El sábado pasado, 16 de abril, mi apreciada amiga Vilma Soto Bermúdez
presentó su ponencia, “Educación en las Entrañas del Imperio” ante una
audiencia partidista, muchos en lagrimas, durante el III Encuentro
Internacional de Solidaridad con la Revolución Bolivariana, celebrado en
Barinas, Venezuela. Prof. Soto, puertorriqueña de nacimiento e
identidad espiritual, representó a su tierra en este simposio
relacionado al tema educativo.
Hace tres años el Pueblo venezolano se lanzó a las calles a defender lo
que ellos llaman apasionadamente un proceso revolucionario. Estas
gentes, en su mayoría entre los menos privilegiados de la sociedad,
defendían el legítimo y debidamente elegido gobierno de Hugo Chávez… un
gobierno bajo cerco. Para el atrincherado poderío social y económico
que penetra todos los recovecos de esta nación Chávez era, y sigue
siendo, “demasiado” revolucionario… un verdadero emulador de Castro.
Estos encuentros anuales de solidaridad internacional con los Pueblos
Bolivarianos se celebran en ocho localidades de esta extensa republica,
cubriendo ocho ejes temáticos, tanto sociales como profesionales, con la
educación como esencial centro de mesa en ese gran diseño cuyo objetivo
es transformar a esta Venezuela rica en recursos en una sociedad
humanista que ofrezca no solo libertad sino también justicia social.
Unellez, la universidad experimental en Barinas sirvió de sede para este
coloquio sobre la educación con contribuyentes de numerosos países,
entre ellos los Estados Unidos, quienes como era de esperar dieron un
tono anticapitalista a esta reunión profesional de pedagogos.
Entre los educadores congregados en Barinas estuvo nada menos que Peter
McLaren,
reconocido académico y co-arquitecto de la “pedagogía critica” y
catedrático en la Facultad Graduada de Pedagogía y Estudios de
Información de la Universidad de California en Los Ángeles, UCLA (por
cierto, mi alma mater). Dr. McLaren, un filosofo Marxista-humanista y
teórico social, tuvo un puesto de preeminencia con una audiencia
supuestamente versada en sus teorías de sociología política de
educación, y sus recientes ensayos- compilados y publicados bajo el
título,”Capitalistas y Conquistadores: Una Pedagogía Crítica contra el
Imperio”.
Fue en 1999 que, cuando por suerte y una afortunada presentación, se me
brindó la oportunidad de leer su libro, “Multiculturalismo
revolucionario: pedagogías de disensión para el nuevo milenio”.
Pero ni fue McLaren, ni Soto Bermúdez, ni otros renombrados educadores
los que me causaron mayor impacto, pero si los comentarios expresados
por un miembro de la delegación francesa, Ana Cauwel, sobre como esta
Revolución Bolivariana había cambiado la percepción mundial de
Venezuela.
Prof. Cauwel hizo notar como en el pasado Venezuela fue conocida como
lugar con corrupción reinante, proyectando una imagen inmerecida de su
pueblo. Añadió que al comienzo de la presidencia de Hugo Chávez, Europa
se mantenía escéptica a que pudiesen ocurrir cambios que mejoraran las
condiciones de todos los venezolanos. No solo opinaba así la Derecha
europea, sino la Izquierda también. Esa imagen empezó a cambiar, según
Madame Cauwel, a raíz del golpe de estado de abril 2002. Ahora vemos a
Venezuela de diferente manera, dijo la representante gala, sabiendo que
se están dando cambios en el país con un proceso donde se está
integrando a todos los sectores antes excluidos, como las etnias
indígenas y las clases humildes… dándoseles a conocer y disfrutar sus
derechos.
Quizás lo que tuvo mas resonancia para mi fue el reconocimiento por
Cauwel que Europa y gran parte del mundo reconocen el que Venezuela está
forzada a enfrentarse a los Estados Unidos en defensa de su soberanía y
dignidad, y una política exterior que está generando una imagen positiva
acerca de la Revolución Bolivariana y sus objetivos, algo que está
recibiendo muestras de solidaridad en el mundo: una imagen cambiada para
una nación en cambio.
Desafortunadamente para Chávez, el camino a recorrer en su búsqueda de
ese modelo revolucionario de evolución socio-económica (sin intención de
términos contradictorios) no le será nada fácil. Las aguas turbulentas
que amenazan desde el Norte, y los vientos huracanados de la
atrincherada clase media-alta se pueden unir y hacer zozobrar su barco
de estado. Pero si demuestra ser un político hábil y obtiene el apoyo
de la clase profesional ahora nadando entre dos aguas, amainará esos
vientos, al mismo tiempo que podrá calmar las aguas seduciendo a EEUU
con una dosis de petróleo para su glotonería o vicio.
El Presidente Chávez teme por su vida… con buenos motivos. Pero tanto
él como aquellos quienes han escogido el seguir ese proceso
revolucionario deben continuar con sus planes y disipar ese temor, so
pena que se convierta en profético. No le vendría mal a Chávez el hacer
ese proceso revolucionario suyo propio- un modelo y no una replica.
Chávez debe ser Chávez, y ningún otro. La opinión del mundo y el
progresismo moral serán su mejor armadura contra la jugada sucia…
provenga del exterior o del interior.