Israel, tu Dios está llorando de vergüenza, indignación, ausencia y desencanto, De nada valió Israel, todo lo que hizo Moisés por llevarte a la tierra prometida, para que sirva de hogar a todos tus hijos, con el único fin de que vivieran en paz con los hermanos de otras tierras.
De nada valió el sacrificio de Cristo (uno de tus hijos) y sus enseñanzas. No supiste comprender Israel, sus santos evangelios por que todos los has quebrantados. Inclusive muchos de tus hijos lo asesinaron tan solo por unas libra de plata y varias onzas de oro.
Mira en lo que te has convertido Israel. Tus ansias de poder y la avaricia te nublaron los ojos y oscurecieron tu corazón, olvidándote de tu Dios y de su amor. Te armaste hasta las dientes para conquistar tierras y riquezas. Tus malditos soldados asesinan a miles y miles de niños, y niñas, también a hombres y mujeres del pueblo palestino inocentes cuyo único pecado es estar luchando por la tierra que les pertenece y aman. Tierra que tu Israel les arrebataste en complicidad con tus sanguinarios aliados: el gobierno imperial de los Estados unidos.
Si Israel, mira lo que está haciendo, ya no tienes piedad con nadie. Tus dirigentes verdaderos terroristas ávidos de sangre, van a la sinagoga a rezarle a tu Dios, mientras racimos de bombas fosforados caen sobre el hermano pueblo de Palestina. Siempre te has creído Israel superior a los demás, tan solo por que te llenaste de tanques, aviones, misiles y armas nucleares que el Tío San te ha regalado.
¿Tu crees Israel, que por tener el apoyo del terrorista (solo tú lo iguala) más grande de esta tierra, de la OTAN y del silencio cómplice de la Unión Europea, te da el derecho de bombardear a los palestinos? ¿Crees Israel, que por cometer holocausto contra un pueblo prácticamente abandonado vas a acabar con sus deseos de libertad? ¿Piensas que secuestrando a hombres, mujeres y niños, vas a poder con el amor que ellos sienten por su tierra, por la cual tanto han luchado?
No Israel, nunca podrás. La tierra palestina es de ellos y siempre lo será ¿Sabes por que no podrás con ellos Israel? Porque el amor siempre será más fuerte que el odio y la ambición que tú sientes por sus tierras. Porque mataste a Cristo, un hombre bueno. Porque traicionaste a Moisés y todos tus profetas.
Porque algún día los pueblos decentes de este mundo que no son cómplices de los amos del mal, se levantaran unidos al pueblo palestino y sacaran tus soldados asesinos uno a uno de Gaza, de Galilea y de Jerusalén. Después todo será para ti Israel un crujir dientes y un llorar a mares. Si Israel la vergüenza que siente tu Dios cubrirá de noches tus días. Su ira caerá sobre ti y el enojo de Cristo borrará tu riza y acallará tu canto.
Oye bien Israel, la sangre palestina no será derramada en vano. Ella será agua bendita, que servirá para regar la paz y la esperanza en el pueblo donde nació la fe que tu tanto has traicionado.
