Los extraordinarios resultados de la recién finalizada VI Cumbre de Jefe de Estado y de Gobiernos de los Países Miembros del Petrocaribe, realizada los dias 11 y 12 de junio, en San Cristóbal y Nieves, confirman la tendencia irreversible al encuentro entre América Latina y el Caribe no latino, en su propósito común de superar los problemas estructurales de sus economías y favorecer la voluntad de cooperación, integración y unidad de sus pueblos y gobiernos.
Lo que inicialmente nació como una operación política-comercial de solidaridad del gobierno bolivariano del Comandante Hugo Chávez Frías, dirigida atenuar los efectos que el aumento de los precios del petróleo y otros factores de la economía mundial tenían sobre las débiles economía de países del norte y oriente del Mar de los Caribeños, se ha convertido, al cabo de cinco años de su desarrollo, en un mecanismo efectivo de complementación económica y financiamiento solidario de proyectos de elevado impacto social para los pueblos de los países integrantes del Pacto de Petrocaribe que hoy aumenta su membresía a veinte (2) países, con la incorporación de Costa Rica y El Salvador.
Ello no es fruto de la causalidad sino la consecuencia objetiva de decisiones políticas acertadas, tomadas en un momento histórico oportuno y desarrollada con vigorosidad y valentía, venciendo sentimientos xenófobos internos y recelos políticos de gobernantes con reflejos condicionados por la dominación imperial, que ve hoy – y no se equivoca - el desarrollo de este proyecto de cooperación e integración, una seria amenaza a su hegemonía sobre estos países, imposibilitado como está el gobierno de Barack Obama y su circulo neoimperialista, de producir una iniciativa de cooperación que iguale o supere las condiciones planteadas en Petrocaribe para enfrentar los perversos efectos que, sobre la economía mundial y, especialmente sobre las de países con escaso o medio desarrollo, tiene la crisis global de la economía imperialista.
Los pequeños países del Caribe Oriental, integrantes de la Comunidad Británica de Naciones miran hoy, como sus “hermanos mayores” (Inglaterra, Canadá, Australia, Nueva Zelandia), concentran sus egoístas esfuerzos en enfrentar sus crisis económicas internas y la de sus socios del Grupo de los Siete países Capitalistas mas Desarrollados (G7), abandonando a su suerte a los pueblos del Caribe Oriental quienes, fruto del esquema económico colonial impuesto durante más de 300 años, han dependido de esas economías, produciendo la favorable concientización de los nuevos liderazgos poscoloniales, de que el futuro independiente, soberano, de bienestar y prosperidad para sus pueblos, no esta en su viejas metrópolis capital-imperialistas ni en sus "hermanastros" capitalistas, sino en su encuentro fraterno, solidario y provechoso, con los hermanos pueblos de América Latina y, en especial, con aquellos ubicados al norte del Mar de los Caribeños.
Con la alianza del Banco ALBA y Petrocaribe, en base a los fondos financiables del 40% de la factura petrolera, se han enlazado dos realidades exitosas del proyecto de cooperación, integración y unión de Nuestra América, que definitivamente superará la propuesta inicial de soberanía energética, para avanzar, aceleradamente, hacia el desarrollo económica integral con bienestar para nuestros pueblos latinoamericanos y caribeños, demostrando con ello, que solo la voluntad unitaria de Nuestra América, puede garantizar, como lo dijo el Libertador Simón Bolívar ”..la mayor suma de felicidad posible…”. Bolívar y Petión,..Viven!
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