En respuesta al artículo, Cumaná: una ciudad de crecimiento múltiple, www.aporrea.org/regionales/a320212.html.
En el ámbito historiográfico local el artículo del Dr. Orlando Balbás conduce a la revisión de algunos datos de interés:
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El tema del crecimiento suburbano:
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El conjunto de los crecimientos que rodearon el viejo núcleo urbano es tratado sin profundizar en las condiciones específicas que determinaron el origen y la consolidación de cada ámbito en particular.
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Contrasta el medio urbano del antiguo núcleo con los lugares de asentamiento de los colonizadores y no tiene la bondad de relacionar los procesos urbanos con el carácter de los sectores.
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El tema de la historia urbana:
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Se afronta con un alcance temporal impreciso en términos de fechas. Domina un carácter descriptivo, pero no precisa algunos límites de los suburbios. Sin embargo, su principal aporte deviene de la asociación de las características del medio suburbano con el estilo de vida de la población que los ocupó.
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No se revisan novedosas fuentes críticas sobre la ciudad del sistema mercantil agroexportador de producción manufacturera y no se realiza un análisis más exhaustivo de fuentes de carácter técnico, lo que no permite recrear los límites urbanos y sus transformaciones.
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No se apoya en recursos de la fuente gráfica. Esta situación le confiere un marcado carácter hipotético a las distintas fases de su crecimiento en los distintos períodos.
El artículo del Dr. Orlando Balbás conduce a la revisión de la lectura cartográfica del "Plano de Cumaná" de José de Iturriaga de 1754, quien estuvo al mando de la Comisión del Norte o Expedición al Marañon, llamado, Expedición de límites al Orinoco, donde se expresó la consolidación de un tejido urbano dotado con un signo distintivo de dos ordenamientos urbanos diferenciados.
Ciertamente, la imagen cartográfica de Iturriaga (1754), se observó que toda la superficie del asentamiento estaba dividida por una modesta retícula compuesta por calles irregulares, tortuosas, quebradas, estrechas y adaptadas a la topografía accidentada de los cerros El Caigüire. De igual manera, aparecieron las actividades de carácter militar, religioso y administrativo de gobierno alrededor de la Plaza Mayor, como la Iglesia Matriz, las viviendas de los notables y comerciantes.
Como resultado, se apreció la traza de dos cuadriculas de 200 x 200 metros emplazadas en un área de cuatro hectáreas, intersectadas por cinco vías en sentido norte-sur y tres calles con orientación este-oeste, determinando las respectivas manzanas. Estas doce manzanas eran contentivas de sesenta y cuatro lotes de 50 x 25 metros cada una, de los cuáles cincuenta y dos lotes son vecindades y doce parcelaciones para el puerto, la iglesia y la Plaza Mayor (Figuras 24 y 25). Éste último espacio abierto estaba dispuesto en forma excéntrica, con una orientación sureste y con deformaciones inherentes a los accidentes topográficos del piedemonte de la colina de Quetepe.
De este modo, al contrario de las suposiciones teóricas, el modelo reticular logró una gran flexilidad morfológica y estructural en la aplicación de la doble cuadricula, a pesar de su relativa falta de adecuación en un terreno irregular. En efecto, la "trama ortogonal regular" permitió una expansión controlada del área urbana sin disonancias y plenamente incorporada al desarrollo armónico de la ciudad, al lograr su máxima extensión urbana y constituyéndose en el punto de partida para el posterior desarrollo de Cumaná.
No obstante, en la cartografía de Iturriaga de, J. (1754), se observó la primera retícula ortogonal sobre el cauce seco del río y la integración del trazado y configuración de las nuevas calles y manzana, lo cual facilitó convertirse en centro de la ciudad y en el gran escenario de la dialéctica de continuidad y cambio, con las siguientes tres características:
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La primera, un orden y una organización a lo largo del proceso de crecimiento de la cuadrícula fundacional de la ciudad;
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La segunda, la dinámica de desarrollo urbano;
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La tercera, la localización jerarquizada de usos y la representación del poder.
Este último, corroboró la vigencia de los conceptos de segregación de usos, flexibilidad de la trama reticular y el principio de centralidad que signó las "Ordenanzas de descubrimiento, nueva población y pacificación de las Indias", aprobadas por Felipe II en el año de 1573, cuya influencia resultó evidente en el análisis de la estructura urbana de la ciudad de Cumaná. Por esta razón, la explicación de los rasgos fundamentales para entender tanto el urbanismo colonial como el sentido del hábitat de las "ciudades de españoles".
Este patrón urbano se desarrolló por la expansión que experimenta la estructura urbana al sufrir considerables modificaciones y se culminó el proceso de ocupación espacial del caserío de Santa Inés de Cumaná y de sus áreas más próximas. Sin embargo, no resultó posible comprender este proceso si no se consideraba el análisis de la premisa relativa al espacio geográfico sobre el cual se implantó esta segunda experiencia tardía suburbana.
En conclusión, es posible señalar que la politica de ordenamiento urbano diseñada en las Leyes de las Indias, se cumplieron, por una parte, por la progresiva consolidación de la ocupación espacial, y por otra, por la organización jerarquica del núcleo urbano (Figura Anexa).
Marín-Lista, S.E. (2017). Fotografía. Montaje gráfico de elaboración propia sobre el plano de Iturriaga de, J. (1754).
Leyenda:
D. Convento Santo Domingo
F. Viviendas de los notables y comerciantes
G. Puerto
H. Suburbio El Toporo
I. Río Madre Vieja