Con una precisión de comando militar, unos 300 taxistas al mando de su líder Benjamín Lara, lograron trancar todos los accesos viales externos e internos de la ciudad de Mérida y a las 7 am., tal como ya lo habían acordado vía twitwer y wasahp todo estuvo consumado.
Ni el líder estudiantil Nixon Moreno, en sus mejores tiempos, había logrado tal precisión en la operación de paralizar a toda la ciudad, sin que se hubiera producido algún altercado o reacción adversa de ciudadanos que no estuvieran de acuerdo por considerar que se le estuviesen violando sus derechos constitucionales de libre tránsito.
30 puntos de cierre con participación activa y militante de 10 taxistas cada uno, apoyados por 5 motocicletitas y periodistas profesionales y gente con cámaras en cada uno, preparados para enviar vía satélite imágenes de cualquier acto de represión por parte de los cuerpos represivos del Estado que pudiera sobrevenir, más la seguridad de que recibirían un abono por las horas no trabajadas, hizo que a la hora de escribir esta nota (3:pm) la ciudad continuara paralizada. Total éxito. ¡Son unos verracos!, exclamaría un colombiano.
La gran mayoría de los merideños que ya llevaban tres días de asueto, por el puente largo que disfrutaron, lo que hicieron fue quedarse en su casa y no darse mala vida, más bien agradecieron a los taxistas y a su líder el haberles regalado un día más de descanso. Los comerciantes felices, pues esto les permite más tiempo para etiquetar sus productos con nuevos “precios justos” y así “favorecer” a sus clientes que vendrán más angustiados el día miércoles a llevarse lo que sea y pagar lo que le pidan sin rechistar.
Los medios de comunicación radial, casi en un 90% daban partes en los que anunciaban que el paro era total y que se mantendría hasta que el gobernador recibiera a una comisión de los taxistas, pues según ellos se habían parados porque el ciudadano gobernador no les había contestados a los multiplex pedimentos que ya le habían hecho. El argumento central del paro era contra la inseguridad que sufren humildes padres de familia que se ganan la vida tras un volante para llevar el pan a sus hogares.
Benjamín Lara es el único líder de la MUD que ha logrado dos hazañas que merecen ser destacadas: La primera haber elevado las tarifas de transporte en tiempo y cantidad record. En una semana logró que las carreras cortas de los taxistas subieran de Bs. 45,00 a Bs. 150,00 y los pasajes de busetas subieran en menos de un año de Bs. 3.50 a Bs. 15,00. Esos montos nunca los habrían podido alcanzar sin haberse producido disturbios estudiantiles y protestas de la población afectada. Gracias al actual alcalde de la ciudad y al silencioso y obediente movimiento estudiantil, todo esto pasó sin que nadie dijera ni pio. La segunda hazaña estuvo en haber violado todo el ordenamiento jurídico municipal y nacional, relacionado con las tarifas de transporte, sin que la fiscalía y autoridades de control de precios se dieran por enteradas.
El hombre que debería encabezar la lista para diputado por la MUD por el Estado Bolivariano de Mérida es Benjamín Lara y no William Dávila, pues este último no tiene el liderazgo ni el poder de convocatoria del primero. Honor a quien honor merece.
Nota: Los Adultos Mayores de Mérida tenemos mucho que agradecer a Benjamín Lara por todo el esfuerzo que hace para que nosotros recibamos un buen trato por parte de los choferes que manejan las busetas y no nos cobren los pasajes. (Si usted es Adulto Mayor y muestra su cédula para que el chofer no le cobre el pasaje y logra salir de la buseta con vida, le agradezco me lo haga saber a través de mi correo. Por favor tomar el número de placa y el nombre de la línea, para esperarlo y subirme sin temor).
