Todas y todos contra el imperio y el fascismo

Venezuela se incluye dentro de los países con un pueblo que conquista y refrenda por los cauces electorales el gobierno para conquistar desde el gobierno el poder, y hacer desde el poder las transformaciones revolucionarias que permitan crear una nueva sociedad, una nueva moral, una nueva ética, una nueva vida y una nueva concepción de los hombres y de las mujeres. Por eso, no hay nada más importante que la cohesión de todas y todos los revolucionarios conscientes de la profundidad de la crisis y de la necesidad de combatirla para salvaguardar a nuestra Patria y a Nuestraamérica.

El pueblo ha aprendido lo que significa democracia y no vivirla. Eso nos lo enseño la IV República. Debemos continuar luchando contra el terrorismo mediático, la derecha fascista y los factores externos. Hay una fuerza perniciosa y profunda que se siembra en el corazón de los hombres y las mujeres que no es posible derrotar a bala: la colonización mental. Lo que trae consigo la domesticación. Hoy día además de que hay que profundizar este proceso revolucionario debemos generar conciencia para contener esa “colonización mental”.

Está en marcha una siembra de terror para dominar la economía. El Fondo Monetario Internacional (FMI) está luchando para aplicar hasta el fin sus planes; en esa infernal lucha el FMI acentúa su infamia por la desnacionalización y maneja la devaluación como instrumento permanente para adecuarse a la situación de la chatarra del dólar; hunde sus tentáculos para modificar la estructura económica para adecuarla al capital financiero y al imperialismo. El sistema financiero está arrodillando a los pueblos.

Con ese método están expropiando gran parte de la renta nacional, ahí está el ejemplo de la Polar, Está en plena efervescencia un proyecto fascista para liquidar las formas institucionales democráticas y cambiar la estructura del Estado; reestructurarlo en un sentido fascista, es decir, una dictadura terrorista, un poder contrarrevolucionario, de opresión, de guerra, de liquidación de todas las formas democráticas con cambios cualitativos en la estructura del Estado. Nadie puede dudar acerca de la agenda criminal del fascismo.

Brasil, Chile y Uruguay son ejemplos del fascismo imperialista, eso lo atestigua la historia. La contra ofensiva del imperialismo y del fascismo no ha dejado de extenderse en América Latina y el Caribe, ha golpeado procesos revolucionarios en Chile, Uruguay y otros países. Después de Chile con Allende tenemos que ser más amplios y no más estrechos en la lucha en que nos encontramos; contra el fascismo se pueden unir los apátridas, pero con los revolucionarios convergen todas las fuerzas políticas que están unidas a este proceso revolucionario que avanza hacia el socialismo, con una evolución radical y sin medias tintas.

Es tarea imperiosa derribar el fascismo, he ahí el problema de la estrategia y la táctica. En el esquema estratégico, el primer objetivo es reunir todas las fuerzas que de una u otra manera pueden converger para resolver esta primera y fundamental problemática que es la puerta para decidir cualquier otra. La división, la confrontación y la separación de las fuerzas revolucionarias, en última instancia, es el mayor favor que se le puede hacer al imperialismo, a la pervivencia del fascismo, al retroceso y al retraso de los factores revolucionarios.

Tenemos decenas de intervenciones perpetrada por Washington desde la primera década del siglo XIX hasta los últimos años de la década de 1990. Está la intervención a México, a Nicaragua, Colombia, Panamá, República Dominicana, Haití, Granada, Honduras, y esa amenaza aún no ha cesado están en marcha campañas de terror y de intimidación contra los pueblos de nuestra región. A veces ya no es a través de la intervención directa, también actúan mediante el control y la manipulación, en la utilización de la presión diplomática, en la utilización de las técnica de desestabilización por medio del poder mediático de los medios de comunicación social privados tantos internos como externos, en la utilización de la amenaza de la fuerza, en el aislamiento económico, en fin, en todo estos casos, el objetivo es sentar las bases para un golpe de Estado organizado y respaldado por Estados Unidos.

A manera de recordatorio, en 1954 lograron derrotar a Árbenz en Guatemala, en 1973 lograron derrocar a Allende en Chile, sin embargo, hay lecciones que jamás olvidarán, fracasaron con Cuba en 1961 y no han podido con el pueblo de Venezuela desde 1998. Por tanto, debe respetarse la autodeterminación de los pueblos, la no inherencia de otras naciones en los asuntos internos de los demás países, su igualdad jurídica y la integridad territorial de los pueblos de Nuestraamérica. No hay barreras infranqueables entre la etapa democrática liberadora de los sentidos para ir contra el imperialismo y alcanzar el humanizante socialismo. Somos optimistas, pues somos combatientes y somos combatientes porque somos optimistas por eso somos revolucionarios siempre. ¡¡¡Viviremos y Venceremos!!!

albertovargas30@hotmail.com


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Alberto Vargas

Abogado y periodista, egresado de la UCV, con posgrado en Derecho Tributario y Derecho Penal. Profesor universitario en la cátedra de Derechos Humanos

 albertovargas30@gmail.com

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