Zarpazos de fiera herida

El atentado terrorista del imperio contra el presidente de Bolivia, Evo Morales, por parte de Estados Unidos y sus satélites europeos, es un mensaje desesperado, es un alerta a los gobiernos y pueblos revolucionarios del mundo por parte del sionismo internacional, que a través del complejo industrial, militar y comunicacional, que pisotea la dignidad del pueblo de George Washington y del moderno sicario, la OTAN, intenta consolidar la dictadura mundial.

La decisión de sacar de circulación a los líderes de los movimientos independentistas del mundo está tomada por parte de las fuerzas imperiales mundiales, comandada por el Club Bilderberg, que en su desesperación por continuar sometiendo y expoliando al mundo con su dominio económico y financiero, es capaz de cometer las atrocidades más inverosímiles, con tal de imponer el libreto a través de su robot, el Fondo Monetario Internacional.

El Pentágono, que desde que nació representó una amenaza para el mundo, por el ímpetu, conque se levantó, el imperio norteamericano, un calco corregido y mejorado del viejo y decadente imperio británico, se ha convertido junto con la Organización del Tratado del Atlántico Norte, en la punta de lanza del sionismo, que pugna por instaurar un régimen y pensamiento único global, para lo cual no duda en fomentar guerras y divisiones entre los pueblos del mundo.

Es obvio que más allá de la urticaria que pueda producir la presunta y dudosa deserción de un espía miembro de la agencia con mayor currículum de criminalidad en el orbe; para el club que se erige como gendarme del mundo, lo más preocupante es la disidencia del Sur, cuyo mayor responsable, junto a la digna Cuba, es Venezuela, la Venezuela Bolivariana, que proclama la unidad de todos los pueblos de la América Aborigen en cuya tarea le acompañan todos los líderes patriotas, de pensamiento libre, solidario, con el amor universal como estandarte en todo el continente y el Caribe. Valga decir que la llama de esta disidencia ha incendiado la pradera a escala planetaria, con la figura del Comandante Eterno Hugo Rafael Chávez Frías, cuyo mensaje se ha hecho más certero, luego de su viaje a esa nueva dimensión donde el espíritu se convierte en energía infinita.

Dentro de los apóstoles de esta insurgencia histórica que catapulta el cambio de épocas, está el emblemático Evo Morales y de allí que quitarlo del camino, sería un triunfo para las fuerzas imperiales del mundo, como lo fue el asesinato del General Antonio José de Sucre, en la selva de Marruecos, por los sicarios del imperio representado por las oligarquía criollas, que sirvieron de cabeza de playa, para dar al traste con el sueño de Miranda y Bolívar, la Gran Colombia, el contrapeso al imperio del norte en el continente.

No hay que llamarse a cuentos compatriotas y camaradas de la revolución mundial, que afortunadamente ya dejó de pertenecer en exclusiva a los venezolanos y Latinoamericanos, para arropar a caribeños, europeos, asiáticos y africanos. La guerra imperial,contra los insurgentes sureños, como en el Siglo XVII está declarada. Nadie con un poco de inteligencia se traga el anzuelo, de que la negativa de sobrevuelo de cielos lacayos, dictada a última hora cuando se suponía que la autonomía de vuelo de la aeronave presidencial estaba al límite, es por una sospecha.

El argumento de la presencia del agente de la CIA, técnico, contratista o com o lo quieran denominar sus jefes, en el avión de Evo Morales, no es más que un subterfugio, para justificar el crimen que habían planificado, para que apareciera como un accidente, por un malentendido diplomático y así quedaría establecido, con los honores al fallecido y el perdón ofrecido al mundo por el daño colateral.

Recordemos las “armas de destrucción masiva en Irak” y la payasada de juicio al presidente Sadam Hussein, para llevarlo a la horca, despreciando su condición de militar y Jefe de Estado, para reducirlo a la condición ruin de delincuente internacional. Otro tanto hicieron con Muhamar Khdafy, a quien lincharon, como si se trata de un indeseable cualquiera.

Claro esas prácticas ya han quedado demasiado en evidencia y en el mundo entero, se la bate en la cara, como lo hicieron los sudafricanos con la visita del relacionista del Complejo Industrial, Militar y Comunicacional, Barack Hussein Obama, a quien le hicieron una merecida bienvenida, como representante de la potencia, que mas pisotea los derechos de los pueblos en el mundo, saltándose todos los tratados y los principios del derecho internacional. Las razones sobran, para que los tanques pensantes, busquen alternativas para cometer los asesinatos selectivos, sin que el mundo quede muy convencido de su naturaleza, pero que tampoco les deje con el trasero al aire.

Seguramente recordaron la faena que le hicieron al movimiento independentista de Panamá, con el “accidente aéreo” que la segó la vida del patriota General Omar Torrijos, a quien sustituyó un agente de la CIA, que fungía de oficial de la Guardia Nacional. Después este sujeto, cuando ya no les servía para sus planes, lo desecharon como preservativo y hasta hoy está en las cárceles del imperio pagando la osadía, quizás de haberse arrepentido de su traición y pasar de hablar panameño, pero pensar en inglés, pensar y hablar en panameño, nos referimos a Manuel Antonio Noriega, a quien para llevárselo en sus garras, el águila imperial acabó con el barrio de Chorrillos, el mayor asentamiento humano de Panamá, que fue envuelto en llamas literalmente con un feroz bombardeo, en una época navideña, como lo hicieron hace cuatro años con Palestina en la “Operación plomo fundido”. Ya es su costumbre darle estos regalitos navideños a los pueblos que luchan por su libertad.

Por eso camaradas hay que estar alerta y nuestros presidentes y demás líderes fundamentales en la dirección de los procesos que desarrollan los pueblos, que cansados de la dominación por siglos, regresan a sus raíces, génesis de la llama libertaria que llevamos en nuestras venas, heredadas de los Caribes indomables, deben tomar sus previsiones antes de salir de las fronteras patrias. El atentado terrorista contra Evo Morales y su comitiva, que se frustró gracias a la hidalguía del gobierno de Austria, no es una casualidad ni producto de la sospecha de la compañía de un ¿Doble agente?, sino el zarpazo de fiera herida.

Periodista
CNP 2414


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Cástor Díaz

Periodista CNP 2414

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