"Es La Grita un divino pensil, saturada siempre de luz y altivez, de todos los pueblos del Táchira es, uno de los pueblos más noble y gentil. Todito el que viene a este valle de amores, quisiera quedarse para allí vivir, pero si algún día le toca partir, se va con tristeza o se lleva una flor".
Héctor Gonzalo Paredes Márquez (Canción La Grita)
A propósito de la nueva Misión "Venezuela bella" creada por el Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela Nicolás Maduro Moros, sería oportuno que se incluyera además de las 62 ciudades escogidas a corto plazo, la Ciudad del Espíritu Santo de La Grita en el estado Táchira.
Desde luego que no dudamos de la buena intención que privó a la hora de seleccionar estas importantes ciudades de nuestro país en más de 574 proyectos y como en el caso del Táchira, donde se incluyó a la capital del estado San Cristóbal y a la ciudad fronteriza de San Antonio.
No es nada fácil iniciar este toque de cariño y remozamiento de importantes ciudades del país, muchas abandonadas en el tiempo y a la buena suerte de algunos hijos, preocupados no sólo por su belleza estética sino por su trascendencia histórica y por la preservación de su patrimonio cultural y arquitectónico.
Podemos tener muchos recursos y buenas intenciones, como pensamos han privado en muchas iniciativas que llegan a Miraflores. El Primer Mandatario anuncia una nueva Misión como lo ha hecho con millares de proyectos impulsados por el Estado venezolano.
Maduro citó cifras fabulosas en euros (más de mil millones) y bolívares que superan los millardos para financiar los proyectos en todo el país.
Es muy significativo que en momentos difíciles como los que actualmente atraviesa Venezuela y cuando es amenazada por poderosos enemigos externos y cipayos criollos, un gobierno revolucionario haya volcado sus ojos sobre el abandono y la desidia que ha condenado a muchas ciudades, al descuido y al deterioro de sus infraestructuras, espacios públicos y espacios urbanos relevantes.
No somos pájaros del mal agüero y desde un primer momento del lanzamiento de ésta nueva Misión pensamos en su lado positivo y en su beneficio para los ciudadanos de esta bella república, calificada por muchos como "El Paraíso de América".
Actualmente hemos visto buenas intenciones en las primeras de cambio de la proyección de la Misión "Venezuela Bella", por canales de televisión en especial del Estado y con una Sala Situacional de la Misión Barrio Nuevo Barrio Tricolor.
Esta iniciativa es positiva para dar a conocer dicha Misión. En el fondo esperamos que el esfuerzo no se quedé sólo en un afán protagónico de quienes aparecen en la pantalla, así como de quienes han desaparecido con grandiosos recursos invertidos por el Gobierno destinados a obras para el pueblo venezolano.
Muchas de esas obras, como lo hemos visto en el pasado, quedan inconclusas o mal construidas y se convierten en mamotretos o monumentos a la desidia o en "minas de oro" que sólo sirven para sacar dinero a las arcas del Estado venezolano, por culpa de gobernantes o contratistas inescrupulosos o ladrones de "cuello blanco".
Ahora que se inicia la "Misión Venezuela Bella" es propicio el momento para que el pueblo, basado en la Constitución Bolivariana, ejerza su papel de contralor social, rol para lo cual está facultado. Ha llegado la hora para no quedarnos tan sólo en las buenas intenciones y dejemos al Gobierno sólo con sus proyectos, porque "Juntos todo es posible".
Igualmente pensamos que el Estado venezolano por experiencia acumulada en el proceso revolucionario, debería paralelamente a la creación de nuevas misiones crear instituciones o fundaciones que custodien no sólo la marcha de los trabajos sino el pulcro manejo de sus recursos.
En el caso de la Misión "Venezuela Bella" deseamos su éxito y que su objetivo sea estimulante para el gentilicio venezolano. Su intención es motivante y además representa un estímulo para querer más a nuestro país y el hábitat de sus habitantes.
Mucho más allá de un trabajo mancomunado y de grandes inversiones para restaurar y reconstruir infraestructuras, edificaciones históricas o patrimoniales, está la siembra de una cultura de mantenimiento preventivo y del amor por cuidar lo que nos identifica en el mundo.
El esfuerzo no debe ser sólo una acción cosmética y de buenas intenciones porque es más lo que necesitamos en Venezuela. No es sólo querer lo nuestro o decir ¡qué bonito! Más allá de la acción de una Misión está la siembra de valores por encima de los vende patria, quienes desean la destrucción de nuestro patrimonio, de nuestra identidad o hasta una guerra.
Con la llegada del espíritu de la Misión "Venezuela Bella" está la identidad y la cultura de un pueblo que debe mirar a profundidad su historia y sus raíces, más allá de mirarse su ombligo.
En el Táchira además de la necesidad de una pintura o un retoque cosmético para sus ciudades, están las raíces históricas que identifican a nuestro país con su cultura y la esencia del gentilicio venezolano.
En los linderos de los estados Táchira y Mérida está la "Ciudad de la Neblina", la "Atenas del Táchira", la capital histórica de la "Provincia del Espíritu Santo de La Grita".
El Santo Cristo de La Grita y su vocación religiosa, turística y agrícola esperan por un cariño y la participación activa de sus hijos y gobernantes para no dejar pasar el espíritu contagiante de la Misión "Venezuela Bella".
La Grita capital del Municipio Jáuregui evoca al Libertador Simón Bolívar y su "Campaña Admirable" y a más de los doscientos años de Angostura, espera su rescate y su proyección histórica.
Una Escuela para el Turismo y el rescate del Hotel "La Montaña" es una imperiosa necesidad para las futuras generaciones del Táchira y de Venezuela.
Desde los páramos andinos y la cima de "El Púlpito" en el Páramo de El Batallón con sus lagunas se oye un grito en el silencio: ¡La Grita también es bella!
¡Amanecerá y Veremos!