Lo que presento a continuación es nuestra solidaridad con la periodista Arianna Agreda, que por su importancia decidí incorporarla a la discusión sobre la importante para que conste en alguna acta, que el irrespeto la pretendió "arrasar con su profesionalismo", porque justo en esta época, cuando el odio y todos esos instintos destructivos -que Freud categorizó como "Tánatos"-, están desbordados cómo políticas de estado o partidista.

Nuestra solidaridad con la periodista Arianna Agreda, por la descalificación de su trabajo reporteril, en un lugar donde se perderá definitivamente la posibilidad de reconstruir el pueblo de Cumanacoa, como una estructura de espacios vitales que poseyeran realmente un valor de uso para toda la ciudad.

Nuestra solidaridad con la periodista Arianna Agreda, está elaborado por el rechazo de quienes definen las políticas de Estado, para así salvar de una inminente "reconstrucción" de manos de los voraces constratistas inmobiliarios que están detrás del gobierno.

La incorporación de nuestra solidaridad con la periodista Arianna Agreda, constituye, sin duda, un magnifico colofón para la denuncia, pues hace evidente la enorme grieta que nos separa cuando se trata de establecer valores humanos de profesionalismo, respeto y solidaridad.

Pero es que, además, nuestra solidaridad con la periodista Arianna Agreda, es particularmente interesante, y así, con sutileza pretendo destacarlo en mi respuesta, por el desenfado con que estos "tánatos" desbordados que se definen a través de políticas del partido de gobierno, que si hacemos caso a sus propias palabras, estan vinculados con el poder totalitario, que tratan los asuntos profesionales o ciudadanos y las relaciones que establecen entre sí.

Los invito a ponernos cómodos y, a medida que lean, imaginen la ambientación en que discurren durante la discusión de la nueva narrativa en el momento cuando nuestra solidaridad con la periodista Arianna Agreda, propició este tipo de divagaciones de las cuales la máxima autoridad del estado está personificada de "tánato" desbordado.

LOS VALORES ÉTICOS Y MORALES

He analizado con mucho detenimiento la personificación del odio y los instintos destructivos que pretendieron "arrasar" con el profesionalismo de la periodista Arianna Agreda, porque justo en esta época electoral, están desbordados cómo pensamientos intrusivos, no deseados, involuntarios, imágenes o ideas desagradables que pueden convertirse en obsesiones, son molestos o preocupantes, y puede ser difícil de manejar o eliminar.

Digo que presto particular atención al asunto del futuro urbano de mi pueblo de Cumanacoa, porque es evidente que en esos debates siempre aflora lo que en los papeles oficiales no se dice: "las convicciones y los prejuicios que determinan la lectura definitiva de la censura contra la periodista Arianna Agreda, la cual contribuye a un descenso bastante importante de su autoestima con la etiquetas de la "manchada".

Sin pretender eludir el asunto planteado y asumiendo las consecuencias de esta respuesta de solidaridad, voy a utilizar la ocasión para, en mi condición de profesional de la arquitectura vinculado a la crítica edilicia y urbana, dejar claro mi posición personal sobre el asunto de nuestra solidaridad con la periodista Arianna Agreda.

Y, quisiera que ustedes entendieran que, esta posición profesional no está determinada por el odio y los instintos destructivos, cuando se aprecia, sin duda, seguro estoy, que cualquiera de ustedes, duchos en la materia, aceptaría que existe una buena dificultad para calificar –como ellos lo hacen-, una particular expresión de la actividad humana como representativa de nuestros más altos valores éticos y morales. Pues, tal afirmación de "manchada" quedaría sujeta a la señalamientos inevitables, en definitiva, en expresiones totalizadoras que se han demostrado sustentadas, más que en criterios personales inobjetables, en el conjunto de valores, creencias e imágenes que hemos conformado como representativas de la "ideología" que ellos llaman.

PISOTEADA A TROCHE Y MOCHE

Pero, en fin, cada quien está donde le corresponde, o donde le interesa, estar. En todo caso, para que la preocupación que los anima no sea solo un dolor de cabeza que quieren traspasar nuestra solidaridad con la periodista Arianna Agreda, a la que apoyamos cumplir con su deber, es bueno apuntar al centro del problema, que no está, de ninguna manera, en la formalidad de una "enfermedad llamada vitiligo", para que efectivamente la preocupación por su actividad profesional que hacer muchas más cosas.

El caso actual de la periodista Arianna Agreda, pisoteada, a troche y moche, esta levantada sobre un descalificativo, deleznable desde todo punto de vista-, para rendir un estereotipado homenaje a la congoja y nos debe alertar sobre la inutilidad de acciones oficiales si los valores que se pretenden defender no son realmente interiorizados con valores de todos.

Por último, pienso que esa es la tarea de la periodista Arianna Agreda, quien está bien dotada para su ejercicio profesional, tiene la preocupación, además, el apoyo para atender sus preocupaciones por el pueblo de Cumanacoa, manos a la obra.

POSDATA

Por si acaso sale alguien a decir que en Cumanacoa no estan presentes los "tánatos", rozando así, eufemísticamente, algún fuero jurídico, les digo que eso es, simplemente, una gran vergüenza.

Como también lo es darles la espalda a las responsabilidades personales cancelando los criterios éticos y morales con la periodista Arianna Agreda, pisoteada a troche y moche, para así salvar de una inminente destrucción de manos de un fantasma que recorre a Cumanacoa: la expoliación y el despojo de los afectados habitantes de barrios desaparecidos, zonas habitacionales, pueblos enclavados en la ciudad, fraccionamientos y asentamientos humanos urbanos y suburbanos en la ciudad de Cumanacoa del Municipio Montes del Estado Sucre.