Hoy todavía sigue vigente la letra de esa gaita del inmortal Ricardo Aguirre. Cuarenta y siete años después que esa gaita se popularizara, Maracaibo, sigue tan marginada como nunca. El Gobierno Municipal abandonó la ciudad hace varios años. Sencillamente, no hay alcaldesa. Este personaje es tan sombrío, lúgubre y tétrico que parece salido de un films de Alfred Hitchcock. Maracaibo parece sumido en el peor episodio bélico. Las calles y avenidas llenas de huecos, no hay un lugar sano donde transitar. Las aguas servidas desbordadas por innumerables sitios de la ciudad, produciendo focos contaminantes y generadores de enfermedades. La basura, eso sí que es grave, no hay un lugar por donde no haya grandes acumulaciones de desechos domésticos o industriales, montañas de basura por todo Maracaibo. Es increíble como la ciudad se ha transfigurado en un gran basurero, años tras año y el problema no es resuelto, por el contrario, se ha agudizado de tal manera que se ha convertido en cultivo de enfermedades que amenazan con transformase en pandemia.
Los semáforos en la ciudad son un caos, ninguno sirve. Todos los días nos enfrentamos a los interminables trancones por esta calamidad. Choques y arrollados son el día a día en Maracaibo por la falta de semáforos. No hay gobierno local y lo observamos en el desorden de los buhoneros. Ellos tienen derecho a ganarse el pan, pero debe existir un mínimo de organización para que el resto de los ciudadanos no se vean afectados por esa práctica comercial. A la Alcaldía no le interesa y ha dejado al libre albedrio a los buhoneros. Los robos, hurtos, atracos, secuestros, cobro de vacunas, cobros de rescate ya son percibidos como algo normal en la ciudad. No hay cuerpo de seguridad que nos ampare, solo se dedican a matraquear e intentar sacar provecho de cualquier situación para endosarse un dinerito extra a costa de los ciudadanos.
Otro gran problema es la indigencia desbordada en la ciudad, las esquinas fueron tomadas por niños, adolescentes, adultos y ancianos para pedir dinero. No hay ningún organismo que vele por la bienandanza de estos seres humanos que deambulan por la calles pidiendo dinero o comida para sobrevivir. Y ni hablemos de aquellos cientos que hurgan en las montículos de basura (que pululan por las calles) para recolectar desechos o comida. No es posible que ante este infortunio las instituciones no tomen acciones para resguardar y brindar bienestar a estas personas que han sido excluidas del sistema social. A la alcaldesa le importa poco lo que sucede en la ciudad. Para ella son más importantes sus viajes de placer y lucir rejuvenecida, que el buen vivir de los ciudadanos.
Ante esta situación, ni Gobierno Regional ni el Nacional han dado respuesta y permanecen como cómplices silenciosos de la catástrofe de una gestión municipal. Es por ello que esta gaita sigue tan vigente como ayer:
- intro -
Un pueblo noble
Y creyente fe reclama
Y entristece la penumbra
En su dolor
Casi se esconde de su sol
Como apenado por el olvido
En que se encuentra su región
- estribillo -
Tierra inmolada
Maracaibo señorial
Aún deberás continuar
Sacrificada
Maracaibo tierra mía
Idolatrada
Y olvidada por ser leal
Maracaibo marginada
Y sin un real
Que más te puede pasar
Que ya no te haya pasado
- verso I -
Siendo la gran capital
De un estado prominente
Sufre religiosamente
Del olvido nacional
- verso II -
Siendo rica y colosal
Tu pobreza es elocuente
Porque tu riqueza es fuente
Para el progreso local
- verso III -
Si el gremio municipal
No nos ampara hoy en día
Sufriremos la agonía
De una pobreza bestial
- verso IV -
A tu amada capital
Marabino ni tu astucia
Siendo rica, pobre y sucia
Del caos podrás salvar
