente que aguanto La Guerra de Independencia y la Guerra de Federación y a gobiernos Militares y civiles, revoluciones, insurgencias, reparaciones y crecidas del Rio Cabriales y ya el Puente no es el Puente, perdió todo su valor histórico y la “restauración” lo convirtió en un amasijo de hierros y me voy a vomitar lejos, me alejo y trato de aguantar la indignación y veo que el daño al patrimonio histórico de mi ciudad es increíble. ¿Quien es el culpable? De esa porquería…

Y por suerte se agarro el toro por los cuernos y se detuvo y desenmascaro a un ser terrible, odioso, malo, intrigante como Alcaparra y no lo declararon fuera del gobierno por problemas de salud y no dijeron que era un problema que solo lo resolvería el proctólogo se denuncio, se conocieron sus vínculos y por piedad, por lastima, por humanidad se envio a su casa. Entonces veo algunos artistas amigos que levantan ya unas piezas del “Burgomaestre con complejo de Atila” para jugar dardos y ponerlo como bacinilla en sus espacios de creación.

Y camino sobre mis pasos y se que no hago lo políticamente correcto y la terca memoria toca algunas neuronas y entiendo que una de las maneras de no volver a cometer errores es asumiendo que se cometieron.

Valencia resiste, aguanta y yo junto a un par de amigos celebro la Victoria de Brasil y me gana el gozo y grito Goooool cuando los nuestros lo hacen bien….”Lo demás es silencio” diría Kundera…


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Yuri Valecillo


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