En otros tiempos, cuando la educación en Venezuela, era del tamaño de la pobreza y el desempleo reinante, estudiar en la UCV, u otra universidad reconocida era un gran privilegio, pero estudiar en Harvard un joven venezolano era lo máximo, no solo por tener el privilegio de entrar, sino porque teníamos la tonta idea que allí solo entraban los genios, más o menos como entrar a la NASA, claro si más de la mitad del país vivía en pobreza extrema, los sueños de un estudiante de escasos recursos era por lo mínimo lograr culminar la secundaria, la universidad era inalcanzable, aun cuando muchos de esos jóvenes salían con notas brillantes de sus liceos tenían el pecado de ser pobres.
Desde que Hugo Chávez, puso la educación como una de las grandes prioridades en el país, esos mitos de los genios que eran los que tenían el derecho a la educación quedaron atrás, y pudimos darnos cuenta que en Harvard u otra universidad del extranjero, no entra el más inteligente sino, el que mayor poder adquisitivo tiene, la inteligencia la borra unos cuantos ceros a la derecha de un cheque, claro con mucho respeto a aquellos que gozan de ambas armas, (adquisitivas e intelectuales) en el caso que aquí nos concierne y el motivo de este artículo es el reconocimiento, que la Universidad de Harvard le ha otorgado al señor Leopoldo López, egresado como economista de esa casa de estudios, todos sabemos que su principal función en el país, no ha sido ejercer su profesión y a nivel mundial no se le reconoce como un profesional de la economía, sino como un personaje político con una práctica un poco ortodoxa para ejercer política, rememorar los acontecimientos sería un poco trillado, porque es como una película que repetimos y repetimos y él siempre está allí presente.
Lo que si parece curioso, es que hay otro egresado de la Universidad de Harvard, muy ligado a Leopoldo López, tanto en lo personal como en lo político o los une más la conveniencia política que la personal, porque estamos seguros que este señor no le importaría descabezar a cualquiera que le estorbe, o se le interponga en sus propósitos, hablamos del señor Álvaro Uribe Vélez, quien tampoco estudió ciencias políticas ni nada que se le parezca, tiene una especialización en Administración y Gerencia, y no, por extrañas circunstancias se unieron para acabar con la democracia en Venezuela, un extranjero que codicia la riqueza de nuestro país y un venezolano que pone en bandeja de plata su patria, para lograr alcanzar el poder, estando consciente que democráticamente no lograría sino el rechazo.
Hoy la Universidad de Harvard, reconoce los méritos de Leopoldo López, pero ¿Cuáles? ¿Qué tipo de enseñanza recibía este joven estudiante de su época que hoy amerita un reconocimiento? si él ha puesto en práctica todo, menos su profesión, y porque dos personajes egresados de esta universidad comparten esa tendencia ideológica y esas tácticas violentas para alcanzar sus ambiciosas pretensiones, es difícil imaginar que premien al que más daño hace a su nación que a aquel que lucha por que sobreviva, pero por esas cosas raras de la vida sentimos lo mismo cuando al Sr. Obama le otorgaron el premio Nobel de la Paz, quien por cierto también egresó de la misma universidad, pero esa es otra historia con otro protagonista.
Ahora bien, si a los estudiantes de Harvard los premian por intentar tumbar gobiernos desestabilizar y arremeter contra la patria, me quedo aquí en mi Venezuela, con las universidades que abrió mi comandante en donde enseñan valores éticos y morales, amor a la patria y al trabajo digno
Viva mi Venezuela libre y soberana.