La Paz con Colombia...¿es eso posible?

Estimados camaradas socialistas, he querido dejar pasar un buen tiempo para poder, de esa manera, ver muy clara la perspectiva actual, de las muy tensas, grave y por demás peligrosas, posibles relaciones futuras, entre nuestra bella patria y la vecina hermana de Colombia. Como he dicho, no quise hacerme parte del debate sobre este álgido tema hasta tanto no tuve, bien claro, todos los pormenores del nuevo panorama geopolítico entre nuestras dos hermosas y tan hermanadas naciones.

El título de este artículo, si nos remitimos únicamente a la historia, parecería por lo más descabellado, ya que si algo ha caracterizado a nuestras dos naciones ha sido ese vínculo de hermandad que hemos tenido, ya desde tiempos inmemoriales de nuestros antepasados indígenas, así como, esa unión geopolítica que trato de hacer el imperio español con la creación del Virreinato de la Nueva Granada, bastara como sustento, más que sólido, a la tesis de que la historia avala nuestros fuertes lazos de hermandad, todos los por menores de nuestra lucha independentista, donde el ejército “Patriota”, no tenía nunca una nacionalidad única, eran todos sus participantes multinacionales, fue después de esta gesta, que las arteras vías oscuras de la política comenzaron a enrarecer nuestra unión.

También nos tendremos que remitir a la historia, para encontrar los primeros visos de desacuerdo, desunión entre los dos gobiernos de nuestras bellas republicas, caso más que evidente el del colombiano Santander y el de nuestro padre Libertador Bolívar. Más claro no puede ser este ejemplo y más ilustrativo de las tensas relaciones que se han suscitado últimamente, entre los gobiernos, del ahora ex presidente Álvaro Uribe, (este individuo no merece ni que uno lo llame señor) y nuestro líder y comandante el presidente Hugo Chávez.

Es así, como una reedición de las traiciones y manejos oscuros de Santander en contra de Bolívar, es lo que acabamos de vivir, entre la tensa situación entre Chávez y Uribe, así, que en resumen desde el punto de vista histórico, si bien jamás ha habido una guerra entre venezolanos y colombianos, no es menos cierto que hemos tenido más de un incidente entre nuestros gobiernos, que ha tensado tanto la situación que ha estado a punto de romperse y dar pie a una guerra.

Analizando, esta posible conflagración entre nuestros dos países, en la historia mundial de dos naciones fronterizas, nos encontraremos que más del 80% de las guerras que se han suscitado en el mundo, han sido entre pueblos fronterizos y la razón, casi siempre es la misma, la prevención del más fuerte por expandir sus territorios. Analizando un poco las guerras en estos últimos 100 años podemos ver, que el mayor exportador de conflictos bélicos fuera de su área de influencia, (por no de decir que el único), es el imperio Yankee, han sido estos ilustradísimos señores, que con el slogan de querer ser los policías del mundo, los que han llenado de fuego y muerte a casi todas las zonas de nuestro bello planeta.

Resumiendo el punto histórico fronterizo podemos ver, que la historia mundial demuestra que los conflictos bélicos entre países fronterizos son la norma común y más aún, si uno de ellos posee grande riquezas naturales y el otro una enorme avaricia o una enorme manipulación por parte de los grandes exportadores de guerra, muerte y destrucción, como lo es el imperio gringo, que ha penetrado muy dentro de las entrañas de esa nuestra hermana república.

Ya hemos visto, que si bien la historia nos demuestra que no hemos tenido conflictos bélicos entre nosotros, también nos demuestra, que estos son muy comunes entre pueblos fronterizos y que los gringos son los grandes propiciadores de conflictos bélicos a nivel mundial, y como sabemos, estas dos cosas las tenemos muy presentes en los actuales momentos, en nuestra hermana república colombiana.

Ahora bien, analicemos el momento actual, el nivel en el que se encuentra la relación entre nuestra patria y Colombia, una vez que Santos (otro que no merece el digno título de señor), asumió la presidencia en Colombia, sustituyendo al nefasto, pero su antiguo jefe y compañero Uribe. La relación se puede decir que ha comenzado con el pie derecho, nuestro presidente y acorde a su enorme dignidad y amor sudamericano, ha vuelto a tratar un acercamiento entre los dos gobiernos y Santos no ha desaprovechado la oportunidad y ha tomado parte en la iniciativa y ya se han comenzado a restablecer las relaciones bilaterales, con cierta normalidad.

Lo anteriormente expuesto no me puede sino llenar de un profundo regocijo y felicidad, tanto por ser yo venezolano y el alejar cualquier viso de inestabilidad en mi país es siempre muy bien recibido, sino que además, soy latinoamericano y por ello no puedo sino pensar en que todos somos una patria grande y que los problemas entre nosotros son problemas entre hermanos y esos son los más dolorosos, es por eso que me alegro tanto de esta restitución de relaciones y búsqueda de una normalización de nuestras vidas.

Lo malo de todo esto es que siempre hay un pero detrás de toda una buena noticia y detrás de la normalización de las relaciones colombo-venezolanas hay un pero del tamaño de los Estados Unidos de América y del tamaño del ego del presidente colombiano Santos. Como podemos olvidar, a estas alturas el artero y vil ataque en territorio ecuatoriano, por parte del ejército colombiano en el mandato de Uribe, como podemos olvidar, que su ministro de defensa para la fecha era Santos, como olvidar, esa sonrisa cínica y maliciosa que tenía Santos al momento de dar el parte de guerra informando la muerte de unos seres humanos, como olvidar, las mil y una ofensas proferidas por el entonces ministro de la defensa Santos, en contra de nuestro presidente y de nuestro gobierno y sobre todo, como olvidar quien es Santos, uno de los más rancios apellidos oligarcas colombianos, de todo esto, acaecido no hace más de tres años, no nos podemos olvidar.

Ahora Santos se presenta como el paladín de la democracia, como el héroe que va a cambiar todo en Colombia y su primer paso es hacer borrón y cuenta nueva entre las relaciones de él y nuestro presidente y empezar de cero (como si eso fuese posible), enseñarnos ahora una nueva cara y que el otro Santos, el vil, despiadado, oligarca, dejo de existir con la salida de Uribe y ahora lo que hay es un bueno y “Santo” Santos, eso mis estimados no se lo cree nadie.

Las siete bases están ahí, y él fue un precursor de ese tratado, la corte anuncia que es ilegal el tratado, pero no vemos que el gobierno haga mucho movimiento tendiente a sacar las bases, por el contrario, busca argucias legales para mantenerlas intactas en su territorio. Santos fue a Santa Marta, no ha restablecer relaciones con Chávez, no señor, no nos olvidemos que el pertenece a la más rancia caterva de oligarcas colombianos, los cuales habían sufrido un duro golpe económico, con el cierre de la frontera colombo-venezolana y la ruptura de relaciones comerciales entre los dos países.

Estemos muy claros, el que perdió económicamente hablando en este corte de relaciones fue Colombia, fueron los empresarios colombianos, a los que veíamos a diario, llorando mares de lágrimas porque ahora no tenían a quien venderle sus productos y si conseguían comprador, estaba a miles de kilómetros de distancia y el negocio no era tan bueno, amén de lograr, cobrar una serie de pagos que habían quedado represados entre los comerciantes de ambos países, esa es la UNICA razón por la que Santos restableció relaciones con Chávez.

No nos mintamos, Santos sigue viendo a Chávez como un indio “mulatoide” que se encaramo, de mala manera, en el gobierno de su país vecino, Santos sigue siendo un connotado pitiyankee y sabemos muy bien, que Chávez ha pasado de ser una piedra en el zapato para el imperio, a ser un verdadero problema geopolítico en el patio trasero de su propia región de influencia, así que teniendo a un genuflexo presidente encaramado en el poder de Colombia, no van a perder oportunidad para torpedear a nuestro querido gobierno.

Estimados lectores, yo como todos quiero la paz, es solo que mi ingenuidad se quedó en la cuarta república y me es imposible creer esta nueva carita de Santos y estoy completamente seguro que el tiempo y en un corto plazo, me dará la razón y las relaciones se volverán a tensar entre los dos países y si a eso le sumamos, que el imperio está retirando tropas del medio oriente, va a tener, no solo que colocar estas tropas en un nuevo conflicto, sino que además, el imperio se nutre vendiendo armas y necesita un eterno conflicto en el mundo y ya que la aventura en el oriente le ha salido un poco torcida, porque no intentarlo, una vez más, aquí, en Latinoamérica y el blanco idóneo señores, somos nosotros y nuestro petróleo.

Ya para finalizar, si bien no creo que un conflicto este a la vuelta de la esquina, no tengo la menor duda, que mientras Santos este en el poder, las relaciones van a ser muy tensas y la posibilidad de una conflagración bélica, entre las dos hermanas naciones, es muy probable, a pesar de la hermandad que une a los pueblos, pero lo muy cierto es que los que toman las decisiones en Colombia, no son precisamente los miembros del pueblo, sino que por el contrario, son una serie de oligarcas amantes de gringos muy al estilo de Santander y de esta calaña podemos esperar cualquier cosa.


pito0726@hotmail.com.


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Alfredo Domínguez Fernández


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