Para que OTAN, la alianza militar más poderosa del mundo, cuyo jefe es EEUU, invada un país deben darse tres condiciones: 1. Que las potencias imperialistas, con o sin el apoyo del Consejo de Seguridad de ONU, crean, o piensen, o les parezca, o se les ocurra, que están evitando una masacre futura, en base a un razonamiento real o ficticio (estas masacres, por cierto, sólo pueden darse en países antiimperialistas; por definición no puede haber masacres en países amigos de EEUU, allí sólo pueden darse ataques terroristas contra gobiernos legítimos), 2. Que se trate de un país petrolero o rico en otros recursos naturales (de otro modo ni se molestarán pues no hay nada que robar; si hay masacres en estos países se tratará de un problema interno, en cuyo caso se respetará la autodeterminación de los pueblos) y 3. Que carezca de una importante capacidad militar (Rusia, por ejemplo, haga lo que haga, no puede ser invadida, ni de vaina, porque tiene armas atómicas intercontinentales y puede producir masacres en los países invasores).
Así están las cosas y el que no las entienda bien pendejo será. El mundo cambió con las invasiones de Iraq, Afganistán y Libia. El derecho internacional no existe, sólo la ley del más fuerte. EEUU no puede ser demandado ante la Corte Penal Internacional, pero Venezuela sí. No hace falta razonamiento alguno para justificar una guerra. En cualquier momento Chávez puede ser considerado por EEUU como un dictador mostruoso que está preparando horribles masacres futuras y, con o sin el apoyo del Consejo de Seguridad, nos invaden y punto. Y prosiguiendo la misión humanitaria se cogen la Faja Petrolífera del Orinoco.
Los países que cumplan con las condiciones arriba descritas, como Venezuela, aparte de poner las barbas en remojo, harían bien en tomar todas las medidas que puedan disuadir a EEUU de invadirnos y en caso que nos invadan poder resistir y hacer un papel decente ante el mundo decente, para que por lo menos quede la referencia futura.
En consecuencia, declaro mi más absoluto apoyo al gobierno nacional para la compra pública, encubierta o secreta de todas las armas, equipos, sistemas, métodos, bombas, misiles, cañones, barcos, aviones, baterías antiaéreas, radares, submarinos, portaaviones, fusiles grandes y chiquitos, aparatos militares de todo tipo, tamaño y color, y demás cosas útiles para enfrentar una invasión militar, incluyendo la militarización y entrenamiento de toda la población, con simulacros todos los meses en todos los estados y municipios, para defender hasta la muerte del último venezolano las más grandes reservas petroleras del mundo, único legado que dejaremos a los venezolanos del futuro.
El atrevimiento de los países imperiales no reconoce límite alguno.
asdrubalchirinos@gmail.com
