Todo el oriente del país debe saberse al pelo la letra de la famosa canción-diversión titulada la Lancha Nueva Esparta. Esta lancha, según la letra de la canción pudo zarpar muy confiada a recorrer los mares para pescar un carite. La lancha SOBERANÍA y la Escuela Técnica Agropecuaria Robinsoniana en el estado Sucre, tiene una historia distinta que intento explicar
En el estado Sucre, recientemente el Presidente de la República autorizó la ocupación de una empresa denominada La Gaviota y que pudo activarse o entrar en operaciones (por ahora) bajo las orientaciones del Socialismo del Siglo XXI. La Gaviota es una iniciativa muy interesante, porque se percibe un entusiasmo y unas ganas de darle sentido al trabajo que ahí se desarrolla bajo otras premisas. Pero con esta iniciativa no se consideraron otros aspectos igualmente relevantes, que deben ser parte de un proyecto de este tipo porque “miran” más de frente la necesidad de enlazar todo este proceso con el desarrollo desde adentro o el desarrollo endógeno.
En Sucre además de La Gaviota, existe una Escuela Técnica Agropecuaria Robinsoniana de Pesca, que lógica e idealmente debería ser una experiencia educativa que debe engranarse con todo este proyecto de captura y procesamiento del pescado. El estado Sucre tiene una inmensa riqueza en está área y activar integralmente todos los procesos que permitan un aprovechamiento de esta fuente de alimentación es fundamental para el aseguramiento de la soberanía alimentaria. Esta escuela por la información que he podido recoger tiene dos menciones: 1) Tecnología de Pesquera y 2) Técnicas de Conservación de Alimentos y ambas tienen un mundo de necesidades que aún no han podido atenderse.
Sin embargo, la Escuela Técnica Agropecuaria Robinsoniana de Pesca tiene un drama, que paso a contar ahora y pido a los lectores, que crean lo que se dice en esta nota porque es real. Los estudiantes de la mención Tecnología de pesca deben realizar prácticas en el Mar y después de una larga lucha, lograron encontrar una embarcación polivalente que fue donada en el año 2004 por la Gobernación del estado Sucre y que le colocaron como nombre: Soberanía. Los muchachos de la Escuela de Pesca comenzaron con esta lancha y con este nombre, un sueño que ya se encuentra en la fase de pesadilla, porque no han podido avanzar en el dominio de una de las competencias básicas que debe ofrecerle una escuela de pesca. Es decir, la Escuela de Pesca debe enseñarle el arte de pescar.
Desde ese momento, la embarcación “Soberanía” con sus soñadores han dando tumbos de un lado a otro, intentando realizar sus prácticas en el Mar con la tal nombrada Soberanía y hasta la fecha, ese sueño no ha sido ser posible. Esto dejó de ser un sueño y ahora una dura y angustiante pesadilla. En el año 2007 lograron reparar algunas cosas y tramitar los permisos en la Capitanía Puerto, pero por el tiempo sin ser usada y no tener mantenimiento; SOBERANÍA se ha deteriorado y los técnicos en pesca y soñadores no ha podido encontrar punto de apoyo para tirar anzuelos y guarales. Sin esa actividad o ese contacto con el mar para manejar las técnicas de la pesca, lejos está pensar en darle el diploma de técnicos en pesca.
Uno de los alumnos me comenta, que de la penúltima visita realizada a la embarcación SOBERANÍA se observaron deficiencias en los baños, mástil, piso de sala de máquina, todilla, escaleras. En la última visita se percataron que el deterioro avanza y con ello el sueño de estos jóvenes se desvanece.
La Escuela Técnica Agropecuaria Robinsoniana de Pesca debería ser una institución educativa clave para el estado Sucre, porque Sucre es pesca, pero lamentablemente este proyecto está como se dice en criollo en “pico de zamuro” y la lancha “SOBERANÍA” en nada se parece a la Lancha Nueva Esparta, porque la que pescó un carite de fuerza muy ligera si pudo zarpar, mientras que la lancha SOBERANÍA aún no ha podido atrapar una sardinita para el proyecto La Gaviota.
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