Cambios geopolíticos  y soberanía militar venezolana

o es nada nuevo afirmar que la Venezuela pre-revolucionaria del siglo XX estuvo sujeta a condiciones subalternas en su comportamiento económico, político y militar por la influencia del gobierno de los Estados Unidos que, de esa manera, incorporaba sus declaraciones sobre diversos asuntos internacionales y sus votos en los organismos regionales y mundiales, a la visión que sobre los mismos tuvieran los gobernante usamericanos.
 
En el plano geopolítico, desde el mismo triunfo de la revolución bolchevique en Rusia y luego, con el triunfo de la revolución china y el desarrollo del proceso de liberación anticolonial en Africa Asia, América Latina y el Caribe, Venezuela fue incorporada como parte del llamado “mundo occidental capitalista y cristiano”, enfrentado a la amenaza del “oriente comunista y ateo”, visión neocolonial y reduccionista que nos incorporó a la “Guerra Fría”, expresada en la participación del gobierno de Betancourt a la guerra terrorista contra la revolución cubana, en el apoyo a la  invasión yankee contra el gobierno democrático de Juan Bosch en la República Dominicana y el soporte policial y militar  a los gobiernos represivos de Centroamérica en los años 80’s.
 
Tales posiciones, que no tenían fundamento en las Constituciones y leyes de la época, sí estaban basadas política y jurídicamente en el llamado Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, TIAR, con el cual, al término de la Segunda Guerra Inter-imperialista mundial,(1939-1945),  los Estados Unidos de América reforzaron la vigencia de la Doctrina Monroe (“América para los (norte) americanos”) y “amarraron” los países del continente a su estrategia de confrontación política y militar contra la extinta Unión Soviética y demás países socialistas y progresistas del planeta; tratado que se invocó en la llamada “Crisis de los Misiles”, de 1962, entre la URSS y los Estados Unidos por la presencia de armamento nuclear en la República de Cuba, pero que el mismísimo imperio norteamericano rechazó aplicar en la guerra entre sus aliados del Reino Unido y la República Argentina, en 1982, por la soberanía sobre las islas Malvinas y las islas Sandwich del Sur, históricos patrimonios territoriales  de los argentinos.
 
Ese cuadro de sometimiento geopolítico y dependencia militar de la República sufrir una ruptura irreversible con el inicio del gobierno bolivariano en febrero de 1999 y se ha venido profundizando con los cambios soberanistas, latinoamericanistas, anticapitalistas y antiimperialistas que se han venido desarrollando a partir de la derrota del Golpe de Estado Contra-revolucionario, el aplastamiento de la conspiración de la burguesía y el imperialismo contra nuestra economía e industria petrolera nacional y el triunfo popular en el referendo presidencial revocatorio (2002-2004), a partir de la cual, con base a la nueva Constitución Bolivariana, se  denunción a adhesión al TIAR, se expulsó la Misión Militar de los Estados Unidos en Venezuela (incluido su salida de Fuerte Tiuna), se derogaron los acuerdos antidrogas con el gobierno de los Estados Unidos, expulsando los espías de la DEA, se suspendieron las operaciones conjuntas UNITAS y combinadas con unidades militares usamericanas y se inició un proceso construcción de una nueva cooperación militar con otros países que permitieran una diversificación del armamento, transferencia tecnológica y garantía incondicional de su suministro, especialmente en que amenacen la seguridad nacional.
 
Reforzando lo anterior, están los cambios geopolíticos que, impulsados por el gobierno del comandante Hugo Chávez y otros gobiernos democráticos y progresistas, se viene desarrollando en América Latina y el Caribe, los cuales, en el plano militar se han expresado con  la creación del Consejo de Defensa de la Unión de Naciones del Sur, UNASUR, dirigida a convertir a la región en una Zona de Paz, Amistad y Solidaridad,  el rechazo  a la instalación de bases militares intervencionistas de los Estados Estados Unidos en la República de Colombia, la condena a la agresión uribista al territorio de la República de Ecuador, la denuncia de la reactivación amenazante de la IV Flota Naval usamericana en el continente,  los acuerdos de distensión y control de la frontera común con el gobierno colombiano de Juan Manuel Santos y el apoyo al diálogo de todos los gobiernos de la región que mantienen controversias limítrofes o de otra índole.  
 
Como consecuencia de esa política de soberanía militar, la cual acompaña a los profundos cambios que se viene produciendo en el plano doctrinal, institucional, operativo y legal en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana; la defensa integral de la República y su patrimonio humano, económico y ambiental es hoy extraordinariamente superior al existente antes de 1998 y la soberanía militar ha fortalecido el Poder Nacional frente a la latente amenaza imperialista contra el presidente Comandante, Hugo Chávez y su gobierno, los altos mandos militares y la inmensa riqueza petrolera nacional, que es el patrimonio de todos los venezolanos de hoy y del lejano mañana.
 
Todavía, sin embargo, quedaran algunos aspectos que desamarrar, por cuanto el tema militar tiene sus complejidades y exige tiempos para su alteración definitiva, pero lo fundamental es que hoy, la República Bolivariana de Venezuela no es ni será parte del dispositivo militar imperialista para amenazar o agredir política o militarmente a otros gobiernos y pueblos del continente y del resto del planeta y que las decisiones sobre la política militar de la República son de la autoría y responsabilidad única del Comandante en Jefe de la FANB, comandante Hugo Chávez, a cuyo mando, disciplinadamente, responden todos los oficiales, suboficiales, tropas y milicianos con que cuenta la República.

 
yoelpmarcano@yahoo.com


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Yoel Pérez Marcano


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