Antes fue Irak, Afganistán…, y ahora el imperio con su inmenso poder nuclear y en abiertas amenazas de guerra se la coge contra Irán, Siria y Líbano, países todos ellos de firme creencia musulmana y de franca vocación religiosa.

¿Qué tiene que ver el 11S, el Pastor Terry Jones, la Mezquita Cero en NY y la sistemática xenofobia anti islámica, que han emprendido los gobernantes estadounidenses contra los musulmanes del mundo?

En todo el planeta se sabe que el derribo de las Torres Gemelas del 11S-2001, obedeció a un malvado plan de la administración Bush para asegurar la invasión iraquí de Saddam Hussein. Ahora bajo el mandato de Obama esas mismas Torres Gemelas junto con la Mezquita Zona Cero en NY, el show-quema del Corán por el pastor Terry Jones, y la creciente xenofobia anti islámica estadounidense, son, bajo el formato de Barack Obama un libreto de guerra preventiva contra el mundo musulmán, invadiendo como cabeza de playa, a Irán.

De modo que para el imperio y sus libretistas de la muerte es muy normal que ocurran este tipo de cosas, y que a decir de la última reflexión de Fidel Castro (sic): Fue un descomunal show mediático, un caos, cosas propias de un imperio que se hunde.

Ayer 11S, se cumplieron después de 2001 nueve años de aquel bien planeado guión imperial que acabo en pocos minutos con las emblemáticas Torres Gemelas de Nueva York.

¿Es un enigma o una velada verdad, tanto que a estas alturas no se ha atrevido ningún boludo estadounidense a develar el secreto de esos atentados?

Los cuatro eventos citados, que simultáneamente ocurren en el contexto de una inminente guerra contra Irán, no son aislados ni se diferencian unos de otros. No, ellos están contextualizados y concatenados entre si y obedecen a un plan en donde está involucrado el “payaso Jones, la CIA-Dpto. de Estado, la Mezquita de NY y el mundo musulmán”. En el que la administración Obama –como principal objetivo de su macabro plan— se propone pulsear la opinión del estúpido pueblo norteamericano, ante una eventual declarativa de guerra contra el universo islamita.

Hemos llegado a una transición decisiva en la evolución de la doctrina militarista estadounidense. La “guerra global contra el terrorismo” cuyo desarrollo en el tiempo tiene a los musulmanes como los malos de la película, y se hace con el fin de justificar el desbordamiento de una “santa cruzada” contra el mundo musulmán. Dirigida en principio contra Al Qaeda, y tras el 11 de septiembre, hacia una “guerra de religión” que justifique el fin y dé pie ante la ONU a su plena y total legalización.

¿Hacia dónde apuntan los dogmas militares y la guerra de propaganda que desde las pestilentes usinas mediáticas se promueve desde el imperio?

A pesar de sus desproporcionados medios para controlar la mente (subconsciente), ese viejo modelo imperial para fortuna de la humanidad ya llega a su fin. En tanto, que la humanidad a pesar de sufrir las duras consecuencias de este perverso modelo, se ha dado cuenta y le ha quedado en provecho la conciencia de saber ahora donde está el enemigo y como ubicar su maldad, su origen y procedencia. Por tanto, como “no hay mal que por bien no venga” y a pesar del sufrimiento y la criminal imposición de ese modelo, a estas alturas, más que mal, ha servido en mucho para elevar crecientemente los niveles de conciencia planetaria.

El sistema capitalista, como "mundo único", tutelan la civilización dominada hoy bajo un mismo modelo, cuyos valores referenciales económicos, políticos, sociales, culturales y morales, son bombardeados de manera inmisericordes y sin limitación de tiempo, por las super armas tecnológicas de que dispone el imperio.

Los norteamericanos sufren de crónica amnesia y desde sus desvaríos de grandeza creen que el mundo todavía se mantiene bajo el sopor de sus recetas de miedo y temor, que le dieron otrora a fuerza de acosos e intimidación, réditos y suficientes beneficios en el pasado reciente.


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