La caída de Mohamar Al Kadafhi a costa de la muerte de miles de libios, civiles inocentes asesinados por el brazo sicario del imperio, como es la OTAN, marca una nueva amenaza para la paz mundial y la soberanía de los países que se oponen a las decisiones del Estado terrorista, salteador que pretende apoderarse del mundo mediante la fuerza y la pillería.
Estados Unidos y la Unión Europea se han convertido en los asaltantes mundiales. Son los PRANES de la delincuencia universal, que amparados en la “lucha contra el terrorismo” y por la “libertad”, masacran pueblos para apoderarse de sus riquezas y recursos energéticos y acuíferos como en el caso de Libia, donde muchos nacionales aupados por los cipayos cayeron en la trampa.
El Coronel Mohamar Al Kadafhi, nunca fue un revolucionario cabal. Siempre estuvo bailando en la cuerda floja y ahí están los resultados. Los que hace menos de un lustro lo recibieron como héroe, que lo sentaron a su mesa y le ofrecieron todo tipo de adulancias, son hoy los mismos que masacran al pueblo libio y ponen precio a su cabeza al tiempo que anuncian que se quedarán en Libia para garantizar “la paz y los derechos humanos”. Tal cual lo han hecho en Irak. Ya lo expresó el Reino Unido, despúes vendrán las demás hienas que aspiran repartirse Libia y sus recursos. Es ahora cuando los patriotas de esa parte de África les va a corresponder darlo todo por el todo para patearle el fondillo al invasor y a sus cabezas de playa.
La próxima víctima de la receta de Libia, es Siria, cuyo presidente Bakchar Al Assad ha sido lo suficientemente satanizado por la canalla mediática internacional y ya debe estar montado en la olla, por el brazo “legal” de los salteadores, el mismo que está solicitando a Khadafi, para ofrecerle un juicio “Justo”, como el que le hicieron a Sadam Hussein. El mundo entero está saturado de la “Justicia, la democracia, la paz y lalibertad”, que los terroristas mundiales llevan a los pueblos que quieren someter y saquear. Afortunadamente, hasta ahora las cosas no le han salido fácil y la dignidad mantiene a esos pueblos en píe de lucha, contra la ignominia que produce la presencia de la bota invasora y saqueadora en cualquier nación.
Siria, seguramente será el próximo objetivo de la caravana de filibusteros, que por ahora se pasean por el mundo asaltando y saqueando a pueblos pacíficos, trabajadores y desarmado, cuyo único crimen ha sido defender con dignidad, lo que de hecho y por derecho les corresponde.
La receta de la CIA está en marcha y solo falta que de un momento a otro sean activados los mecanismos que amparan y ejecutan estos crímenes contra la humanidad, para en nombre de la democracia y la libertad, bombardear universidades, hospitales y escuelas en Siria, como lo han hecho en Irak, Afganistan y Libia, para cayapear al líder de ese pueblo y luego, dictarle una solicitud internacional, como criminal de guerra y la receta se estará cumpliendo gracias a los “Patriotas” que habrán creado el caos y la ingobernabilidad con la delicada cooperación de la OTAN y sus regalitos aéreos contra el pueblo sirio.
Loque realmente resulta doloroso y que no logramos entender es como potencias supuestamente disidentes que en el seno de la ONU, tienen voz y voto, hacen mutis ante la voracidad y las tropelías imperiales.
¿Será que China y Rusia, son socias en esta orgía de sangre y lágrimas en que el Premio Nobel de la Paz, inquilino de la Casa Blanca y sus secuaces han ahogado al Medio Oriente y África ? ¿Será acaso que los intereses mercantiles son más importantes que la vida y dignidad de los pueblos?
Ahí dejamos esas preguntas flotando en el imaginario mundial. Pero la inquietante pregunta que nos hacemos es: ¿ Cuales son los próximos pueblos que los modernos corsarios tienen en la mira?
Haciendo un ejercicio sencillo, llegamos a la conclusión que los suramericanos y caribeños, no estamos exentos de la voracidad criminal de la banda imperial, porque con solo pensar en las inconmensurables riquezas energéticas y mineras de Venezuela, las forestales, acuíferas y minerales de Brasil, las de Bolivia, Argentina, Paraguay, Uruguay, Ecuador, Perú y demás naciones, que integran UNASUR y la ALBA, no es descabellado, llamar a nuestros pueblos hermanos a cerrar filas en contra de la agresión extrajera. La pregunta final es: ¿Después de África y Medio Oriente, serán UNASUR y La ALBA, las próximas destinadas a recibir “la democracia, libertad y paz”, que desde el siglo XX y hasta nuestros días vienen sembrando Estados Unidos y sus aliados europeos en el mundo?
Periodista*
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