No sé si los seguidores de las teorías como las de Konrad Fiedler [1], quien, dijo: "el dato utilitario de la arquitectura reafirma el carácter artístico de esa forma de arte, no disminuido por su destino práctico… pues, siempre se puede reconocer en el arte una función práctica". Pero, otros críticos como Renato De Fusco [2], no tienen muchas dudas en extender hasta ella esos principios que reconoce como del arte, dijo él, hablando sobre su idea de la arquitectura: "[…] no reproduce la realidad, sino que constituye una realidad". Entonces, se puede reconocer en la arquitectura el propósito de una explicación académica a la pragmática gesta arquitectónica del gobierno regional del Estado Sucre, quien como seguidor de la arquitectura con valor en sí misma, asume que ella tiene que dar otra respuesta que su propia imagen, con lo cual, más allá del uso que se le quiera dar, su valor está en la imagen, en las sensaciones que ella transmite, en el hecho emocional, en el resultado estético. Una especie de EdwinRojiismo arquitectónico que representa la suma de lo que tiene que dar la arquitectura: el proyecto es él mismo.
LA ARQUITECTURA UTILITARIA
Entonces, resulta fácil reducir la razón de la arquitectura a un simple dato utilitario: primero, porque las convicciones y los prejuicios que determinan la lectura definitiva que cada quien le da a los acontecimientos del mundo objetivo. Segundo, porque el análisis totalizador está sustentado en criterios técnicos o científicos inobjetables desde la arquitectura y el urbanismo. Y, tercero, porque es evidente que en los debates siempre aflora el conjunto de valores, creencias e imágenes que hemos conformado como representativas del mundo que observamos, ideología la llaman.
Es bueno apuntar al centro del problema, que no está, de ninguna manera, en la preocupación de una elite arquitectónica o etnológica sino en un sentimiento colectivo que va más allá de solicitar una "Declaratoria de emergencia para Cumaná", https://www.aporrea.org/regionales/a271000.html, sometida a los avatares de un gobernador charlatán y un alcalde de mirada corta que sonríe complacido frente a una especie de EdwinRojiismo arquitectónico, hubiese podido decir avaricia e ignorancia, https://www.aporrea.org/regionales/a270475.html, por lo cual nos permitimos adelantar esta evaluación para que se conozca nuestra versión de trabajo de manera preliminar:
1. EL PALACIO DEL MÁRQUEZ DE CAJIGAL
El Palacio del Márquez de Cajigal fue un monumento de la arquitectura colonial propia del trópico caribeño del siglo XVIII, poseedor de un jardín nobiliario compuesto por árboles centenarios, una tapia perimetral y un arco triunfal trilobulado, declarado Patrimonio Cultural y, por tanto, forma parte del entorno y continuidad visual a los edificios de la poligonal del área de interés histórico de la Ciudad de Cumaná, https://www.aporrea.org/cultura/a264182.html, donde se encuentran edificaciones que el Estado venezolano ha declarado monumentos nacionales y patrimonio histórico. Resulta, que el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC), con fecha 22 de noviembre de 2018, envió un oficio al gobernador Edwin Rojas con copia al alcalde Luis Sifontes, donde insta, a restituir la casa de gobierno a su estado original. La misiva oficial del instituto rector en materia patrimonial está firmada por la antropóloga Dinorah Cruz, presidenta del IPC. Destaca la correspondencia que la casa de gobierno está declarada bien de interés cultural de la nación, https://www.aporrea.org/regionales/a263042.html. El IPC comunicó que, de conformidad con el Artículo 32 tercer aparte de la Ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural, se deberá restituir de manera urgente la casa de gobierno a su estado original.
2. EL PASEO SANTA INÉS
Con la ejecución del Paseo Santa Inés no se logró superar la crisis formal, ambiental y social que en el área de interés histórico de Cumaná se había generado; pareciera ser un fenómeno local en el empeño sistemático, por parte de los actores con poder para intervenir y transformar físicamente la ciudad, en borrar toda memoria histórica. El problema no pareciera estético, técnico y ético, https://www.aporrea.org/regionales/a280132.html, sino uno donde se rompe cualquier continuidad histórica, ni pensar que se construye con coherencia en nuestro contexto, impidiendo valores que conserven la memoria urbana. El Paseo Santa Inés, forma parte del urbanismo de enfoque morfológico, con su moda de intervenciones puntuales y escenográficas sin visión de sostenibilidad en el tiempo Allí, se desperdició suelo urbano, se jugó a construir un pasado en el presente, se permitió construcciones falsas y se propuso destruir edificios reales. https://www.aporrea.org/actualidad/a286762.html, Estos elementos pueden considerarse claves para entender el fracaso de las posiciones teóricas-estética sugeridas por Robert Venturi [3] y como consecuencia de estos olvidos se perdió la escala y el ambiente humano dentro del contexto urbano que apenas podía mostrar algún patrón o tipo a identificar.
3. EL PRIMER PUENTE MUSEO BOULEVARD DE VENEZUELA.
Nada más falso. La proposición del puente boulevard debió consistir en una puerta urbana dispuesta en el eje vial de la plaza Miranda, reconociéndolo y reforzándolo, mientras una pronunciada fractura en la misma dirección acentuara la tensión espacial, recuperando la imagen unitaria y enriqueciendo asi el fenómeno espacial del sector. Más allá de la ciudad que lo identifica, esta vulgar labor ingenieril de fragmentos debió hacerse arquitectura urbana y como un portal de "acceso" remitir a un fenómeno de dimensión territorial a lo largo de esa sinuosa curva, intensa y vertiginosa por donde pasaba el río Seco o Madre Vieja. Al mismo tiempo, el otrora puente Guzmán Blanco (1877), como un punto de inflexión, debió ser considerado zona del desplazamiento más significativo del territorio urbano cumanés donde la dimensión geográfica de la ciudad adquiriera sentido hacia todas las direcciones.
4. EL OBELISCO DE CUMANÁ.
Un paisaje entre monumentos conforma este sector de Cumaná que sobresale en el territorio urbano. Es la primera imagen que nos sorprende al acercarnos a través del puente Gómez Rubio: un obelisco que se destaca sin más límite que el área de interés histórico. Es la base de un entramado que sirve de soporte a un conjunto de intervenciones-obras que nos hablan de un crecimiento urbano "no planificado", que confronta la ciudad de Cumaná. Si bien la dinámica actual apunta hacia otras áreas de desarrollo urbano y, al igual que sucedió en los inicios del siglo XX cuando Cumaná se abría a novedosas tipologías arquitectónicas, ahora intervenciones simbólicas a mayor escala y algunas otras obras monumentales-tipos parecieran desplegarse hacia las afuera de la misma ciudad histórica y tradicional, conformando la otra ciudad.
5. EL BOULEVARD CINTA COSTERA DE CUMANÁ,
En el Boulevard cinta costera de Cumaná, coexisten dos elementos que desdeñan y condicionan la formación de la ciudad: el primero, consolidar el sentido de pertenencia colectiva del sector intervenido y, el segundo, alcanzar un atractivo de la ciudad como producto turístico. Estos aspectos afectan considerablemente la imagen de la ciudad, debido a esas contradicciones, las cuales generan ambigüedad al momento de compartir los puntos comunes de la imagen de la ciudad de Cumaná. Por lo tanto, la misma sólo puede ser caracterizada por la dimensión distintiva que ésta tiene en la percepción, en la memoria e identidad del cumanés. Creemos que la colectividad cumanesa es vista de diferentes modos y maneras por esa especie de EdwinRojiismo arquitectónico, ya que la imagen que esta forma como producto turístico, no necesariamente es fruto de una comunicación pública acertada y planificada. Es por todo esto que debemos estudiar, comprender y aprender cómo es percibida la imagen urbana, y en base a esa información formar difundir la imagen que se desea, para crear a su alrededor sentimientos de pertenencia, validez, reconocimiento y credibilidad.
6. EL CAMBIO DE USO DE LAS ISLAS DE LAS AVENIDAS
El proyecto plantea la redefinición del uso del suelo de las islas de las principales avenidas de Cumaná, insertando caminerías peatonales, asientos para visitantes, contemplando la imagen del espacio a través del uso escenográfico como fuente placer estético visual, destruyendo los tradicionales usos abiertos para las áreas verdes, https://www.aporrea.org/actualidad/a204827.html. La ciudad confirmará lo absurdo, pueril y arbitrario de una intervención que atenta contra una estructura de espacios vitales que no posean realmente un valor de uso para la comunidad.
7. EL PROYECTO FERROVIARIO DE CUMANÁ
Que "Cumaná contará con un sistema ferroviario desde las Villas de El Peñón hasta el Monumento", pudiera suponerse que se trata, más bien de una mentira piadosa para fomentar el asombro y la admiración de la población con el desgastado gobierno regional, o sea, una especie de EdwinRojiismo arquitectónico crónico y enfermizo.
LA ARQUITECTURA NO ES ARTE
Mucho temo que quienes hablan de esa especie de EdwinRojiismo arquitectónico, no lo hacen porque tengan simpatías con el presidente interino de Venezuela –Guaidó [4]-, sino porque en nuestra academia, desde la tendencia social de la arquitectura, ha ido cobrando cada vez más fuerza una postura que supone que la razón de la arquitectura es el objetivo mismo, como expresión de la imagen cultural predominante y de las ideas que las respaldan, haciendo innecesario cualquier discusión sobre contenidos, pues, esas imágenes, es la cultura.
Tal postura, ideología que llaman, ve a la arquitectura como un esfuerzo de creación personal, donde el arquitecto, cual artista plástico, llevado por su genio, su espiritualidad y sus fundamentos culturales, genera formas de dimensiones gloriosas, que se desvinculan de los propósitos de su propia materialidad, para convertirse, gracias al particular lenguaje que maneja su autor, en obra de arte. De lo que se habla poco es de lo que sucede cuando el objeto de este esfuerzo es sólo el negocio. Tal vez pierda su categoría de arte e inclusive de arquitectura y como tal es dejada de lado, pero ¿cómo se salvan los cumaneses de su presencia?
No se trata de fastidiarle el sueño a los seguidores de estas ideologías, pero nos parece prudente llamar la atención sobre la enorme dificultad que tenemos los cumaneses para que se declare en "emergencia sanitaria a la ciudad de Cumaná", por cuanto cien por ciento (100%) de las aguas servidas y residuales, son vertidas crudas, sin tratamiento alguno, al río Cumaná o Manzanares, al mar Caribe y a las costas del golfo de Cariaco, https://www.aporrea.org/regionales/a295151.html, generando una gigantesca mancha de materia orgánica se dirige hacia las playas de Mochima y las Islas de Arapo producto de las descargas continua de las plantas de tratamiento de aguas residuales.
La falta de ésta obra de infraestructura que mejore la calidad de vida de los cumaneses y, con este propósito de lo que se trata es de ligar –al revés de cómo lo ve Renato De Fusco-, la actividad constructiva con la experiencia más amplia de la cultura, para tener así arquitectura. Y aunque parezca un gran despropósito que la única arquitectura que en este pais le interesa hoy es aquella que permita resolver las necesidades y los problemas planteados por un pueblo sumamente empobrecido y hambriento que aún quiere avanzar hacia el bienestar colectivo, postergado por el madurismo.
Y ésta postura profesional, ético y disciplinar debe permitir que Cumaná debería ser el escenario donde la sociedad se encuentra a sí misma y donde sus individuos se hacen ciudadanos. Que Cumaná no se hace con esa especie de EdwinRojiismo arquitectónico, al margen de la planificación y la consulta. Esa especie de EdwinRojiismo arquitectónico, es una imposición frívola y una transacción mercantil, asumida desde el propio poder político, con una postura subjetiva, ambigua y equivocada. Esa especie de EdwinRojiismo arquitectónico, no da respuestas a nadie. Esa especie de EdwinRojiismo arquitectónico aparta al ser humano de la complacencia. La pura verdad es que lo realizado por esa especie de EdwinRojiismo arquitectónico no tiene que ver con el arte urbano porque la arquitectura no es ningún arte.
NOTAS
[1] Konrad Fiedler, mencionada por Renato de Fusto (1976:68), fue uno de los más grandes teóricos alemanes del arte vanguardista de finales del siglo XIX. Su ensayo sobre la oposición entre belleza y arte fue crucial en el debate sobre el arte moderno.
[2] Renato De Fusco (1976:11). La idea de la arquitectura. Editorial Gustavo Gili, Barcelona.
[3] Venturi, R. (1977). Aprendiendo de Las Vegas. Editorial Gustavo Gili, SL, Barcelona. Versión castellana: Justo G. Beramendi. En un primer momento, nuestra búsqueda se convirtió en un laberinto estético y nuestro primer hilo de Ariadna fue no dar por sentado lo que el derecho es.
4 Guaidó, al parecer, es el propio "partido" para aglutinar la gesta travesía de los desteñidos del EdwinRojiismo arquitectónico, representado, casi exclusivo, por él mismo y los jóvenes profesionales de los sectores se altos y medio-altos pertenecientes a esos círculos cerrados de arrogantes enemigos del propio gobierno madurista.
¡Que se abran cien flores y florezcan cien escuelas de pensamiento¡