Cuando el Capital está en riesgo

El negocio del papel verde y la Guerra en Irak

“No solo de la explotación del hombre por el hombre vive el capital, sino también, de la muerte y desidia de los pueblos”. Así reza el evangelio que entiende la casta de neoconservadores, el sionismo internacional y sus lacayos regionales, los engendros del Capital.

La guerra de Irak, o mejor, como diría en uno de sus desastrosos discursos el propio Mister Danger. La guerra infinita contra el “terrorismo”, representa también, sin lugar a dudas, un lucrativo negocio para las corporaciones norteamericanas y los capitales sionistas.

Entendido que, el imperialismo no es más que la etapa superior alcanzada por los capitales de dominio global, ha logrado despejando todo vestigio de dudas acerca del papel del Estado como instrumento del capital: el Estado de las corporaciones privadas.

Muchas tesis han surgido con respecto a esta nueva contienda bélica del imperio y la situación desastrosa del capitalismo norteamericano. Unos consideran que los motores de la industria bélica estadounidense se han puesto en marcha para salvar nuevamente del caos económico al imperio más poderoso que haya existido en la historia de la humanidad. Pero esta locura, a la vez, los enfrenta el riesgo de acelerar su debacle económico debido a los inmensos gastos armamentísticos. De ello se argumentan con los extensos y variados estudios de reconocidos economistas, incluidos estudios de estudiosos norteamericanos en la materia, que vislumbraron la debacle de la economía norteamericana desde mucho antes de los sucesos de las torres gemelas 9/11, informaciones fundamentadas sobre datos ciertos que develaban los peligros que afronta el imperio: su déficit fiscal, deuda externa, etc. Más no refieren en absoluto al análisis, no menos ciertos, que escapa al mundo de lo técnico, escondiéndose en la subjetividad y en la oscuridad.

Todos estos análisis reflejan algo cierto, mas no lo fundamental: el imperialismo norteamericano o en otras palabras, el centro del capital mundial (vivimos en un mudo globalizado), enfrenta una crisis que es la fundamental, su incapacidad reproductiva. Uno de sus paliativos correspondió a la medida empleada por Richard Nixon (presidente de los EE.UU.) en los años 70, cuya medida significo modificar el patrón de sustento del dólar, la moneda norteamericana se liberaba del oro. Entonces, es aquí cuando nos preguntarnos: ¿Quien sustenta al dólar? ¿Quien sustenta a la economía estadounidense y con el al capitalismo mundial? o mejor dicho ¿Quien sustenta al capital? Para la sustentabilidad del decadente capital mundial se ha concebido al dólar como única moneda global respaldada sobre lo ficticio.
El imperio del capital se sustenta simplemente por que su moneda, el dólar, todos los países del mundo la adquieren y la utilizan como reserva y sustento de sus propias monedas, la transacciones de la economía mundial se realizan en dólares, al igual que el petróleo, de allí la denominación de petrodólares, todos los países del mundo, de Europa, Asia y en especial los países de la América del Centro y Sur, guardan sus reservas en los bancos del imperio. El capital mundial ha entendido de que no hay otra forma de sobrevivir aun exista contradicción con algunos capitales regionales.

Estas contradicciones se evidenciaron con la guerra de Irak. Sumados a las pretensiones sionistas para la zona. El centro del capital mundial (EE.UU.) nunca perdonó la política esgrimida por Saddam Husein en transformar su patrón de cambio comercial por Euros, y asomó sus garras contra los capitales regionales (Europa y Asia) que pretendieron hacerse del control del país que dispone de la segunda reserva de petróleo liviano más grande del mundo. Luego asistimos al espectáculo realizado en la ONU de ver como los últimos concebían, casi sin objeción, la invasión a Irak, en razón de su propia salvación.

En conclusión, el imperialismo norteamericano, el centro del capital mundial, no se derrumbara como producto de sus gastos militares, aunque se vean afectadas sus balanzas económicas por los mismos, ellos pondrán en marcha su industria a producir el papel verde, mientras el resto de los países del mundo harán su parte comprándolos.
Pero no seamos pesimista, existen varias acciones de fuerza que atentan contra el imperio: la primera y fundamental corresponde a la conciencia que se ha despertado en los pueblos que ha ido deponiendo gobiernos lacayos y hacer la resistencia a la invasión. La segunda y no la menos importante, corresponderá a la implementación de una nueva política económica de índole Socialista que rompa las relaciones de cambio entre los países hermanos y con el sustento de sus economías fuera del capital, no existe otro camino. El ALBA es sin duda la mayor contribución a la paz de la humanidad que adelantan los pueblos hermanos de Cuba y Venezuela. Esto amenaza al imperio.


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Basem Tajeldine

Marxista. Investigador de temas geopolíticos internacionales en el Centro de Saberes Africanos. Moderador del programa VOCES CONTRA EL IMPERIO, RadiodelSur y RNV.

 basemtch@gmail.com      @BasemTajeldine

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