Los venezolanos estamos obligados en la presente etapa histórica a voltear la página y hacer el mismo esfuerzo porque el polo de desarrollo industrial que tiene asiento en este territorio, sea un verdadero musculo capaz de potenciar al país. Lastimosamente hemos tenido que soportar constantes asedios, a la que ya nos estamos acostumbrando, si no son sanciones, son amenazas o guerra económica por parte del imperio gringo. A todo esto, se le une el ingrediente del burocratismo rampante y los consabidos negocios que personeros irresponsables han practicado en las gerencias de la CVG. En oportunidades por las malas praxis utilizadas y en otras porque no tienen ni idea para afrontar los verdaderos problemas.
En los últimos días han arribado visitas importantes a la región de altos funcionarios del gobierno nacional; esperamos que en algún momento el presidente Maduro o alguien autorizado nos informe del estado de salud de las empresas. Tenemos información de la puesta en marcha del desarrollo de una política bajo la orientación de los Consejos Productivos de Trabajadores (CPT) en el cual el ejecutivo nacional se propone a impulsar los niveles productivos de las empresas con participación activa y protagónica de los trabajadores. Es decir que los recursos dirigidos a las empresas básicas de Guayana deben ser dirigidas colectivamente con la finalidad que dicho recurso no se vaya por los caminos verdes y sigamos transitando la senda del deterioro. Sabemos que en Venezuela disponemos de unas estructuras con capacidad tecnológica para abastecer las empresas de insumos y repuestos, donde la sociedad de cómplices no permite el aprovechamiento de ese potencial, al negociar para su beneficio particular en el exterior.
Los trabajadores de las empresas básicas de Guayana se están jugando en este semestre a Rosa linda; están claros y convencidos del potencial humano con capacidad técnica para echar adelante el parque industrial de Guayana; para ello el aparato administrativo, la producción y la comercialización deben estar celosamente auditadas. Señor presidente Nicolas Maduro llego el momento que los funcionarios para dirigir a la CVG no sean turistas sin dominar la realidad. Los trabajadores están muy pendientes de estas designaciones que son de la estricta responsabilidad del alto gobierno. Las aperturas de estas empresas motorizadas por los trabajadores igualmente deben estar acompañadas por la designación de esta masa que labora en Guayana.
Vale para este caso hacer uso de un dicho popular; zapatero a sus zapatos o lo que es lo mismo, técnicos comprometidos con sentido de pertenencia y compromiso patrio, que esperamos ver gestionando en este plan de recuperación de las empresas de Guayana.