La mayor tarea político estratégica en Venezuela y el mundo

En diversas conversaciones que he sostenido con mi hermano Orlando Yajure, en las cuales hemos venido analizando la actualidad política nacional e internacional, y recientemente, de un correo que me mandó, en vista que como dice el poeta, la poesía es de quien la necesite, tomo algunas ideas en las que estamos plenamente de acuerdo, por lo que este escrito es de los dos.

 

En la actual coyuntura mundial, las principales fuerzas imperialistas, entiéndase sus Estados, sus trasnacionales, y sus organismos internacionales subordinados, financieros o políticos, están actuando esta vez, con plena complicidad. Decimos esta vez, porque anteriormente, en el siglo XX, sus contradicciones internas ocasionaron la I y II Guerra mundial. En este complot, “el imperialismo persigue el objetivo estratégico de  golpear y si es posible derrocar a los gobiernos contrarios a sus intereses y planes de dominación. Para ellos, no es posible avanzar en sus objetivos económicos si los sectores realmente democráticos, progresistas, revolucionarios y antiimperialistas, siguen avanzando en diversas partes del mundo, orientando su acción hacia objetivos de soberanía, desarrollo endógeno, construyendo integración sur-sur, cooperación y solidaridad, y socialismo”.

 

Estamos en un punto de quiebre de la historia de la humanidad, o avanzamos a una sociedad socialista o regresamos a un estadio más antiguo de la prehistoria capitalista en que nos encontramos. Digo prehistoria, porque como lo demuestran los conflictos Palestino–Israelí, Libio, Sirio, Hondureño, etc., es la violencia, o sea, el garrote, la principal “política” del imperialismo. Para ellos, es necesario frenar los cambios que asoman en Latinoamérica con la creación de la CELAC (Comunidad de Estados Latino-Caribeños), con la cual le daremos una patada por el trasero a Mr. Monroe y la OEA, aunque sabemos que tendrán allí no pocos interlocutores, no es lo mismo, como cuando a un manager deportivo lo expulsan a las tribunas, desde allí también dirige, pero no es lo mismo; la creación de UNASUR, el apoyo y reconocimiento internacional que ha venido recibiendo la creación del Estado Palestino; los movimientos de cambio en el mundo árabe, en África, en España y Grecia, la presencia cada vez mayor de China y Rusia con créditos más accesibles al tercer mundo, etc..

 

El imperialismo actúa con una hipocresía que no se ve ni en los culebrones de televisión, en nombre de la democracia, la libertad y los derechos humanos, como bien lo presagió el Libertador al referirse a los Estados Unidos. Parecen los más fieles herederos del Zorro o Batman, representantes de la oligarquía que en TV actúan y nos venden los mismos valores (los poderosos que se sacrifican por los humildes y desposeídos). Ahora, no tienen al mudito o a Robin, tienen a la OTAN, la ONU y la OEA, vendiendo esa imagen ante los medios, tratando de ocultar su condición de fuerza invasora, arbitraria, imperialista, y criminal. Dentro de esa estrategia, los países imperialistas se plantean como objetivos prioritarios atacar primero a los países que siéndoles adversos, se prestan mejor al encubrimiento de sus intereses, por eso atacan a Libia y Siria, porque les sirven mejor en su supuesta defensa de la “democracia” del capital. Y sin embargo, grandes sectores de la población mundial compran esa publicidad, esa mercancía, y no dan una respuesta adecuada en los mismos medios, en movilización y en concientización. La mayoría ve con indiferencia "los toros desde la barrera", otros se limitan a denuncias dispersas, que no avanzan en coordinación ni se hacen un clamor público a los cuatro vientos...NO a los invasores. Eso no es democracia sino criminal agresión hipócrita del imperialismo por interés de explotación de recursos naturales, por el poder económico. Y concordando con Orlando “ESE ES O DEBERÍA SER, EL CENTRO DEL COMBATE ESTRATÉGICO, DE LA BATALLA DE LAS IDEAS: la lucha por la hegemonía respecto a lo que debe ser la democracia como bandera de luchas y transformación, BANDERA QUE DEBEMOS ARRANCARLE AL IMPERIALISMO, NO SOLO A NIVEL INTERNACIONAL SI NO TAMBIÉN A NIVEL NACIONAL, DONDE CON IGUAL HIPOCRECIA SE HACEN LLAMAR “MESA DE UNIDAD DEMOCRÁTICA”.

 

“Dentro de esa coyuntura, las medidas anunciadas contra Venezuela - Pdvsa, son el inicio de una ofensiva, que busca entre otras cosas generar impactos internos en el corto, mediano y largo plazo, a favor de la conspiración reaccionaria. La respuesta, como dice Orlando, “debe ser en el plano político estratégico, sin negar la denuncia de los aspectos más puntuales del problema”. No es casual que contra Venezuela se venga urdiendo un plan orientado a sembrar la idea de que "el régimen" que gobierna en nuestro país no es democrático sino autoritario y despótico”.

 

Es necesario unir fuerzas y tomar iniciativas hasta poner al imperialismo, y en general al capital transnacional,  políticamente a la defensiva. Tanto en el plano de su acción militar, como en el de sus maniobras políticas y planes económicos en desarrollo. El contenido de las más diversas luchas del momento tienen un denominador común,  que se debe expresar en una orientación general unitaria. La acción imperialista, en su expresión militar y económica NO ES DEMOCRACIA, ES UNA DEMOCRACIA DE PALABRA E IMPERIALISMO EN LOS HECHOS. El mundo de hoy reclama un nuevo rumbo para la democracia, rescatar el contenido de su significación profunda. Buscar el punto de encuentro DEMOCRATICO ENTRE LAS LUCHA CONTRA EL IMPERIALISMO Y LA DEMOCRACIA REAL QUE DEMANDAN LOS PUEBLOS EN LAS CALLES, ES QUIZAS EL PRINCIPAL OBJETIVO DE LAS LUCHAS DEL MOMENTO.

 

 

felsonyajure@yahoo.es


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Felson Yajure


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