Hago un paréntesis en la preparación de unas palabras o breve discurso con motivo del Día Nacional del Médico, para ocuparme de un tema que constantemente me preocupa con bastante temor o terror, no por mí que vivo tiempo extra, sino por las generaciones futuras, en especial como es obvio, por mis hijos, nietos i demás seres queridos, amigos de siempre, imaginando lo que sería una invasión por parte del Imperio Maldito del Norte (así designaré siempre a los Estados Unidos de Norteamérica, ya que son un país sin nombre i yo le adjudico este cognomento más que apropiado). Me ha motivado hacer un adelanto ahora, leer el interesante artículo del compatriota Germán Saltrón Negretti, tratando el tema i con cierta esperanza valedera, comparando que, siendo el caso de la agresión o de la guerra del todopoderoso contra el débil (siempre la gente recuerda el cuento bíblico del encuentro i el triunfo de David ante el gigante Goliat) que ahora llaman “guerra asimétrica” i que este amigo Saltrón Negretti, nos pone el caso de la guerra del Vietnam, que si bien fue derrota para el Imperio, costó 10 años de sangre, muertes, destrucción i horrores a un pueblo valiente i heroico que no merecía la agresión. El amigo Germán ha publicado su artículo que para muchos pasa desapercibido, cuando debería ser motivo de profunda preocupación por esta patria que, privilegiada por la naturaleza en riquezas naturales, i privilegiadas por el destino i la historia, con la gesta de independencia más bella i heroica del mundo, tuvo además una pléyade de héroes como pocos en esa biografía del mundo, i  con una estrella o galaxia de primera magnitud en la figura inmarcesible de Simón Bolívar , o como expreso siempre, una Trinidad no celestial sino real, que fue constituida por Bolívar, Sucre i Urdaneta. I si el petróleo, sobre todo, es la mayor tentación para los depredadores del planeta, para el robo de riquezas i para degeneración moral de la especia humana (en todo esto son campeones), en lo político tienen para odiarnos suficiente motivo, por ser Bolívar, quien desde hace más de 200 años, pronosticó que teníamos al norte un ave terrible de rapiña (i lo tienen en su escudo) que por la “providencia estaban llamados a llenar de miseria a la América, en nombre de la libertad” como tanto se repite ahora en toda la América por debajo del Río Grande, sin contar el inmenso territorio que despojaron a México. También expresó en otra ocasión que “Los españoles para nosotros, ya no son peligrosos, en tanto que los anglosajones lo son mucho, porque son omnipotentes, y por lo mismo, terribles”. Bolívar había diagnosticado i señalado al monstruo.

 Quien sepa historia i conozca los imperios que han aparecido en la historia de los pueblos, especialmente los grandes como el de Alejandro, el imperio romano, el imperio inglés, el francés, portugués o el que más nos incumbe, el imperio español del cual Carlos V dijo que en sus tierras jamás de ponía el sol, i Felipe II saqueó hasta que se cansó, ninguno ni en extensión territorial, ni en salvajismo, depredación, degeneración o maldad a la enésima potencia, se le pude comparar a este imperio del mundo. El Tercer Reich de Adolfo Hitler, también era limitado de extensión i con una maldad inimaginable al principio; luego vimos lo que fue. Pues bien, el Imperio norteamericano lo deja como un niño de pecho. Sus campos secretos de concentración como en Egipto, donde acaba de descubrirse uno como centro de torturas, de unos cuatro pisos subterráneos, deben ir apareciendo paulatinamente, como los documentos desclasificados. En maldad, pues, ha superado a su madre patria, Inglaterra o sea la Pérfida Albión que extendió lo que se ha llamado el “mal inglés” i superado también al Nazismo hitleriano. Este hijo putativo de la tierra de los piratas  ( la Gran…Bretaña) i saqueadores de tesoros (incluyendo los tesoros artísticos), la modificadora de fronteras, la disolvente de religiones i tradiciones i cuanta depravación se pueda concebir, ha superado a su madre patria. No hai rincón de este planeta, donde, sus tentáculos de un pulpo infectado de terrorismo i destrucción no hayan llegado. Reto a quien pueda rechazar estos asertos. Sus presidentes, creo que sin excepciones que son parciales como por lo menos tres: Lincoln, Carter i Clinton; los otros, son césares degenerados como Nerón o Calígula. I llegado a este punto, repito lo que dije desde un principio: este afro descendiente en la Casa Blanca, es peor que Bush. Desde que lo vi hecho presidente, me dije, lo dejaron llegar ¿Por qué lo dejaron llegar las Transnacionales i el Pentágono para que pusiera su trasero en la silla de la sala oval de la Casa Presidencial? Sencillamente porque vino comprometido a hacerlo peor que el vaquero petrolero inculto; a este se le adivinaba mejor sus malas intenciones por no ser mui bien dotado mentalmente; este otro es más inteligente, estudió para buscar el poder i refinar la astucia o la maldad, e hizo una campaña presidencial prometiendo cosas admisibles para el mundo, pero convencido por dentro que venía a incumplir, i engañaba i engaña con cinismo. Un ejemplo de eso, es Guantánamo que ahora está reactivándose i las guerras que ha continuado en el medio oriente, así mueran muchísimos soldados de su país; o defiende los Derechos Humanos, mientras tiene a cinco héroes cubanos presos por más de 10 años, a conciencia de que son inocentes. Es un Tartufo Internacional, al cual le pusieron un disfraz de bondad: Premio Nobel de la Paz, seguro que no comprado, sino exigido bajo amenazas, a noruegos i suecos, hechos los suecos.

 Pues bien, dejemos el tema que implicaría miles de cosas malas por narrar o inventariar. Estamos de acuerdo que es un imperio maldito, i vamos a exponer lo que pienso, igual que Saltrón Negretti i miles o millones de venezolanos sensatos que observan con detenimiento el desarrollo de los acontecimientos del mundo, en pleno desarrollo, como dice Walter Martínez, quién sería bueno escuchar un Dossier sobre el tema. Ahora le ha tocado a Libia, recibir el mismo trato invasor, destructor, avasallador i asesino que le impusieron a Irak con la acusación de tener armas de destrucción masiva; vejaron, humillaron i ahorcaron a su presidente para “democratizar” el país, i luego pasaron a Afganistán i seguirían hacia Pakistán, si no supieran que tiene armamento nuclear; ahora le ha tocado a Libia, un país de apenas cerca de 6 millones de habitantes, con apenas habitable un escaso 15 ó 20%  de su territorio, i el resto es desierto. Sin embargo saben que tiene mucho petróleo liviano de los mejores del mundo i el  subsuelo un inmenso estanque de agua dulce. Como a ellos se les acaba esa energía con el derroche i depravación moral en que viven, ésta es una nueva presa. Por eso, la más grande, apetecible i cercana es: VENEZUELA.

 Para los norteamericanos del gobierno (ya sabemos que no es el pueblo, sino los Midas modernos) CUANDO OYEN HABLAR DE QUE HEMOS PASADO A TENER LA MÁS GRANDE RESERVA DEL MUNDO, QUE TENEMOS GAS ABUNDANTE, I QUE EN OTRAS RIQUEZAS SOMOS TAMBIÉN PRIVILEGIADOS, al monstruo depredador de largas garras i colmillos, se le hace agua la boca. Antes no pensaban invadirnos, pues nuestros presidentes los dejaban robar libremente, i los que se opusieron, los derrocaron. Por eso no tumbaron a ninguno de la IV república, porque lícitamente los dejaban llevarse el petróleo casi regalado. Por eso ahora, con el gobierno más democrático i soberano de la historia,  esta invasión está ya hace años planificada i los preparativos a la vista: rodeados de bases militares (de ellas 7 en Colombia), en Curazao, en Panamá, en Costa Rica con sus dos últimos presidentes, un Premio Nobel de la Paz que da asco, i una Chinchilla de monte alojando en sus puertos una gran flota militar; en Hondura, sometida a rufianes de la política apoyados por el imperio, i en fin ese despliegue de poder que hacen en todo el mundo i locos por probar su nuevas armas, es sencillamente el anuncio de que una invasión vendrá, i tenemos que imaginar que, aunque a la larga, como sucedió en Vietnam, podamos vencer ¿Cómo quedaría esta bella patria, ahora revolucionaria i en progreso como nunca, después que en nuestros grandes río, el Orinoco, el Apure, el Meta o el Caroní, sus aguas haya corrido por años teñidas de sangre? ¿Han pensado en eso, los miserables vende patrias de la oposición? ¿Es que a ellos i a sus familias, los van a salvar lo bellos marines? Por eso el amigo Germán Saltrón Negretti (¡somos amigos, compatriota!) explica lo que sería la defensa de todo un pueblo en armas, pero ¿qué costo terrible de vidas nos tocaría? Por eso, cuando comencé a escribir, pensé en un solo artículo; pero luego le puse un primer número romano, para continuar, respecto a los que pienso deberíamos hacer en el caso de una invasión, que ya está casi decidida, a menos que otras potencias como Rusia i sobre todo China, exijan cobrar sus deudas pendientes, unas financieras i otras de honor.

 (Continuará)

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