Los EEUU no saben a quién asesinaron

El planeta entero está a la expectativa para escuchar los resultados del equipo de científicos los cuales determinarán si hubo alguna situación irregular en la muerte del comandante Hugo Chávez Frías, a quien muchos querían muerto, principalmente los Estados Unidos de Norteamérica.

Varios aspectos resultan interesantes y graves. Las primeras indagaciones registran las continuas enfermedades que en este siglo contrajeron sólo y exclusivamente los mandatarios de los países suramericanos, incluido el presidente Santos de la república colombiana.

De todos los delicados cuadros clínicos padecidos por este equipo de mandatarios, también se presentó el delicado estado de salud del entonces presidente cubano Fidel Castro Ruz, quien cayó en cama después de su viaje a la república argentina en el 2005.

La atención médica a este importante personaje siempre ha sido extremadamente celosa. Fidel Castro estuvo en el país sudamericano junto a Hugo Chávez Frías y exactamente no era un mandatario que presentará un delicado episodio clínico como el que desarrolló a su regreso a la isla antillana.

El grave estado de salud de Castro fue tan delicado que lo hizo cambiar la dirección al frente de la primera magistratura y entregársela a su hermano el Comandante Raúl Castro.

El reciente resultado de otro mandatario pero esta vez ubicado en los países árabes, Yasser Arafat, también llama la atención. Quien era el enemigo número uno de los israelitas y de amplios sectores gobernantes en las diversas administraciones norteamericanas.

Igual convirtieron al líder latinoamericano Hugo Chávez Frías. Muchos países del orbe empresarial difícilmente le perdonarían su política nacionalista en defensa de los precios del crudo.

Cuando Hugo Chávez tomó el poder en 1999 los precios del crudo no superaban los diez dólares. Ese mismo año redujo en un 30% gastos supuestamente operativos de la industria petrolera los cuales eran innecesarios y en menos de un año, ya había recuperado para el país tres billones de dólares.

Pero allí no quedó todo. Al año siguiente en abril convocó la segunda reunión de la OPEP. Vimos llegar emires y reyes saudíes, quienes bajaban de portentosos aviones desde ascensores. A partir de allí el precio del crudo se recuperó y a pesar de las crisis y amenazas, aún el barril se presenta estable.

Por eso de comprobarse que el presidente Hugo Chávez murió envenenado, contaminado por esta extraña enfermedad, sin dudas que los principales culpables son los Estados Unidos de Norteamérica.

Ellos creen que junto a Chávez se han ido millones, ya deben haberse percatado que su partida ha significado un mayor compromiso de muchos.

venezuela01@gmail.com

Twitter: @migueljaimes2



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Miguel A. Jaimes N.

Politólogo. Magister scientiae en ciencias políticas. Doctor en ciencias gerenciales. Posdoctor ontoepistemología en geopolítica de las energías. Cursando doctorado en letras. Cursando Posdoctorado en literatura del petróleo en Venezuela. Libros: El oculto poder petrolero, apertura petrolera, poder de PDVSA vs. poder del estado. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Primera edición. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Segunda edición. Director del diplomado internacional en geopolítica del petróleo, gas, petroquímica y energías – Venezuela. Director de la web https://www.geopoliticapetrolera.com

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