La palabra “Golpe” se escucha y se dice cada día con terrible frecuencia.
A la partida de nuestro comandante eterno el 5 de marzo, con el dolor más grande y noble que yo hubiese visto manifestar al pueblo venezolano en su historia entera, la acompañó casi de inmediato, la arremetida golpista. “Chávez ya se murió y nadie se los va a devolver” escupió por su boca podrida el Candidato Capriles, como anuncio infernal de los demonios que una vez fallecido nuestro gigante invencible e invicto se nos enciman con todas las fuerzas internas y externas de la dominación imperialista. Saben que fuimos heridos y vienen contra nosotros, estamos, ciertamente viviendo días de peligro inminente.
Todo dice que hay un golpe en ciernes.
El enfrentamiento de clases sociales está en la calle, los dos modelos, el pasado y el futuro, la vida y la muerte libran feroces batallas. No es nada fácil lo que nos toca en el camino al perder la fortaleza de Chávez.
”El peligro está en los errores que pudiéramos cometer” leí, palabras más, palabras menos, decir a nuestro ministro Ricardo Menéndez, hace unos días apenas. Creo que su expresión es imprescindible entenderla como fundamental, no solo no podemos cometer errores sino que además debemos pasar de la defensiva a la ofensiva, hacer revolución dentro de la revolución para consolidar la victoria.
Escribí hace un par de días, en respuesta a las asquerosas expresiones fascistas de María Corina Machado en la Asamblea Nacional irrespetando a Chávez al decir que era un maldito que estaba muerto y podrido, lo siguiente:
“Irrespeto a la constitución y golpes de estado en cada uno de los poderes públicos, desconocimiento del Poder Electoral al no reconocer los resultados, al Poder Ejecutivo al no reconocer a Nicolás como presidente electo, al Poder Legislativo a costa de tu naricita y en marcha el golpe al Poder Judicial cuando no reconozcan la sentencia que anulará su impugnación” Ahora agregaría que un golpe militar con lo poco que tengan en las FANB, sigue en este guion, que seguramente no podrá aplastarnos, pero internacionalmente terminaría de justificar una intervención. Así sea derrotado, es un peligro enorme, no puede suceder. Hoy respiraba en Fuerte Tiuna el gran compromiso de nuestra tropa con el Comandante Chavez, sentí que teníamos patria protegida por los fusiles del pueblo, sentí el legado de Chávez defendiendo y garantizando la REVOLUCIÓN BOLIVARIANA.
Los golpes suaves han reemplazado a las asonadas militares o mejor dicho, son su preámbulo en este siglo. Lo que pasó en Libia y lo que está pasando en Siria son un ejemplo de lo que digo. Aquí la oligarquía y la oposición, siempre sometidas a la ineficacia y la incapacidad, siempre irreconocidos como capaces de enfrentar a Chávez, hoy son aupados por todas las fuerzas imperiales, apoyados con dinero y con todas sus instituciones para lo que ellos creen es un golpe ya muy posible. Por ello repito que es muy importante lo que dijo Ricardo Menéndez, hoy en día cualquier error que cometamos nos puede costar la revolución.
Error sería no saber enfrentarlos y vencerlos, error sería quedarnos a la defensiva y no crear estrategias de ataque para ser nosotros los que de nuevo estemos en la vanguardia y en la ofensiva como casi siempre lo estuvimos con el mando de Chávez.
Nuestro Comandante Obrero debe hacerse un nuevo gigante porque la tarea que le impone la historia es sortear esta situación que cada día se hará más conflictiva y que no es otra cosa que el enfrentamiento radical de la lucha de las clases sociales, de la burguesía contra la clase trabajadora. Hay que garantizar la revolución y para ello debemos prepararnos.
Un golpe de estado es algo que ya vivimos, un pésimo golpe, mal ejecutados por fascistas novatos que no será ni la sombra si es que permitimos un nuevo golpe militar. Cuando Nicolás dice, con toda propiedad, que estamos impidiendo un nuevo Pinochet, no se equivoca, si llegamos a perder el poder, no lo podremos recuperar sino luego de sangrientas y largas luchas porque esta vez vendrán a asesinarnos, a aniquilarlos con ese mismo odio que destilan sus palabras malditas. Nos quedaremos impotentes y derrotados, eso no puede pasar, pero solo y solo si nos adelantamos y golpeamos nosotros con el avance de la revolución.
Ellos, con el guion fascista están engañando a nuestro pueblo y a con lps aparatos de comunicación mundial nos aíslan y engañan al resto del mundo. Es la primera face de un golpe. Hay que darles respuestas importantes.
¿Cómo impedir un golpe?
Mantener el poder es tarea fundamental, haciendo lo que se deba de hacer, si se acentúan el odio y la violencia de calle fascista deberán suspenderse las garantías para poder gobernar y salirnos de las escaramuzas callejeras con las que impiden o tratan de invisibilizar la obra del gobierno de Nicolás.. Eso no debe descartarse, a pesar de lo critico que sería, pero lo importante es mantener y ejercer el poder para avanzar y darle claridad ideológica al pueblo, para radicalizar el socialismo, que tarde o temprano tendrá que enfrentarse a las fuerzas imperiales y vencerlo.
Estar alertas es fundamental para poder utilizar la capacidad de respuesta y movilización ante una asonada golpista, sino, si permitimos por pendejos que nos den un golpe, todas y todos quedaremos con el sabor en el alma, en el corazón, de la impotencia, la ira, la arrechera de habernos dejado derrotar.
Ante cualquier intento de golpe, las redes, la #TROPA, antes de que la desconecten y nos aíslen, deben llamar a nuestros millones de chavistas a las calles y se deben tener los planes para la resistencia armada de inmediato. De lo contrario se perdería la 5ta República y el sueño de nuestro comandante Chávez.
Y tendríamos un nuevo Pinochet.
¡Ante un enemigo implacable, implacable debe ser la Revolución!
Todas y todos a darle a Nicolás el esfuerzo, el trabajo, la lucha indispensable para avanzar y tener la gran victoria revolucionaria, la lucha de la clase obrera debe derrotar a la burguesía lacaya e imperial.
¡Viva Nicolás Maduro, Comandante Obrero!
¡Chávez vive, la ,lucha sigue!
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@hombrenuevo