“Ay Chavela” es el título y coro de una canción que por los años sesenta sonaba en las rokolas de mi pueblo y la oía, no porque vivía dentro de las rokolas de mi pueblo, sino porque sonaban duro y uno las oía como si estuvieran en la sala de la casa.
Chavela es un personaje de Anzoátegui o más bien, es parte de toda una historia a través de la cual puede mirarse, analizarse y evaluarse la revolución en Anzoátegui que me piden que defienda. Esta Chavela está institucionalmente en todas partes, pero no con el nombre de Chavela, pero a los efectos de observar la revolución que me piden que defienda, es la misma cosa.
Hay una Chavela real y casos que son parecidos al de ella. Desde que tengo conocimiento de la cooptación en Anzoátegui, esta chavela con sus méritos supongo, ha sido candidata para muchas cosas, ha sido diputada, ha estado aquí y allá; como si en Anzoátegui, el PSUV estuviera cargado de puros lerdos y sólo hay unos 40 camaradas capacitados para ocupar cargos de importancias que después lo heredan y se lo transfieren a su familia.
Esta Chavela que tomo ahora para observar una revolución que cada vez veo menos, pero me piden que defienda, es exactamente el caso Cordagro. Toda una familia a la cabeza. Es igualmente el caso de las EPS que manejan la proveeduría para asistir a los transportistas del Estado. En este caso, la dirección de este organismo estuvo bajo la batuta de Lisandro Marcano. Este Lisandro debió salir para acompañar a Aristóbulo en la Vicepresidencia. ¿Qué hizo antes de empacar sus maletas? Lisandro preparó su testamento y dejó encargado a un hermano de dos dependencias de la gobernación. No fue una, sino fueron dos con y eso vino con un “paquete” familiar incorporado, con algunas ramas de su árbol geonológico. Hay Chavelas por todas partes.
Lisandro Marcano heredó esas instituciones y revolucionariamente se la transfirió a su hermano. No sé si esto es legal, pero es real en la revolución de Anzoátegui.
Así pasa en Cordagro, que es una institución de la gobernación con personalidad jurídica y prácticamente una familia tiene el pleno control de este asunto. No hay más personas competentes en el PSUV de Anzoátegui.
El “Ay Chavela, Chavela, Chavela”, como ya dije, es una vieja canción que cantaba Antonio Aguilar y Pedro Infante. Na' guara, recógeme la cédula ahí. La recordé porque formo parte de un equipo estadal de personas que se toma regularmente la tarea de investigar y evaluar ciertos asuntos públicos y dentro de esta tarea, me encuentro que está Chavela, que intenté describirle al comienzo de este artículo es hoy directora de una institución de la gobernación que se llama FUNDEPANZ. Hace poco, según constaté; este FUNDEPANZ estaba dirigido por “Che Figueroa” otro de los pocos de esta lista que no pase de 40 personas que tienen toda la administración pública entre sus manos.
Cheo Figueroa ha estado en toda y no creo que califique como revolucionario profesional. Ha estado en todo, pero no exhibe méritos y logros. Recientemente lo ascendieron como Director del Ministerio de Agricultura y Tierra (MAT) en Anzoátegui. No hay en Anzoátegui un agrónomo competente. Es más, creo que en Anzoátegui no hay nadie, porque últimamente todo lo traen de Caracas. Nos traen el candidato a gobernador, candidatos(as) a diputados y así vemos “aplicar” magistralmente el concepto de endógeno.
No sé qué cosas extraordinarias realizó Cheo Figueroa en FUNDEPANZ. Seguro que ninguna, pero lo ascendieron y como ese cargo de director de FUNDEPANZ era de él y en Anzoátegui no hay más de 40 personas que tienen secuestrada la administración pública; Cheo Figueroa como se siente dueño de FUNDEPANZ y la gobernación pudo haber entregado esos cargo como parte de una herencia; El camarada Cheo Figueroa, le transfirió esa herencia a su pareja o esposa: Chavela
Así va la revolución en Anzoátegui, que me pude que defienda.
@La_DagaRoja
