Natali, reina de dos aldeas de los Pueblos del Sur, uniendo a su belleza, encantadora inocencia y humildad…

20-2-23: Seguimos en las tareas de trillar café, tratando ahora el que hemos secado luego de cogerlo directamente de las matas (el tipo CORRIENTE, que ya hemos mencionado). María Eugenia está entregada a rebajarle el copete al césped, a fuerza de machete y tijera porque la podadora eléctrica, diez veces reparada, dio el tiro definitivo. Me he dedicado a echar los desperdicios de la maleza detrás de la calzada, sin caer en la cuenta de que hay un pequeño árbol de pepeo creciendo, listo para volver a intoxicarme con sus amenazantes ramas como me ocurrió el año pasado. Hay que echar abajo este pepeo y el llamado a hacerlo es Ángel.

Por la tarde, nos visita Natali, la candidata a reina por las comunidades de El Rincón y La Coromoto. Natali es hija de Neptalí Mora y de Marcolina Montes. Se une a la conversa Ángel. Natali nos lee lo que ha escrito para el día de la presentación oficial de las candidatas. Natali está preciosa, refulgente, animada y muy distinta a la niña que vi aquí hace seis meses. He aquí el breve y sencillo texto que ella ha redactado:

"Me encuentro en representación de las comunidades de El Rincón y La Coromoto, como candidata a reina de las Ferias y Fiestas de Canaguá. Me siento muy honrada por haber sido escogida para tan importante ocasión. Nací en La Coromoto, un lugar privilegiado por sus bellezas naturales: sus bosques, su río, sus hermosas siembras y principalmente sus pobladores, gente de trabajo, de valores cristianos, de sencillez y humildad a toda prueba.

Aquí se formó y nos formó una pareja noble y luchadora, como fueron mi abuelo Corsino Mora y mi abuela Isabel Mora. Ambos han tenido mucha influencia para imponer el respeto, la consideración hacia los demás y el ejemplo en el trabajo colectivo para el arreglo de vías, resanar viviendas mediante los famosos convites que han hecho historia en los Pueblos del Sur. Mi abuela fue educadora y batalladora en el campo de las reivindicaciones sociales. Así se le recuerda en toda la extensión de esta región y más allá. He sido afortunada de contar aún con mi abuelo Corsino, verdadero memorista de esta parte de los Pueblos del Sur. La Coromoto está situada al oeste de Canaguá, entre los 1500 y 1800 metros sobre el nivel del mar. Fue fundada en 1870 por pobladores de la aldea El Rincón, este es un hecho muy importante que revela la manera como han estado relacionados El Rincón y La Coromoto, haciendo la salvedad de que La Coromoto originariamente se denominaba El Zamuro. Pero fue con el señor Corsino, quien con grandes sacrificios levantó esta comunidad tal cual como la conocemos ahora. Él aportó medios para los intercambios comerciales a mediados del siglo XX en que la comunicación con otros pueblos era difícil, llena de obstáculos y peligros. Mi abuelo fue arriero de mulas que transportaban productos tales como la panela, tabaco, arvejas, trigo, de esta zona a Santa Cruz de Mora. Y a la vez, traía de Santa Cruz de Mora productos tales como la sal, ropa, calzados, medicinas, etc. Muchos fueron los aportes de mis bisabuelos en la construcción del famoso puente de Los Naranjos, de la propia iglesia, la Plaza Bolívar, y de otros sitios emblemáticos de nuestra Canaguá."

Oigo voces frente a la casa, trato de distinguir desde la ventana quién puede ser. Me acercó y hay alguien sin camisa que insiste: "-Señor José". Voy con las llaves en la mano para abrirle, y aún no reconozco al personaje a pesar de que lo tengo cada vez más cerca. ¡Carajo!, ¿quién será este señor?, y me detengo fijamente a detallarlo hasta que poco a poco voy cayendo en la cuenta de que se trata, al parecer, de uno de nuestros vecinos. ¿Pero será él, qué diferente lo encuentro? Es que le veo con la cabeza rapada. ¿Y sus canas de hace unos días cuando lo vi en la fiesta de Evencio? No puede ser el mismo avejentado personaje de hace tres días. Pues sí, es el vecino, y se presenta ahora, con diez años menos, con una cabeza brillante, cual globo, en la que resaltan algunas cicatrices tratadas con merthiolate o parches blancos. "-Caramba, no lo reconocía", a lo que repuso: "-Pues, mi hija Rosita me pasó la máquina esta mañana y me quitó unos cuantos años, ¿qué le parece?… Le digo: "-Bueno, así vamos que aquí nos peluquiamos los unos a otros". Nos traía este vecino dos tarros de miel, de unos descomunales panales que había encontrado en su potrero…



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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