Esa es la conclusión que saqué, después de haber permanecido unos seis días en varias poblaciones de ese Estado, el cual no visitaba desde hacía unos treinta años atrás. La primera señal la recibí en Coloncito, primera parada que hacen los buses, después que salen de Mérida. Pedí un café, que según la cartelera de precios costaba 113 Bs. Y al sacarme del bolsillo unos cuantos billetes de Bs. 20,00 c/u, me dijeron que la única manera de aceptarme bolívares era a través del uso de una tarjeta de débito y que si no tenía, había que cambiar los bolívares a Pesos ó a Dólares. Pregunté dónde podía hacer eso y me respondieron que en ese momento las personas que cambiaban no estaban por ahí. Así que me quedé sin tomar café. Eso para mí fue como una humillación. Debo recordar a mis lectores que no tengo voz y cargo en mi cuello un carnet de DISCAPACIDAD. Al llegar a san Cristóbal tuve que buscar, al día siguiente, lugares que recibieran mi tarjeta de Débito para poder comprar. Todos los negocios solo aceptan en efectivo Pesos o Dólares. Capté que la gran mayoría de la población acepta esa situación como normal y deseable, pues es una forma de expresar su odio contra el gobierno de Maduro.
En Mérida somos más afortunados, pues, aunque allá Gobierna Washington en un 70 por ciento, todavía el 30 por ciento de los negocios aceptan los bolívares como moneda; los precios aparecen, cuando los colocan, es en $ dólares.
Buscando las causas de la situación descrita en los párrafos anteriores. Yo pienso que la gente que odia a Maduro y a su gobierno encontró una forma de expresarlo, dándole apoyo a todo lo que pueda perjudicarlo, a fin de lograr sacarlos del Poder, no importándoles nada que perdamos la poca Soberanía que hemos logrado como Nación y que podamos ser invadidos por ejércitos de mercenarios que ocupen nuestro territorio. Cualquier cosa que pase es mejor que la permanencia en Miraflores de Maduro y su banda de ladrones corruptos, te espetan en la cara, si uno sale en su defensa. Las consecuencias que de estas causas se derivan, es la vulnerabilidad territorial, que se crea alrededor de la región andina, por la cual podrían entrar fácilmente tropas extranjeras, en caso de producirse una invasión; pues la población saldría a victoriar como héroes libertadores a los invasores de nuestro suelo patrio. A lo mejor estoy exagerando y ojalá que así sea.
Debo confesar a mis escasos y consecuentes lectores, que desde mi visión como analista situacional, no encuentro las variables adecuadas para estudiar los fenómenos sociopolíticos con los cuales me he topado en la región Mérida-Táchira y he llegado a pensar que son los Psicólogos e historiadores quienes podrían aportar elementos explicativos a las situaciones con las cuales me ha tocado lidiar en los últimos 10 años. Aquellas colas de recién egresados de la ULA, apostillando sus títulos universitarios, para irse del país que los educó y los formó profesionalmente, son imágenes que todavía no se han borrado de mi mente. Que haya tanta gente universitaria, que te diga en tus narices, que todos los problemas y los males que vive el país, desde hace 10 años es culpa de Maduro, no puede ser entendido por alguien que pasó cinco años estudiando Ciencias Políticas. Por lo menos yo no lo entiendo.
Si el valiente lector que ha llegado hasta aquí, me preguntara: ¿Juan Veroes, entonces que hacemos?. ¡Qué se copien de los caraqueños y sigan “el ejemplo que Caracas dio”!. Por allá estuve el mes pasado y quedé impresionado de la actitud de la población en relación con la política. Allá lo que se respira es progreso, paz y una gozadera por todos lados. La gente haciendo colas para entrar en los restaurantes, centros comerciales full y caras de felicidad por todos lados. Cero pedigüeños, mucha limpieza en sus calles, todo en orden y nadie quejándose. Yo que nací en Caracas y la conozco bastante, me vine impresionado, después de ver lo que vi y viví. En verdad que no encuentro explicación, pues la Ciudad de Mérida en los últimos dos años ha mejorado en todo, pero la intensidad del odio hacia el gobierno, que lidera el caraqueño Nicolas Maduro, no decrece. Por aquí debe iniciar su trabajo LA MISIÓN LOCOVEN, la cual he insinuado varias veces que sea constituida y nadie me ha parado bolas.
Venezuela es un país bendito y a eso podría deberse que la población, que habita los Estados Táchira y Mérida, no representa mas del 10% del Padrón Electoral Nacional. Yo aconsejo a los que odian a Nicolas Maduro, por ser Autobusero, Caraqueño y sin Títulos Universitarios, que se ocupen por hacer progresar su terruño y dejen de adorar a los gringos, pues tenemos Maduro hasta el 2031. Les recuerdo, que soy huérfano desde hace 40 años y que en el mes de mayo cumpliré 85 años de edad. Por si acaso.