Ah! Es que el imperio va a atacar

Entre el tintinear de la lluvia allá afuera y los eufóricos gritos de los vecinos cada vez que se hace un gol en el mundial de Sudáfrica, ésta calma silenciosa de este mes de Junio, se me sube a la cabeza cada vez con más frecuencia. Algo está por pasar. Que Saramago se haya marchado de este mundo dejó, además, un vacío eterno y una queja. ¿Serán cosas mías? Hace días que no escribo para Aporrea y para Kaos, Noticias Bolivarianas debe estar esperando mi entrega, ¿Cómo puedo implementar esta ansiedad en algo coherente?

Tomo un descanso y un café, guardo repetidas veces mi nuevo libro en el archivo y lo mando a imprimir. Nunca confiaré en estas memorias virtuales ni en los pendrive, soy y seré un escritor de papel. Cuando uno empieza un libro se aleja un tanto de las cosas o se imbuye en la maraña de cosas que queremos decir. Uno va y viene del mundo actual.

Es como sacar un globo terráqueo y empezar a darle vueltas y tomarle el pulso. ¿Que más habrá pasado importante que me produce esta acidez estomacal? Comienzo en Colombia, que el súper fraude esperado se sucediese no me puede tomar por sorpresa, que los paramilitares entrando en cada poblado a decir que mataran a todos si aparece un solo voto para Mockus y las velocísimas máquinas electorales que apabullan en rapidez a las de Venezuela en cuestión de minutos ya están diciendo que Santos habemus, era de esperar. ¿Será Santos lo que me inquieta? Hay algo más, algo más.

Chávez es una piedrita en el zapato de Obama, sin lugar a dudas, tarde o temprano tendrá que hacer un alto y quitarse el calzado para tratar de sacarla. Pero para eso debe Santos ser subido a los altares y para esto falta un tanto. Vamos al otro lado.

Aquí encontré una noticia que me espanta: la flota gringa junto a la sionista flota israelí pasaron silenciosas y van vía a Irán. Primera vez en años que un portaviones de ese tamaño cruza los estrechos del medio oriente. La ofensiva que tanto tienta a nuestro premio Nóbel de la paz, el zarpazo a la guerra en el medio oriente que siempre es el terreno ideal para cualquier presidente americano que desee resolver una crisis. El afrodescendiente vendido al poder del imperio ha ido buscando su lugar definitivo para esta guerra sustentablemente larga como para reimpulsar su maquinaria de guerra y repotenciar su decadente imperio.

El segundo semestre de éste fin de década está comenzando con movimientos de guerra. Podrá estallar en cualquier noche, luego de un bloqueo naval que comenzará a detener a la flota Iraní para revisar supuestos embarques de uranio y que provocarán la ira árabe que detendrá a algún barco gringo que no obedecerá y como quien anda raspando un fósforo sobre el borde de la caja, se encenderá una conflagración que nunca entenderemos pero que llenará de olor a pólvora y a muerte a nuestro siglo de crisis. La Franja de Gaza sigue asediada por las hordas sionistas, Corea del norte igual anda en la cola de los finalistas de la guerra…

¿Qué vamos a hacer los pueblos de este mundo si se enloquece la fiera imperial?

El tronar de las bombas nos dejará unos segundos en silencio, los televisores todos comenzarán a transmitir estas terribles imágenes en color verde, de visión nocturna, donde se inflarán los bombazos quien sabe en donde, quemando escuelas y niños, madres y viejos, quemando todo inmisericordemente en nombre de la libertad, como siempre.

Desde aquí hasta Septiembre perderé el sueño cada vez más. Tengo estos retortijones en el alma que me anuncian tempestades, y no puedo hacer más que lo que hacemos todos, seguir en la lucha noble y dulce que la humanidad de este siglo lleva adelante, seguir creyendo y teniendo la esperanza en alto. Uno a veces no sabe como es que hace la historia para que caigan derrotados estos monstruosos imperios, pero siempre de alguna manera pasa. Hay que continuar la marcha, Cuba, Venezuela, Bolivia, España, Grecia, cada patria, todo el planeta que despierta ante la ignominia de un dinosaurio que cae agónico al piso y hace temblar toda la tierra. Tranquilos todos, que esta herido de muerte, que estamos en los tiempos en que las cosas están cambiando.

Venceremos, siempre venceremos.

brachoraul@gmail.com


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Raúl Bracho


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