La leyenda histórica El Perro Nevado, obra del escritor merideño Tulio Febres Cordero, es como indica su identificación, parte historia y parte ficción y exageración. Entre la parte histórica, y por tanto real de dicho texto, está el relato del paso de Simón Bolívar por el páramo merideño y el obsequio a él, por parte del señor Vicente Pino, personaje influyente de la provincia de Mérida, de un hermoso cachorro de una raza que se conocería posteriormente como Mucuchíes, y que sería fiel acompañante de Bolívar durante su gesta libertadora. Considérese que quien entregó personalmente a Nevado al Libertador fue uno de los hijos del señor Pino, de nombre Juan José, quien a una avanzada edad se entrevistó con Tulio Febres en el mismo lugar donde el famoso perro salió intrépido al encuentro a la tropa de Bolívar, en la hacienda Moconoque, cerca de la población de Mucuchíes.
He aquí la reseña de la conversación entre quien entregó en manos de Bolívar a Nevado en junio de 1813, y Tulio Febres Cordero, publicada en el periódico Semillas de Mucuchíes, número 21, año III, 01 de febrero de 1935. En tal conversación, posiblemente realizada a finales de la década de 1880 o a inicios de la de 1890, el señor Juan José Pino detalló a Febres Cordero lo relacionado tanto con el afamado perro como con otros aspectos.
"Don Tulio (…), fue en el memorable sitio de Moconoque donde, en íntima y espontanea confidencia, obtuvo del venerable anciano Don Juan José Pino el detalle preciso que sirvió de base para escribir la interesante leyenda histórica de EL PERRO NEVADO, una de las inspiraciones mas bellas, mas expresivas, mas sentimentales y mas atractivas con que el ilustre escritor emeritense ha enriquecido la antología venezolana".
