“Hoy por hoy, todavía se lucha para acabar con vestigios de dirigentes que intentan tratar a los estados y municipios como islas, con su propio jefe, quienes secuestran el poder popular”.
La frase se la escuché al general Müller Rojas en Maracaibo meses atrás en una asamblea de delegados del Partido Socialista Unido de Venezuela, remarcando lo anterior con lo citado líneas abajo:
“La democracia representativa, simplemente, es la expresión del secuestro de la voluntad popular por parte de unos liderazgos auto designados”.
Esto, lamentablemente, sigue causando estragos en las filas del PSUV, de manera especial en el estado Zulia y dentro, claro está no podían escapar los municipios surlacustres, donde la escoria agrupada bajo el estilo “cabecista” sigue empeñada en hacerse del control del partido y las instancias de gobierno.
En Colón, las “rémoras” hacen de lo suyo a su antojo. Incluso, intentan trasladar su infame proceder hasta el territorio comandado por el primer teniente Luís Ruda.
Conocidas son las guarimbas provocadas por Blagdimir Labrador, amo y dueño absoluto del poder municipal en Colón, en conchupancia con Jairo Bracho, Ana Carmen Méndez, Luis Mora, Julio Medina, Maribel Nava, entre otros “militantes” del PSUV unidos ahora a Freddy Gómez.
Las victorias de Ruda en las elecciones internas del PSUV y luego en los comicios de alcaldes y gobernadores, así como el ejercicio de un Gobierno Municipal para todos; al parecer no han podido ser digeridas por este grupo de mercachifles de la política, hoy acompañando al ex alcalde Gómez, figura relevante de la corruptela impuesta por el prófugo Manuel Rosales, comandando sus huestes desde el Perú, aposento de algunas sabandijas de la política venezolana.
El sueño: desmontar el gobierno de Ruda bajo la figura del revocatorio.
Ruda, hasta ahora, ha conseguido casi todo lo que se ha propuesto, y hay que asumir que ha tenido éxitos y rotundos fracasos, pero el mundo de gente con el que ha interactuado de una forma u otra, se ha encargado de darle una imagen y colorido especiales que ha llegado incluso a niveles elevados como si los problemas a que se ha enfrentado no fueran eminentemente terrenales.
Esto, causa escozor y el sectarismo aflora marcando distancia con la sindéresis que debe prevalecer en un revolucionario.
Cuando Ruda proclama una vez más su ideal revolucionario afecto al comandante presidente, Hugo Chávez, en el pasado proceso eleccionario para alcaldes y gobernadores; tuvo y tiene el propósito de transformar las condiciones sociales del pueblo pulgariano.
Consiguiéndolo está, sin lugar a dudas, pero para lograrlo ha tenido que convivir hasta en las podredumbres con las ratas.
Para los desviados nada de esto tiene importancia. Su único objetivo es hacerse del poder para el devaneo que les caracteriza. La inmediatez de las elecciones para diputados y diputadas a la Asamblea Nacional, con su delicada connotación para el comandante presidente, les sabe a estiércol. Dilapidar es su contexto predilecto. Y en ese sentido accionan.
Enfrentando tal situación está Luís Ruda. El sabe que la conciencia socialista se crea con una combinación de estímulos materiales y no solamente morales. Y por ello, en su gobierno se gesta una mejor atención al obrero y al empleado que en el día a día se esfuerzan por construir la ciudad del Oro Verde.
Los incrementos salariales ordenandos por el comandante presidente se están aplicando. Las mejoras en beneficios sociales diversos se cumplen. Incluso según me comentó el propio alcalde, se proyecta un plan de viviendas y atractivos proyectos productivos a futuro para quienes integran el gobierno bolivariano, revolucionario y socialista que jefatura.
El gobierno de Ruda está basado en la reafirmación del papel del municipio en la conducción de la sociedad, auxiliado por los consejos comunales y los patrulleros psuvistas, siempre y cuando estos tengan la capacidad de interpretar, cada vez con mayor profundidad, las urgencias de los tiempos actuales y propiciar una mayor participación de las masas en el ejercicio del poder, según se le ha escuchado en diversas intervenciones.
Sobre este basamento apoya con vehemencia el trabajo en equipo para aportarle ocho mil votos al candidato a diputado por el Circuito 12, que comprende a los municipios Catatumbo, Colón, Francisco Javier Pulgar y Sucre, así como estructurar un partido sólido con niveles de eficiencia y eficacia política, dignos de un cuadro revolucionario forjado en valores de honestidad y transparencia en el manejo de la cosa pública.
Esto, no gusta a sus adversarios y no descansan en su empeño por volver al pasado oscuro. Solo que ya el pueblo les conoce y no permitirá su avance.
Para Ruda, el deterioro material y daño político de una obra hermosa y humana, como ha concebido la ejecución de su gobierno; no es sino la malformación de una dirigencia ajena a los postulados revolucionarios que han de aplicarse tanto en el desempeño del cargo como en la vida personal.
Y en esto hemos de ser claros y tajantes: si faltan ejemplo, firmeza y honradez, la revolución socialista sufriría una implosión cuyas consecuencias sería nefastas para con las aspiraciones de un colectivo que lucha por una vida más digna, e independiente de toda denominación.
*Articulista
abelsantamaria_1958@yahoo.com