Con el tratado del pacifico sur el sionismo capitalista yanqui, mueve sus piezas, bajo el manto de serenidad y legalidad de Santos, el demonio hace su estrategia, los excretas militares chilenos pinochetista y su presidente avaro, enseñan los dientes y lanzan amenazas abiertas. La oligarquía y la basura que gobierna en algunas provincias argentinas están arremetiendo a diario contra la clase obrera, estudiantil, campesina y contra los aborígenes. Ejercitan un estado de represión permanente en contra de los desempleados que de manera organizada pelean el justo derecho a un empleo digno y con el cual sostener a sus familias que viven en la precariedad, sin que el estado argentino vele por ellos.
En esta etapa de la lucha del imperio por sostener sus dominios, los pueblos estamos llamados a ser protagonistas de nuestro futuro. Ya no podemos decir que los lideres o los gobiernos son nuestra salvación. Lógicamente un liderazgo fortalecido y depurado en las fuentes de pueblo, es muy necesario, pero no es de ese liderazgo la responsabilidad total de la conquista del poder popular y sostenerlo, mucho menos frenar los ataques de la bestia sionista imperial. Sin temor a equivocarme debo decir que es a nosotros los del pueblo, los simples mortales con conciencia, los que debemos cargar sobre nuestros hombros con la responsabilidad de hacer mas fácil la lucha y garantizarles a nuestros herederos una sociedad justa y verdaderamente democrática, tanto como el comunismo mismo. Ya no es utopía el pueblo revolucionario, aunque falta, no se puede negar que se ha avanzado en la educación del pueblo y en la adquisición de la conciencia de su papel en la lucha anti capitalista y anti imperialista. Se ha podido haber avanzado más, pero eso no es excusa para desconocer el camino andado.
Los cuerpos represivos y entrenados por los instrumentos de las oligarquías y el imperialismo, están a la orden del día. Doquier que el pueblo se levante, allí están las armas y los títeres del imperialismo. Pero a cada represión, a cada golpe, a cada crimen, a cada prisionero, gemina en la conciencia de los trabajadores, campesinos y pueblo en general la semilla de la libertad y de la comprensión de que solo actuando en conjunto, en unidad, podrán ser libres.
Una gran tarea tienen en este momento los pueblos de Perú, Colombia, Panamá, Costa Rica, México, Honduras y hasta el mismo pueblo EstadoUnidense. Sus países están siendo utilizados como pivotes de apoyo para la campaña contra la UNASUR, MERCOSUR y LA COMUNIDAD DE ESTADOS LATINOAMERICANOS Y CARIBEÑOS. No quiero con esto decir, que los demás pueblos estamos libres de responsabilidad. No, Contrariamente tenemos la aligación de hacer hasta lo imposible para apoyar y fortalecer a estos hermanos en su lucha, convirtiéndola en una lucha internacional de los pueblos. Teniendo la convicción cierta de que si nos dividimos, terminaremos diezmados y oprimidos otra historia más; periodo al que tal vez ni el pueblo ni el mundo sobrevivan.
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