Ciudad Guayana…hasta cuando tanta mendicidad

El cuadro político, económico, empresarial que hoy experimenta el estado Bolívar es preocupante para quienes hemos transitado los caminos revolucionarios contra los gobiernos burgueses y antipopulares. Es lamentable el cuadro de deterioro que se aprecia, sin ir muy lejos en Puerto Ordaz; donde la basura pulula sin ningún control en algunas partes de la ciudad que amenaza la salud de los vecinos. Una calle tan transitada como es la Dalla Costa de San Félix, que es prácticamente su puerta de entrada, las montañas de basura es para salir corriendo. La falta de iluminación de calles y avenidas; los semáforos inservibles. Pesar por estar sentada en una región donde contradictoriamente se produce el 75% de la energía eléctrica que se distribuye en el país. Ante este nuevo rumbo que ha tomado nuestra economía, arreglar una avería eléctrica o telefónica cuesta 30 d0lares. Ni que hablar de internet. El mismísimo Transbolivar o buses de la gobernación; que hacían el recorrido en tiempo realmente corto por las principales avenidas entre Puerto Ordaz y San Félix, desaparecieron como por arte de magia de la ruta, solo se salvaron las llamadas paradas. Nadie da una explicación cónsona, emitiendo criterios o aportando soluciones para su puesto nuevamente en actividad. En algunos estados digitalizaron el cobro a los usuarios y está funcionando normalmente. La pandemia, por denuncia incluso del personal de la salud esta galopando en el municipio Caroní, que no se están registrando en los informes nacionales, la escasez de medicinas en los centros hospitalarios y los CDI. La gasolina es otro de los graves problemas que esta sorteando la población de esta parte del país, los conductores tienen que pasar en algunas bombas de surtimiento días, primero para un fulano marcaje y luego para ser aprovisionado, esperando estoicamente que la Zodi Bolívar se pronuncie que días lo puede hacer; 20 litros si es subsidiada o 30 si es dolarizada. El suministro de agua potable. El gas es otra calamidad, una espera infructuosa, tanto a los que viven en las barriadas, urbanizaciones y en los edificios aquello es calamitoso y de pronóstico reservado. En fin Ciudad Guayana se ha convertido en una ciudad hundida en los más graves problemas para el vivir viviendo.

Grave también es la especulación abierta y descarada que atenta contra la estabilidad de quienes vivimos en esta parte del país, prácticamente desenfrenada; frente a unos organismos que estarían llamados a combatirla que lucen parapléjicos y de una alcaldía que no da evidencias de hacerse sentir. Es el momento de aprovechar esta oportunidad para dirigirle un mensaje a los trabajadores de las empresas del hierro y el aluminio a quienes se les ha suspendido el servicio médico desde hace tiempo; por otro lado se está utilizando la figura del prejubilado que lo mandan para su casa y le bajan el salario. Esto lo vamos a abordar más adelante.

Quisiéramos por esta vía que alguien le haga llegar a la señora Jacqueline Faria, las necesidades del pueblo de Ciudad Guayana, que lo visite. La parroquia Unare y las inmediaciones del mercado; lo mismo San Félix y su mercado municipal, que sea una visita de trabajo y no turística y se percate de los zamuros que revolotean en sus basureros y alrededores. Esperamos que no sea necesario pedirle al señor presidente designe a un protector para esta desprotegida y olvidada ciudad. Hemos dicho

 



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Luís Roa

Licenciado en Administración de Empresas (ULA). Luchador social. Jubilado de CVG Alcasa

 Luisroa519@gmail.com

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