Así como nos acostumbramos al racionamiento de la gasolina y del agua, la que a veces dura hasta 15 días sin venir, pareciera que los gerentes de Intercable están empeñados en acostumbrarnos a un racionamiento sin previo aviso. La incomodidad en tiempo de pandemia se refleja en la impotencia de los usuarios, a quienes se les rompe su agenda diaria.
No dan ningún tipo de explicación, si vas a la oficina principal en el sector Las Garzas, ubicado entre Puerto La Cruz y Barcelona, te atienden como si fuesen robots, primero toman como excusa que solamente eres la única persona que ha ido a quejarse, después sin preguntar detalles exigen nombre, número de teléfono y dirección. Diciéndole solamente registraremos su reporte
Y si se le ocurre ir a una de las oficinas, la humillación es de tamaño gigante, si para cobrar, se ponen comiquísimos cuando alguien pide explicación sobre el aumento, imagínense en relación con las fallas. En la Avenida Country Club, de Barcelona, Venezuela, hay una oficina de atención al cliente, trabaja una señora que supuestamente es la esposa del otro cajero, que siempre está amargada.
Lo único que le falta es salir de la taquilla para caerse a golpe con los clientes, carácter completamente distinto al de su pareja que con paciencia y amabilidad le aclara las interrogantes a los usuarios. Uno no sabe si la actitud de esa señora es parte de una política de la empresa para que la gente retire el servicio.
Intercable tiene varios días brindando señal desde las 9 de la mañana hasta las 4 de la tarde aproximadamente, se va hasta la mañana del día siguiente. Llueva o no llueva con o sin energía eléctrica.
Los vecinos le buscan explicación, porque ellos no dan ninguna. Y solo creen que es una política para que se retiren varios clientes, pues tienen muchas peticiones pendientes de repente a nivel empresarial con precios de instalación y mensualidades muchas más altas.
La duda les viene por los aumentos tan seguidos mensualmente, independientemente del precio del dólar. No tienen compasión de 11 millones de bolívares, se fueron a los 15 millones. Con un sistema de aviso y corte de tres a cuatro días, no dan tiempo de nada, Para eso si son efectivos.
Hasta donde se le dice al ejecutivo nacional que aplique medidas de supervisión y sancionamiento a esta empresa, es así como llover sobre mojado. Ya que puede suceder como en Directv, que intervino el estado y cambiaron de dueños con precios elevadísimos.
No hay quien proteja al ciudadano, cuando el sueldo mínimo no llega a un dólar, imagínense lo que hay que hacer para pagar 8 dólares o más, no sabemos a como viene este mes.
Tampoco sabemos a qué se refieren los empleados, cuando dicen que son pocos los usuarios que se quejan, Acaso pretenden que se paralice la avenida intercomunal frente a las oficinas de Intercable. No estamos con esa idea ni queremos eso, especialmente si buena parte de los perjudicados pertenecen a la tercera edad ¿Tendrá que resucitar Chávez para poner orden en todas partes y corregir sus propios errores?