El triunfo de Nicolás Maduro, está asegurado para el 14 de abril. Nos atrevemos a pronosticar que el llamado del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, lanzado en su premonitoria despedida del 8 de diciembre de 2012, con el himno de los blindados, entonado con tanto sentimiento y nostalgia, el cual acompañó con la arenga de: tenemos patria y pase lo que pase seguiremos teniendo patria, va ser respondido por el pueblo de manera tan contundente, que lo que no alcanzó en su peregrinar por el planeta, lo va a realizar después de haber emprendido el viaje hacia esa dimensión superior, donde el espíritu se transforma en energía infinita.
El Comandante es más de cuidado en la batalla, ahora que físicamente está ausente, que cuando confrontaba con ese verbo, cargado de confianza, firmeza y decisión, que puso a temblar a los oligarcas, que le odiaron hasta el infinito y, seguramente algún segmento de esa sociedad disociada, colaboraría con quienes le persiguieron en las sombras, hasta encontrar la oportunidad de consumar la traición a los pueblos libres del mundo.
Ahora que no está en presencia, los diez millones de votos se los va entregar el electorado como homenaje póstumo, a quien quiso tanto a su pueblo y a los excluidos del mundo, que hasta renunció a su vida individual, para perpetuarse en la vida del colectivo, a través de su obra, por la que entregó su existencia material.
Pero la victoria aplastante contra la derecha fascista representada por la MUD y su candidato de la disociada élite del Este capitalino, Henrique Capriles Radonsky, no basta para asegurar la consolidación de la revolución. Ganar elecciones no es suficiente para consolidar el proyecto del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, si no cumplimos a cabalidad con la herencia docente que nos dejó para concienciar a las masas y enseñarles donde está el enemigo y como debemos combatirlo, en sus diversas manifestaciones.
Así como la represión contra el pueblo, no solo se limita al balazo o el peinillazo, sino que también se manifiesta en la exclusión, en la negación a derechos como el estudio, la alimentación y otros, tal como lo practicaba la IV República, el enemigo no solo es el yanqui que nos agrede con su canalla mediática que ataca el sique de nuestro pueblo o, con las injerencias en nuestra política interna, tal como lo viene haciendo la vocera del Departamento de Estado, sino que también se viste de sotana y capelo, o de traje y corbata con la biblia en la mano.
Lo que espera a la administración del camarada Nicolás Maduro, en su relación con la iglesia católico, no es una concha de ajo. La renuncia de Razinger al papado, no es fortuita, ni provocada por los escándalos de pedofilia, ni la elección de Jorge Mario Bergoglio, como Papa, tampoco es casual, ni por justicia divina. Todo obedece a una jugada geoestratégica del imperialismo mundial, como fue la elección de Voutyla, como Juan Pablo II, después de haber sacado de circulación a Juan Pablo I, que venía con todo contra la mafia del Banco Ambrosiano. Juan Pablo I, fue el ultimo papa italiano, del Siglo XX y por su origen de nada le servía la Vaticano y sus aliados para los planes criminales desestabilizadores del bloque socialista , para los cuales si estaba hecho a la medida Juan Pablo II, con sus aliados Lech Walesa, Gorbachov y demás agentes de la CIA que habían logrado infiltrar hasta el Krenlim. Voutyla, era polaco y por ende el Caballo de Troya, para la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). En esta oportunidad Razzinger, por ser número de confianza de la mafia no lo sacan de circulación, sino que lo obligan a renunciar e irse a Castelgandolfo, a descansar y ocultarse de las acusaciones que pesan sobre él. Lo defenestran porque su liderazgo es gris y no tiene influencia sobre África y América Latina y el Caribe, donde se concentra la mayor población católica del mundo.
Desojaron la margarita entre un africano y un latinoamericano, pero a la luz de la dialéctica aplicada a la geopolítica la balanza se inclinó por un Latinoamericano, donde avanza el “germen” de la revolución bolivariana y se incuba una nueva URSS, pero corregida y depurada, que costará para detenerla.
El nuevo Papa, es nada más y nada menos, que un homófobo, enemigo jurado de los Kirschner y acusado de ser colaborador de las dictaduras militares del Cono Sur. Siendo la autoridad mayor de los Jesuitas en Argentina, en 1976, sus subordinados condenaron las atrocidades de los militares. Bergoglio, cuando era abordado por algún periodista sobre su posición ante el régimen respondía:”El lugar de los sacerdotes está en la iglesia”. Así fue como en 1976, expulsó de la orden a los sacerdotes: Francisco Ialec y Orlando Yorio, críticos del gobierno, quienes de inmediato fueron secuestrados y llevados a la tenebrosa Escuela Mecánica de la Armada (ESMA), centro de tortura de donde son contados los sobrevivientes. Ambos curas le confiaron a un periodista, que habían sido delatados por el superior Bergoglio. Este Cardenal fue citado a declarar sobre el robo de niños nacidos en cautiverio en la ESMA, donde las madres eran liquidadas y su hijos entregados a familiares de militares y policías.
Durante el gobierno de Néstor Kirschner de 2003 a 2007, el mandatario polemizó con el Cardenal en el campo de la dialéctica y es célebre lo que en una de esa confortaciones, escribiera el presidente Kirschner, al advertir que hay que tener cuidado porque: “El diablo llega a todos, a los que usamos pantalones y a los que usan sotanas”. Con la llegada de Cristina, bajó la confrontación por poco tiempo, porque el Cardenal, volvió por sus fueros al acusarla de violenta y de no ocuparse de la gente.
Esa es la joya que nos montó aquí el centro imperial de El Vaticano, en otros trabajos profundizaremos, sobre la tarea del nuevo Papa, que es similar a la Juan Pablo II, pero en otra época y en otro continente. Pero todos los revolucionarios debemos estar mosca, porque Francisco I es una punta de lanza contra el bolivarianismo.
CNP 2414 cd2620@gmail.com
