Resulta que los habitantes del Estado Sucre que votamos por el actual Gobernador, nos sentimos incómodos, porque alguien, en procura de oxigeno, ideó y propaló el cuento de la “ineficiencia” del Ciudadano Gobernador en el manejo de los asuntos públicos.
(I)
En lo sustantivo habría que decir que quienes dan la cara por lo que se conoce por política, no han manifestado su opinión con respecto a la amenaza que significa que los terrenos del antiguo aeropuerto, ese gran espacio público, empiece a ser utilizado sin una planificación mínima, que se sepa de alguna forma como debe estar organizado y distribuido, cuyas premisas deberían ser muy claras. La primera es obvia, pero no por eso hay que dejar de mencionarla: Los terrenos del antiguo aeropuerto es un espacio para toda la ciudad y en consecuencia debe ser un espacio público en el que debe prevalecer la condición de espacio verde, de disfrute y recreacional. Eso no excluye un uso complementario, que normalmente es de equipamiento urbano. Lo otro es el impacto que tiene sobre los alrededores. Se ha hablado de la posibilidad de que no sea un espacio contemplativo y bucólico. Eso no excluye del todo la aparición del tema comercial, digamos, tal como lo conocemos. La generación de un borde será un tema importantísimo para quien asuma el plan. Y esto es importante porque actualmente tenemos que hablar de la sustentabilidad de los espacios públicos.
Existe, insisto, coincidencia en que este espacio público tiene que ser para toda la ciudad y que toda la ciudadanía debería ser consultada a la hora de tomar decisiones, porque las consecuencias podrían ser muy, muy graves: En primer lugar porque obedecerían a una iniciativa inconsulta. Y ahí empieza a desmoronarse el mito de la democracia protagónica y de que el poder radica en el pueblo, porque para las cosas importantes no se consulta a la gente. Y, en segundo lugar, se demostraría, una vez más, que no importa pasar por encima de los intereses colectivos.
El proceso político que estamos viviendo, encuentra en los terrenos del antiguo aeropuerto una paradoja muy grande, y es que para nada se ha consultado a la ciudad sobre este asunto, y quienes pudieran liderar esto tampoco lo han hecho. Lo que ha habido, simplemente, son voces vinculadas al área urbana y de la arquitectura que han querido y han insistido en que esto sea un tema total y absolutamente abierto. Resulta, que una de las cosas que hemos debatido es, primero, la pertinencia de la consulta y luego la del plan. Incluso la posibilidad de que se abran concursos para que la población de Cumaná opine a través de textos e ideas…Pero, al final, en el discurso que habla permanentemente de la comunidad y de que el poder radica en ella, encontrará en los terrenos del antiguo aeropuerto de Cumaná la necesidad política de entender la ciudad como un espacio de todos, pero también como una preocupación de todos.
Es una realidad que uno palpa a diario, el convencimiento generalizado de que el tema de la ciudad es el que más beneficio le pudiera generar a cualquier alcalde, a cualquier aspirante, a cualquier político, en términos de votos. Paradójicamente eso no se ha cumplido en la ciudad. Lo cierto, es que los políticos que nos han gobernado no han entendido el tema de la ciudad como el espacio de todos, pero tampoco como una preocupación de todos. Pues, los políticos no tienen la ciudad como una prioridad.
La propuesta de un parque en los terrenos del antiguo aeropuerto de Cumaná es un acontecimiento, lejos de ser un objetivo planificado, es de alguna manera permitir rescatar ese espacio abandonado o deprimido. Este parque debe tratarse como un lugar en el que la vivienda no tiene cabida; entre otras cosas, porque eso genera otro tipo de usos, y por la importancia de preservar ese espacio como área verde. Eso nos aproximaría al estándar internacional de lo que son metros cuadrados de parques por número de habitantes.
Una de las cosas que hemos debatido es, primero, la pertinencia de la consulta e incluso, con la posibilidad de que se abran concursos para que la población opine a través de textos e ideas. Y luego la del plan maestro, donde se defina un espacio público en el que debe prevalecer la condición de espacio verde, de disfrute y recreacional. La inexistencia de un plan que defina la organización, distribución y las condiciones de uso y desarrollo ha permitido ocupar ese gran espacio público, y de ahí, todas esas ideas peregrinas de utilizar esos terrenos del viejo aeropuerto como un área de viviendas. Creemos, que estos terrenos deben tratarse como un lugar en el que la vivienda no tiene cabida; entre otras cosas, porque eso genera otro tipo de usos. De esta forma se ha ido ocupando esos espacios y se ha dejado de lado otra idea que es muy importante, un plan que analice la incorporación de estos espacios a una red de espacios públicos que nos permitan ir de oeste a este y de norte a sur.
Quienes de alguna manera han gobernado la ciudad tienen que tener muy claro, que mas allá de que manejen votos y se articulen con las comunidades de cierta manera, deberían asesorarse en esta materia. El tema de la sensibilización puede funcionar en la medida en que las voces surjan, en la medida en que los medios también lo recojan y en la medida en que nos toque convencer a más de un político que está bien, hable de su candidatura, pero que también hable de este tema que está ahí, atravesado, y que está empezando a desmoronarse sin que nos demos cuenta. Igualmente, de que Cumaná cuente con un espacio público de envergadura que sea el disfrute de todos sus habitantes. De todos los que vivimos aquí.
(II)
En medio de los avatares de los incidentes de la vida local, se miente con relativo éxito. Los cuentos y consejas adquieren carta de ciudadanía, son repetidas hasta la saciedad y casi se convierten en verdades. Resulta que los habitantes del Estado Sucre que votamos por el actual Gobernador, nos sentimos incómodos, porque alguien, en procura de oxigeno, ideó y propaló el cuento de la “ineficiencia” del ciudadano Gobernador en el manejo de los asuntos públicos.
Me imagino que el ciudadano Gobernador en su accidentada gestión como gerente es responsable de varios errores. Pero de ese, del que se le señala… ¿será cierta?... Sencillamente, no lo sé. Y nadie, hasta ahora, lo ha podido demostrar. Sin embargo, la mentira creció, dio frutos, se expandió a más no poder y aún no falta algún repetidor de vaciedades que, suponiéndose original y agudo, se lo endilga a uno. Por supuesto, yo por respeto a la verdad no lo pongo en duda. Pero, es tanto el decir que me quedo pensando y ya no puedo uno seguir callado.
A la luz de esta realidad, los ciudadanos de esta tierra del Gran Mariscal no podemos hacer de la indiferencia un instrumento de fortalecimiento de una supuesta conducta “ineficiente” de este funcionario público. Por eso, es honesto, exigir la renuncia. Hay efectivamente allí el problema de fondo para el Gobernador. Y por eso mismo, cabe preguntarnos: … ¿Acaso esta situación no nos convierte de simples tolerantes a irresponsables?
Creemos que nuestro Gobernador no escurrirá el bulto, confiamos en su voluntad para aclarar esta situación, estamos convencidos que nos ayudara a buscar la seguridad y tranquilidad en el comportamiento general de la vida ciudadana. No obstante, haber demostrado capacidad para enaltecer y estimular la conducta “ineficiente” que ha demandado la atención pública. Y esto en verdad es decepcionante. Y demás está decirlo, esto es grave.
Hoy más que nunca -que no quede duda de que soy un revolucionario y estoy atendiendo al llamado del presidente Hugo Chávez- hay que mantener una ruptura con una conducta “ineficiente” por parte de quien ejerce el poder del Estado Sucre actualmente. Por tal motivo, proponemos la organización de una reunión con todas las organizaciones sociales, culturales, gremiales y personalidades para activar un Referendo Revocatorio, solicitar los requisitos al Consejo Nacional Electoral e iniciar la recolección de firmas. Y de esta manera, activar este mecanismo a un Gobernador que no sabe de plusvalía y dejo atrás las utopías y los sueños.
¡Ahora más que nunca Chávez somos todos! … ¡En el nombre de Bolívar, de Cristo y de Chávez, la lucha sigue! ... ¡Viva Maduro, Viva el presidente obrero!
Desde Cumaná, Sucre, Venezuela, a los 13 días del mes de diciembre de 2014.