Los procesos regionales juegan un papel fundamental ante la crisis económica y financiera que atraviesan tanto Estados Unidos como Europa, estamos hablando de América Latina y el Caribe, no obstante, eso no es todo, la complementariedad con otros países de Europa y Asia, vienen a darle un significado de suma importancia, dados los niveles de acercamiento y flujo comercial que se experimenta en los actuales momentos, donde Brasil, Rusia, China y Sudáfrica, el llamado grupo BRIC, representan hoy día casi la mitad de las transacciones mundiales.
Precisamente, es la alternativa Bolivariana la que está fijando pautas sobre una nueva manera de entender la relación entre pueblos y gobiernos, muy lejos de la incidencia de los organismos internacionales conocidos. Al respecto y establecidos nuevos acuerdos en la recién finalizada XI Cumbre en Caracas, se introducen elementos políticos y económicos de nuevo signo. De esto último, es decir de lo económico, el presidente venezolano introdujo esa agenda, a los efectos de lograr acuerdos que permitan y le den transparencia a la movilidad económica entre los países, de allí surgió la materialización del inventario, Mapa de productos (Mercancías), que en poco tiempo deben presentar cada uno de los países, dirigido esto a la evidencia de las debilidades y fortalezas en la producción interna, de tal manera que esto permita las labores de intercambio y la creación del Banco del Alba viene entonces a preparar el camino para una integración mucho mas efectiva.
Es hora de pensar en grande y convertir a esta región del mundo en la receptora de inversiones de buen origen y búsqueda de oportunidades para los pueblos.