Los gringos creen que los persas se están chupando el dedo… Y piensan que el Show montado por la Clinton-Dpto. de Estado en Washington –Plan de paz palestino-israelí— con la presencia de Netanyahu y Abbas, sea con la intención de un arreglo negociado para el fin del conflicto entre esos dos estados…
¿A quién engañan? ¿Qué hay detrás del perverso montaje del imperio? ¡Para ellos, el fin justifica los medios…!!
Quieren hacerle ver al mundo musulmán que ellos, promotores a “ultranza” de la democracia y la paz en el Medio Oriente, sí tienen todas las mejores intenciones para el cese del conflicto palestino-israelí…
Se sabe de antemano, que una cosa es la retórica y otros son los resultados que se derivan de la firma de un acuerdo de paz, por cuanto los sionistas israelíes con su cínica soberbia le van a dar una patada a la mesa y se limpiaran el trasero con ese papel firmado en terrenos adverso a Palestina.
Solo me queda decirle al compatriota Chávez, a los cuadros militares, al Consejo de Defensa y al alto gobierno que pongan las barbas en remojo, porque en la guerra promovida por USA-Israel lo que se dirime o está en juego, es el petróleo de Irán.
El petróleo venezolano por cuestiones geo-estratégicas es de vital importancia para los intereses de la dupla EEUU y sionismo internacional, ya que en el conflicto bélico del Golfo Pérsico en pos del petróleo iraní es necesario hacerse de la producción venezolana, porque de darse una guerra y se cierre el Estrecho de Ormuz por los iraníes, dejara de recibirse por Occidente el 45% de la producción mundial.
¿Netanyahu enfrentado con Obama? ¿Israel enfrentado con EEUU? Parece sacado de una película Hollywoodense de ciencia ficción. Pero todo es una farsa, mejor dicho, es una interna política del propio lobby sionista que controla la Casa Blanca y toda la estructura económica financiera y militar de la primera potencia imperial del planeta
Porque, no es que parece que va la guerra contra Irán…, no, esa planeada guerra por el imperio es uno de sus más preclaros anhelos debido a que en Irán está en juego el factor energético de la cuarta potencia petrolífera del mundo. Y están en juego los dólares –que es lo que más le duele a los gringos— que Ahmanideyad les sacó de los bancos norteamericanos.
¿Cuál es la trampa que le montan Netanyahu-Obama a Mahmud Ahmanideyad y a los Ayatolas iraníes?
No soy muy ducho en cuestiones militares, pero a mí entender creo que es evidente que el tan cacareado plan de paz (cumbre) entre Israel y Palestina y promovida en Washington por el imperio, con una brutal cobertura mediática de sus usinas, es a todas luces un montaje o señuelo, porque las verdaderas intenciones es invadir a Irán por sorpresa (…)
El otro escenario que se maneja de una guerra contra Irán, es el hecho de que cuando se tienen a las encuestas en contra –caso de los Demócratas en víspera de las elecciones del 2 de Nov. 2010—es remontar esas encuestas como sea, y revertir la tendencia aún a costa de que ocurra algo parecido al caso de Bush Jr. y el derribo de las Torres Gemelas de NY. En consecuencia, no se descarta que Mr. Obama-Nobel de la Paz le declare la guerra a Irán.
Obama está en una mala situación política. La economía baja en espiral. Las elecciones de mitad de mandato surgen amenazadoramente como un posible baño de sangre para los demócratas, en el que podrían perder por lo menos una, si no, ambas cámaras del Congreso
"Es paradójico, pero la nueva tanda de rumores sobre la guerra esta vez puede ir dirigida a convencer a Irán precisamente de que no habrá guerra, mientras en realidad se está preparando ya", opina el experto George Friedman.
Una nueva ola de filtraciones sobre un ataque contra los objetivos nucleares de Irán que Israel prepara junto con Estados Unidos, esta vez puede tener fundamento real considera George Friedman, director ejecutivo del prestigioso centro Stratfor que cuenta entre sus colaboradores con antiguos analistas de la CIA.
El pasado mes de agosto el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, volvió a insistir en que su país no tiene miedo de un ataque por parte de Estados Unidos, porque las tropas estadounidenses ni siquiera pudieron derrotar al pequeño ejército iraquí.
El analista Friedman descarta por completo que Tel Aviv se atreva a emprender una operación militar sin contar con el apoyo del Pentágono. En cambio, EEUU dispone de bastante capacidad militar en el área del golfo Pérsico para lanzar un ataque aéreo contra los objetivos nucleares iraníes.
En su opinión, la retirada de las tropas estadounidenses de Iraq ha reajustado las fuerzas y los intereses y ha hecho que Washington revise su postura respecto del problema iraní.
Al mismo tiempo, Friedman advierte que la consecuencia más grave del posible ataque contra Irán sería que la República Islámica bloqueara el estrecho de Ormuz, entre los golfos de Omán y Pérsico, lo cual colapsaría el 45% de los suministros mundiales de petróleo haciendo que se disparase su precio y dificultando la recuperación de la economía mundial tras la recesión.
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