Noam Chomsky ya lo señala como el comienzo de un “levantamiento en los EE.UU

Wisconsin, y ahora se suman Illinois, Michigan, Iowa, Minnesota, Kansas...

¿A qué se deben las protestas? El gobierno estadal de Wisconsin tiene deficiencias presupuestarias que ameritan ser cubiertas muy pronto, y como primera medida para cubrir esa brecha al gobernador republicano Scott Walker no le quedo otra que pretender sacar ese dinero del bolsillo de docentes, bomberos y empleados públicos.  

 La legislación propuesta por el Gobernador Scott Walker incluye la liquidación del derecho de organización gremial y de paritarias para los empleados públicos, incluyendo docentes, y es el primer golpe en un plan nacional para destruir los gremios norteamericanos concentrados en su sector más activo: el sector público y de servicios.

El déficit fiscal del Estado Wisconsin es de UDS 137 millones y si no se corrige con racionales medidas impositivas, en dos años ascendería a  USD 3,6 mil millones. Lo que representa para un estado como Wisconsin, una cifra muy respetable que induce a pensar que de no corregirse esa brecha, el estado muy pronto tendría que declararse en bancarrota.

En esa misma situación están los municipios y estados norteamericanos colectivamente, puesto que lo de Wisconsin es solo una fracción del déficit total que enfrentan; que no es otro que la sideral suma de 3 billones de dólares.

Por sexto día consecutivo se mantiene la rebelión popular en Wisconsin con más de 40.000 docentes, bomberos y estudiantes universitarios que  tomaron el Capitolio y se mantienen en las calles de ese estado. Rebelión popular que muchos analistas no dudan en catalogar que sería el inicio de un despertar de conciencia revolucionaria en el aletargado pueblo estadounidense.

Esos reclamos, con manifestaciones sociales y la toma de la legislatura de Wisconsin, por el pueblo, conllevan per sé la pólvora y detonante que ya llegó a estados como Illinois, Michigan, Iowa, Minnesota, Kansas…, y que comienza a tomar cuerpo a todo lo largo y ancho de los pueblos de la Unión.

Las protestas sociales que ya comienzan a ser noticia, como es reseñado por los “Angeles Time”, no es más que el rechazo por  los trabajadores y el pueblo que han optado por la acción directa e independiente. Con carpas ya visibles en la plaza y los alrededores. Toda la prensa norteamericana ya cita a los manifestantes cuando bautizan el lugar “la Plaza Tahrir de Wisconsin”. Todo indica que se ha pasado un punto de no retorno: si todo esto ha surgido por un deficit de 137 millones de dólares, se sabe que en los próximos dos años llegará a 3,6 mil millones (18/2 WSJ). Y esto es, como ya se dijo, solo una fracción del déficit total que enfrentan los municipios y estados norteamericanos colectivamente: la suma sideral de 3 billones de dólares.

Los Angeles Times, en el mismo artículo que no duda en caracterizar la situación en Madison como una de parálisis política y “cuasi caos”, dice que leyes similares van a ser propuestas para su votación a corto plazo en varios estados más: Ohio, Iowa y Michigan, para comenzar. No estamos frente a un hecho aislado… Noam Chomsky ya lo señala como el comienzo de un “levantamiento en los EE.UU.” (18/2 Democracy Now). Así golpea en el corazón de los EE.UU. la crisis mundial, obligando a sus partidos patronales a atacar la calidad de vida y los derechos más elementales de los trabajadores en todo el “cinturón de oxidación” y fantasmas de fábricas cerradas y vaciadas (Minnesota, Iowa, Wisconsin, Illinois, Michigan y Ohio) justo donde ha sido históricamente más fuerte la conciencia organizada de la clase obrera norteamericana.

Como ya todo el mundo lo sabe: El bolsillo de los capitalistas es sagrado y no debe ser tocado por nada ni por nadie, en ninguna parte del mundo; ni aún por aquellos que dicen ser sus connacionales.  

 Y tan es así que en vez de exigirle el sacrificio a los que más tienen, prefieren que el déficit fiscal que padece Wisconsin, los otros estados y los miles de municipios del territorio estadounidense, sea cubierto a costa del sacrificio de los más débiles y de los que menos tienen: los trabajadores.

Ese gigante dormido tiene que despertar porque el pueblo está cansado de tantos engaños, mentiras y manipulaciones. Muy pronto, se verá que el principio de acción y reacción (efecto búmeran) se hará sentir, con la furia de mil demonios, en esa adormecida nación. “Al tiempo lo que es del tiempo”

  joseagaporam@gmail.com



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José Agapito Ramírez


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