9 de octubre de 2024.- El premio Nobel de química fue otorgado este miércoles 9 de octubre a David Baker, Demis Hassabis y John Jumper por su trabajo con las proteínas, los componentes básicos de la vida.
El comité Nobel reconoció así el uso de la informática para predecir las complejas estructuras de las moléculas básicas de la vida, un problema científico sin resolver durante 50 años, así como para crear nuevas proteínas que no existen de forma natural.
Baker trabaja en la Universidad de Washington en Seattle, mientras que Hassabis y Jumper trabajan en Google Deepmind en Londres.
Baker diseñó una nueva proteína en 2003 y su grupo de investigación desde entonces ha producido una creación proteica imaginativa tras otra, incluidas proteínas que pueden usarse como productos farmacéuticos, vacunas, nanomateriales y sensores diminutos, subrayó el comité Nobel.
Hassabis y Jumper crearon un modelo de inteligencia artificial que ha podido predecir la estructura de prácticamente todas las 200 millones de proteínas que los investigadores han identificado, agregó la Academia sueca.
Heiner Linke, presidente del Comité Nobel de Química, resaltó que los científicos habían soñado durante mucho tiempo con predecir la estructura tridimensional de las proteínas
“Hace cuatro años, en 2020, Demis Hassabis y John Jumper lograron descifrar el código con un hábil uso de la inteligencia artificial. Hicieron posible predecir la compleja estructura de prácticamente cualquier proteína conocida en la naturaleza”, afirmó Linke.
“Otro sueño de los científicos ha sido construir nuevas proteínas para aprender a utilizar la multiherramienta de la naturaleza para nuestros propios fines. Este es el problema que resolvió David Baker (...) Desarrolló herramientas computacionales que ahora permiten a los científicos diseñar nuevas proteínas espectaculares con formas y funciones completamente novedosas, abriendo infinitas posibilidades para el mayor beneficio de la humanidad”, remarcó.
El año pasado, el premio de química fue otorgado a tres científicos por su trabajo sobre los puntos cuánticos: partículas diminutas de solo unos pocos nanómetros de diámetro que pueden emitir una luz de color muy brillante y cuyas aplicaciones en la vida cotidiana incluyen la electrónica y la imagen médica.