Como es costumbre del imperio, nuevamente publicó su lista hedionda a prepotencia, en la que se asume el poder de decir quien está y quien no contra el narcotráfico, un barato traje de etiqueta para vestir de legalidad toda su ingerencia en este destructivo y lucroso negocio. Para todos es ya sabido que quien maneja los grandes carteles de la droga es el imperio, que el Plan Colombia, el Plan Mérida y la invasión a Afganistán, fueron el camino para ser los dueños, amos y señores, de los más voraces mercados de sicotrópicos y narcóticos. EE.UU. es el primer productor de mariguana, Colombia produce más del 60 % de la cocaína que se vende en el mundo y la Heroína es una mercancía que el imperio se apropió luego de invadir Afganistán. La droga es el negocio del imperio, su caja chica. Es la más estratégica arma de dominación para anestesiar a las generaciones de relevo en los países que marchan al socialismo. Todo lo demás es decorado, tinglado de un teatro que cada día se cae más a pedazos.
Volver a desertificar a Venezuela es su arma para insistir en que Hugo Chávez es narcotraficante. Una matriz de opinión que ha tratado de crear inútilmente durante todos estos años de revolución. El descaro imperial no tiene nombre, ¿Qué respuesta dan a que más del 90% de los billetes de dólar de Washington le fueron encontrado trazas de cocaína? Esas cosas no se certifican.
Dos días antes de su acostumbrada tragicomedia de desertificar a Venezuela, Hugo Chávez Frías aprobó la nueva Ley Orgánica de Drogas, sería recomendable que le dieran una lectura, no solo por el aumento en las penas a los delitos de narcotráfico, sino por su visión socialista para paliar la terrible tragedia que la adicción a todas las sustancias de este mercado imperial, producen en nuestro pueblo.
El Sistema Público de Tratamiento para las Adicciones es único en el mundo, ofrecerá de forma gratuita prevención y tratamiento a toda la población. Basado en el modelo cubano. Uno de los más prestigiosos del mundo, se creó este sistema venezolano que ya se está implementando desde distintas instancias, entre ellas la Fundación José Félix Ribas, que ya abrió la primera Comunidad Terapéutica Socialista donde se atienden 40 pacientes. Se creará una Comunidad por cada estado del país, más una red de Centros Especializados de Prevención y Atención Integral y más de 1.200 Centros de Orientación Familiar. Un Sistema que atenderá a los luchadores contra las adicciones de forma humana y digna.
No bastando con esto, la nueva ley exige a todas las empresas aportar un 3% de su utilidad neta al Fondo Nacional Antidrogas, de donde se financiará todo el Sistema, y se aprobó la asignación de todos los valores confiscados al narcotráfico a éste Fondo nacional Antidroga.
Como es costumbre, nada de esto es tomado en cuenta por los certificadores gringos, ellos certifican políticas de ingerencia y no otra cosa. La violencia generada por el tráfico de drogas en México hacia EE.UU. es culpa de México y de ellos que al fin y al cabo solo las consumen.
Tiene que quedar claro que la única salida para superar esta realidad tan terrible de daño social, que ya se indica en un 5% de consumidores en la población mundial, lo que afecta de manera directa a la cuarta parte de la población del planeta, la única forma de derrotar este flagelo, es el socialismo. Mientras exista el capitalismo y la mercancía, la ganancia y la indolencia, nuestros pueblos seguirán siendo diezmados por esta casta de mercaderes de la muerte.
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