Una vez más el mundo entero tiene en su manos pruebas fehacientes de quienes son los estados forajidos del planeta. La Organización de la Naciones Unidas en Asamblea General, cumplió nuevamente con decirle al imperio norteamericano, que el criminal embargo que mantiene contra el heroico pueblo cubano, es ilegal porque violenta todos los principios del derecho internacional. Que no tiene ninguna justificación, porque por principio de la libre determinación de los pueblos, ningún país está facultado para someter a otro y menos con acciones que comportan crímenes de lesa humanidad, como es el caso del bloqueo al caimán del Caribe, que no permite la entrada de alimentos, medicinas, ni otros insumos básicos para la buena marcha del país antillano.
Para mantener este atentado contra millones de seres humanos, incluyendo niños y niñas, el imperio se vale de una legislación conocida como la Ley Helms- Burton, promovida por el Senador Jesse Helms de Carolina del norte y el representante de Illinois, Dan Burton, dos criminales que se creyeron con derecho a atentar contra la vida de más de diez millones de personas y contra la autodeterminación de un bravo pueblo que decidió ser libre.
Ese adefesio jurídico, promulgado por el Presidente Bill Clinton ( El becerrero de la Casa Blanca), el 12 de marzo de 1996, se salta a la torera todos los elementales principios de los derechos humanos y del derecho internacional, porque se trata de un deleznable chantaje contra las empresas del planeta, a las cuales obliga a escoger para sus negocios entre Estados Unidos de Norteamérica y, la república socialista de Cuba; como podrán deducir ningún empresario va a arriesgar un mercado de cientos de millones de potenciales clientes, por uno con un poco más de diez millones.
La Ley Helms – Burton, establece que cualquier compañía o empresa, no estadounidense que mantenga relaciones comerciales con Cuba, puede ser sometida a represalias por el gobierno gringo y los representantes de la misma se exponen a que les prohíban la entrada a Estados Unidos de Norteamérica.
Igualmente obliga al presidente norteamericano a condicionar cualquier ayuda a otros países, a no tener ningún tipo de relación con la isla libre. La justificación para este crimen de lesa humanidad está sustentada en un supuesto peligro para la paz y seguridad mundial, que representa Cuba. Habráse visto tamaña calumnia, cuando la patria de José Martí, contrario a Estados Unidos e Israel, los únicos forajidos que votan en la ONU para mantener el bloque; la invasión que ha practicado contra pueblos del mundo, es la del amor universal, la salud, deporte y educación. Mientras Estados Unidos en nombre de la democracia y la libertad, somete a pueblos asiáticos y del medio oriente a bombardeos, con armas químicas y ataques con “Drones” (aviones sin tripulación) que han dejado con sus incursiones centenares de civiles muertos, y su socio Israel, mantiene a Gaza convertida en la cárcel más grande del mundo a cielo abierto, con el heroico pueblo palestino, sometido a matanzas y toda clase abusos, cada vez que se le antoja.
Mientras la Cuba revolucionaria de Fidel Castro, tiene diseminados en el mundo unos veinte mil médicos, enfermeras, entrenadores en diversas disciplinas deportivas y educadores, invadiendo a los pueblos con solidaridad, salud, educación y amor; su contraparte EE UU, mantiene en el mundo millones de soldados y oficiales con bases militares, sembrando muerte y terror. ¿Que diferencia verdad?, entre “el peligro para humanidad” representado por el caimán del Caribe y el “salvador y protector del mundo”. Pongamos a ambos en la balanza de la conciencia e identifiquemos, quienes son los criminales que amenazan al planeta, si la Cuba revolucionaria o la Norteamérica “democrática”.
La votación en la ONU contra el embargo a Cuba, fue de 188 votos porque se suspenda la inmoral y guerrerista medida, dos a favor de mantenerla, Estados Unidos e Israel y tres abstenciones, que son pequeños protectorados del imperio. Pese a todo eso el embargo continúa y no hay manera que los forajidos entiendan, que Cuba es un país libre y soberano y que son sus ciudadanos, quienes deciden que sistema adoptar para que les gobierne.
Afortunadamente para la hermana y digna república, el bolivarianismo sembrado por el Comandante Eterno Hugo Rafael Chávez Frías, que arropa la pradera suramericana y caribeña ha rescatado a la Cuba heroica del secuestro imperial, porque hoy esa pequeña pero luchadora población cuenta con el apoyo del ALBA, UNASUR y la CELAC, organismos internacionales nacidos de la preclara mente del Comandante Chávez y que están destinados a sustituir a la OEA y a la ONU, para los pueblos libres del continente y del mundo, que ya están abandonando el miedo y se plantan frente al tirano universal, con valentía, para decirle que ya está bueno de atropellos. Una prueba de esta realidad, es el nuevo revés sufrido en la ONU, por los forajidos planetarios que ahora enfrentan al mundo.