A los Arquitectos les pregunto -si es que los hay-:
1. ¿Ustedes intentaron leer los deseos de los usuarios mediante la observación de sus pautas espontáneas, pero, se leyó bien?
2. ¿Qué hicieron paralelamente a las acciones físicas para la afirmación cultural y social de los aspectos comunitarios?
3. ¿Tiene sentido esta experiencia parcial, incompleta y sin apoyo a sus necesidades más inmediatas de la comunidad?
4. ¿Qué otro valor puede atribuírsele que el de pequeña acción bien intencionada pero enquistada, solamente para obtener, sin proponérselo en este caso, que todo siga como está?
5. ¿Dónde está el soporte investigativo histórico y la "evidencia" arqueológica, artística y etnográfica?
6. ¿Qué opina la Académia Nacional de la Historia de Venezuela?
7. ¿Dónde está ese equipo multidiciplinario de investigación?
8. ¿Esa foto es la "Casa de Sucre"?
Sin estas respuestas a estas preguntas considero -como arquitecto-, que la construcción a la "Casa de Sucre" y su consiguiente evaluación no es válida, sino por el contrario subjetiva y personal según la escala de valores que nos planteemos nosotros o quienes la juzguen ... y esta escala corresponde fundamentalmente a sus propios usuarios: los usuarios de la ciudad de Cumaná.
La fotografía publicada sobre la "Casa de Sucre", más allá de su estilo arquitectónico de los siglos XVII y XVIII, evidencia una réplica de cualquier "modelo de casa" -que le gustó al gobernador y su equipo- con dos plantas y sus corredores, un patio central con una pileta de forma octogonal y un jardín florido.
¡Que verguenza, Dios mío!
Casa Sucre en Cumaná |